Entre 2019 y 2022, Ferrari planea lanzar quince nuevos modelos al mercado, de los cuales un 60 % serán híbridos en apenas un par de años. Tras habernos presentados los maravillosos Monza SP1 y SP2, nos llegan noticias de su antítesis, un modelo enfocado más a la practicidad y a la comodidad que a los circuitos, un modelo que gozará de una altura variable respecto al suelo, un modelo que de primeras podríamos englobar dentro de los denominados crossovers.
Aunque no lo creáis, al nuevo CEO de la empresa, Louis Camilleri, no le atrae el término SUV o crossover. “Para mí, es imposible llevar la palabra Ferrari y SUV de la mano. No quiero ofender a nadie, pero la palabra SUV no la quiero escuchar en la misma frase que Ferrari […] Sin duda, será un Ferrari con un rendimiento nunca visto y pondrá en marcha el final del de nuestro plan para 2022”, dijo Camilleri durante el Capital Markets Day de la marca. “Para los últimos compases del plan, estimamos que alrededor del 60% de nuestros vehículos serán híbridos. Nos da la oportunidad de aumentar el precio sin diluir los márgenes de beneficio.”
“Purasangre” es un nombre muy atrevido para denominar al, posiblemente, Ferrari más polémico de la historia. Esperemos que haga honor a los valores de la marca
El bautizado como Purosangue, tratará de aunar la versatilidad de un crossover con la dinámica que siempre ha caracterizado a los modelos de la firma italiana. Contará con una carrocería de cinco puertas para acoger cómodamente a cuatro ocupantes en una disposición 2+2, aunque sus cotas, aparentemente, serán más contenidas que otros modelos rivales como el Lamborghini Urus o el Maserati Levante. Al igual que ocurre con el GTC4 Lusso, el Purosangue quedará englobado dentro de los Gran Turismo de la marca.
Vale, la marca no lo quiere enfocar de ninguna manera con el concepto de todocamino, pero según el consenso general sí que lo será, aunque más sportivo que cualquiera que esté a la venta. Todo apunta a que se parecerá más al concepto de una berlina de altos vuelos con algo de altura libre al suelo, que a un SUV deportivo en sí. Nada de escapadas fuera del asfalto, seguirá la estela de sus ancestros y buscará el máximo rendimiento en la carretera con un aspecto muy dinámico.
La arquitectura presentada nos da algunos detalles de su configuración mecánica. El motor estará colocado detrás del eje delantero mientras que, la caja de cambios de doble embrague y el sistema de baterías se integrarán en el eje trasero para garantizar un reparto de pesos idóneo y un bajo centro de gravedad. Seguramente, contará con una suspensión neumática para adaptarse a “distintas alturas”, aunando así el compromiso entre un deportivo y un todocamino.
En lo referente a sus mecánicas, lo único que sabemos con certeza es que contará con un sistema híbrido y propulsores de gasolina turboalimentados, de seis y de ocho cilindros. Independientemente del número de cilindros, el Purosangue gozará del sistema PTU de tracción total de la marca para digerir los cientos y cientos de caballos con firmeza. De todas formas, si lo que buscas es el ahorro de combustible o no llamar la atención con el sonido del escape, el futuro modelo del cavallino contará con un modo 100% eléctrico.
Nacido del empeño del difunto Sergio Marchionne, el Purosangue llega con el objetivo de atraer a nuevos clientes y satisfacer la demanda de los ya existentes, especialmente en el mercado asiático. Con este nuevo modelo, Ferrari aumentará su producción a 10.000 unidades anuales, que repercutirán en la ya de por sí excelente rentabilidad de la marca. Será difícil quitarle la catalogación de crossover y muchos de nosotros nos llevaremos las manos a la cabeza con cierto sentimiento de amargura. Sin embargo, no dudamos de que el futuro modelo de la casa será un éxito de ventas por mucho que “traicione” los valores de Il Commendatore.
Para dentro de cuatro años, Ferrari estima un EBIDTA que oscile entre los 1,8 y 2 mil millones de euros con un margen de un 38 % y una facturación de más de 5 mil millones. De momento, gracias a los cambios estratégicos llevados en la marca desde que se “independizó” de Fiat, las inversiones han pasado de 550 millones a 650 millones, cayendo la deuda industrial neta de 400 a 350 millones de euros. Digamos que no le va mal.
Luis Blázquez
Aficionado al mundo del motor desde que fui concebido. Aprendí a leer con revistas de coches y, desde entonces, soy un completo enamorado de la gasolina. Como no se nace sabiendo todo, cada día es importante aprender algo nuevo y así ampliar los conocimientos. Este mundillo tiene mucho que ofrecer, al igual que un servidor a vosotros los lectores.COMENTARIOS