Según parece, ya no hay vuelta atrás, los coches, tal y como los conocemos, tienen los días contados. La noticia de la aprobación por parte del Parlamento Europeo de la prohibición de los motores de combustión, está dando mucho de qué hablar y está poniendo a una gran parte de la industria bastante nerviosa. Sin embargo, esto es algo que ya se sabía y no es una sorpresa, ni de lejos. Los fabricantes ya contaban con ello y desde el año 2024, los cambios a la electricidad total se irán sucediendo año tras años hasta 2035, cuando todos, al menos en Europa, solo puedan vender coches eléctricos.
Esto afectará a todos los fabricantes, y también afectará a los vehículos híbridos, que hoy día sirven como pasarela desde la combustión hacia la electrificación. Desde ahora, y esto tampoco es una novedad, todos los fabricantes irán retirando los motores de combustión sin electrificar, para dejar lugar únicamente a híbridos, sean enchufables o convencionales, para luego pasar a la electricidad pura y dura. Es un paso obligado que incluso marcas como Lamborghini llevarán a cabo. Todos los nuevos deportivos que salgan de Sant’Agata serán híbridos; TODOS. Los Lamborghini Sián (en sus dos versiones) y la edición especial conmemorativa del Lamborghini Countach, ambos híbridos, no son más que un primer paso. Los coches eléctricos llegarán poco después.
De hecho, Lamborghini registró el pasado mes de mayo la denominación “Revuelto” en la oficina europea de patentes y también, en la Dirección para la Vigilancia de la Propiedad Intelectual de Italia. No podemos evitar pensar que el nombre de Lamborghini Revuelto no suena especialmente bien en español, y a muchos les sonará todavía peor cuando sepan que podría ser el nombre del próximo Lamborghini eléctrico. Un deportivo sin emisiones que llegará antes de la electrificación total del Lamborghini Urus y que, por si fuera poco, militará en el segmento de los crossover. Las cifras mandan, los SUV y los crossover se venden solos y por si fuera poco motivo, técnicamente son más válidos para la adopción de grandes y pesadas baterías.
Lamborghini no es el único que trabaja en un coche eléctrico, ya que todos los demás fabricantes de coches deportivos siguen el mismo camino. Maserati ya nos ha enseñado su GranTurismo Folgore y el Gracale Folgore, el nuevo SUV con motor eléctrico que todavía está en desarrollo, al igual que el GranTurismo y que debería estar en las tiendas a partir de 2023. Eso son tres años antes de la aparición del primer Aston Martin eléctrico, aunque esta afirmación no es del todo correcta, pues nos estaríamos olvidando del Aston Martin Rapide E, aunque también es cierto que no llegó a producción porque la marca canceló el desarrollo en 2019 para centrarse en el Aston DBX.
Aston Martin es, junto a Maserati, la firma que más está tardando en adoptar la electrificación y puede que, de seguir a este ritmo, les acabe pillando el toro. A mediados de 2021, el todavía CEO de la firma británica, Tobias Moers, anunció que el primer eléctrico de producción de Aston Martin estaría listo para 2026, mientras que para el año 2030 se espera que toda la mitad de la gama sea totalmente eléctrica. Ese eléctrico será el reemplazo del Aston Martin DB11 “o algo parecido”, según palabras del propio Moers, al tiempo que aseguró que la marca ofrecía híbridos en los mercados en los que tenga sentido hacerlo. Todo se ajustará a las demandas de los clientes.
Ferrari, por su parte, ya trabaja en su deportivo eléctrico, del cual hay muy poca información. La firma italiana lleva tiempo comercializando híbridos, aunque han sido híbridos muy al estilo Ferrari, es decir, buscando las prestaciones a toda costa y dejando las emisiones y los consumos un tanto aparte. El Ferrari LaFerrari ya adoptaba la hibridación, aunque como hemos dicho, eran más una forma de extraer potencial al estilo de la Fórmula 1 de entonces, que una forma de reducir emisiones. Luego llegaron otros modelos, como el Ferrari SF90 Stradale y su grupo eléctrico con tres motores, que, nuevamente, solo están pensados para hacer del coche un bólido muy veloz. El Ferrari 296 GTB es otra muestra de esa manera de entender los híbridos.
Cuando llegue el Ferrari eléctrico, allá por 2025, según diferentes fuentes, estaremos ante un cambio drástico para la compañía de Maranello, que está dejando de fabricar motores V12, algo totalmente inaudito. Ya cerró pedidos de su berlinetta V12, el Ferrari 812 Superfast, pero no sabemos si tras su cese de producción, cuando se finalice la producción de todos los pedidos acumulados, habrá una reedición del tradicional Gran Turismo V12 de Maranello. ¿Será un V12 híbrido?
No podemos olvidar a Lotus, que con el Evija y el Eletre, pone sobre la mesa dos propuestas muy especiales y se adelanta, así, a todas las marcas antes mencionadas. Sobre todo en el caso del Lotus Evija, que promete nada menos que 2.000 CV. Por otro lado, se dice que los míticos Lotus Elise, por ejemplo, serán sustituidos en la gama por deportivos con grupo motor híbrido.
De lo que no cabe duda, es que todos van con retraso respecto a Porsche, marca que les saca ventaja a todos en esto de la electrificación. Los alemanes tienen en catálogo el Porsche Cayenne Hybrid y el Porsche Panamera Hybrid, dos bestias con grupo motor “combinado”, que rinden más de 600 CV, pero que homologan consumos de auténtica risa, con 2 litros a los 100 kilómetros de media (que no será posible alcanzar en la mayoría de las ocasiones, a no ser que se circule siempre con la batería a tope de carga y solo por poblado). Estos se verán acompañados por la versión híbrida del intocable Porsche 911, que según informes, debería darse a conocer tras el verano (y podría ser híbrido convencional, es decir, no enchufable). En el apartado eléctrico, el Porsche Taycan arrasa en cuanto a prestaciones y cifras, allanando el camino al Porsche Macan eléctrico, que se espera para 2023. Todo esto sin contar con el lanzamiento, hace años, del Porsche 918 Spyder, que era un híbrido.
¿Los futuros deportivos eléctricos e híbridos serán tan emocionantes como los equipados con motores de combustión? Muchos dirán que no, que nada volverá a ser como antes, pero eso se decía de otras muchas cosas que ahora son casi imprescindibles. Al final, a todo se acostumbra uno y los motores eléctricos, al menos, ofrecen una aceleración realmente intensa. Veremos como se presenta el futuro.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS