La división deportiva de Hyundai nos tiene acostumbrados a ofrecernos productos picantes ataviados con ese azul tan característico. Modelos como el Hyundai i20 N demuestran que esta submarca, que cuenta con solo siete años de vida –y cuatro campeonatos mundiales en diferentes categorías–, sabe cómo añadir espíritu RACER a sus productos para hacernos babear ante casi cualquier lanzamiento. 

En el caso del Hyundai RN22e no se trata de un nuevo modelo de producción, sino de un “laboratorio rodante” con el que la división de alto rendimiento de la marca surcoreana, pretende estudiar cómo integrar los pilares básicos que sirven de fundamento base para sus modelos deportivos también en sus vehículos eléctricos. Toma las formas de su recientemente revelado IONIQ 6, aunque añade numerosos elementos que aportan un carácter más agresivo y deportivo, tales como mayores entradas de aire y pasos de rueda más anchos, o los nuevos alerón y difusor traseros.

Es el primero de sus prototipos que incluye la N en su denominación, después de que desde 2012 la marca coreana nos haya ofrecido otros conceptos destinados a servir también como banco de pruebas bajo la nomenclatura RM, como los RM19 y RM20, este último ya a baterías. 

Hyundai, a través de su división deportiva N, quiere demostrar que el automóvil cien por cien eléctrico no tiene por qué dejar de ser deportivo, y para ello nos ha mostrado el concept RN22e, que bien podría pasar por la versión de altas prestaciones de su IONIQ 6

Estos pilares, vertebradores de productos tan deseados como el Hyundai i30N, son la agilidad y el rendimiento en curva, altas capacidades en circuito y aptitudes para el día a día. Es precisamente ese primer aspecto, el del rendimiento en curva, el que más amenazado se encuentra en la nueva era de la movilidad, debido al inevitable aumento de peso de los vehículos a baterías. Por ello se ha optado por la inclusión de piezas impresas en 3D, que permite reducir el peso total del conjunto sin comprometer su rigidez.  

Además, el prototipo que hoy nos ocupa incorpora un sistema de reparto vectorial de par, que se apoya en un doble embrague y con el que se puede optimizar la distribución de la entrega de par entre cada una de las cuatro ruedas y con ello mejorar su paso por curva. El sistema de frenada regenerativa que incorpora este prototipo, también contribuye a minimizar los efectos negativos de su considerable peso sobre su comportamiento dinámico. Asimismo, se ha trabajado en desarrollar un sistema de refrigeración adecuado para la exigencia propia de las tandas en circuito, que se beneficia de las mayores dimensiones de sus entradas de aire.

Cuenta con dos motores eléctricos, uno en cada eje, con una potencia total de 430 kW –577 CV– y una elevada cifra de par, como no podía ser de otro modo, que asciende a 740 Nm. Su batería es de 77,4 kWh de capacidad

Además de las modificaciones implementadas con la intención de que su comportamiento dinámico se acerque más al acostumbrado en los vehículos de combustión, también se introducen otras soluciones que pretenden transmitir al conductor sensaciones más parecidas a las de estos. Por ejemplo, se incluye un sistema denominado N Sound+, que emite sonido tanto en el interior como en el exterior para intentar así alejarse del silencioso funcionamiento habitual de los vehículos eléctricos; así como el N e-Shift, que procura acercar la respuesta lineal de estos motores a las sensaciones transmitidas por los cambios de marcha propios de una caja semiautomática. 

La tecnología incluida en este prototipo se espera que pueda continuar su desarrollo para llegar a ser implementada en futuros modelos de producción eléctricos deportivos basados en la plataforma E-GMP del grupo. Sin ir más lejos, será a lo largo del próximo año cuando conozcamos al IONIQ 5 N, ya anunciado por la marca, y que descubriremos en qué medida será un heredero del trabajo de investigación puesto en práctica con este Hyundai RN22e.