Alfa Romeo es una de esas marcas que difícilmente podemos decir que haga coches feos. Podrán ser más o menos bonitos, pero lo que es desagradable a la vista, no creo que haya ni un solo modelo. Elegir cuál es el más agraciado es una tarea difícil, han fabricado demasiados vehículos en sus 110 años de historia. Lo que sí puedo asegurar es que el Alfa Romeo Giulia GT 1300 Junior de los años 60 es fantástico.

Siendo el desarrollo final del Giulietta Sprint, el GT 1300 Junior acogía bajó su capó un pequeño motor de cuatro cilindros y 1.290 cm³. Con apenas 930 kilos de masa, sus 89 CV de potencia le bastaban para sobrepasar los 160 km/h de punta y hacer un 0 a 100 km/h en poco más de 12 segundos. Por supuesto, como buen Alfa Romeo clásico, toda la energía del propulsor se enviaba al tren posterior a través de una caja de cambios manual. Este coche iba de sensaciones.

Con el auge de la electrificación, los clásicos están recibiendo una segunda vida. Se supone que las conversiones a batería serán la próxima gran novedad en el negocio de los restomod (con sus pros y sus contras). Mientras tanto, Totem Automobili está a punto de dejarnos boquiabiertos con su Alfa Romeo GTelectric. Mira esos nuevos faros LED cuádruples que rinden homenaje al pasado, o las luces traseras redondas (también LED) en lugar de las rectangulares originales.

El Alfa Romeo GT 1300 Junior estuvo en producción durante más de una década (1965-1977). Durante este período fue ampliamente actualizado, incluyendo nuevas versiones como el Junior Z

Esta es una reinvención totalmente eléctrica del clásico italiano, que ahora ofrecerá 525 CV y 940 Nm de par motor. Totem afirma que el GTelectric, aún en desarrollo por lo que se ve en las fotos, será capaz de alcanzar los 100 km/h desde parado en 3,4 segundos, lo que suena, para decirlo suavemente, una puta locura. El motor eléctrico es alimentado por una batería refrigerada por líquido de 50,4 kWh que, según la compañía, es una de las más seguras y ligeras de su tipo, con 350 kilos.

La autonomía estimada es de 320 kilómetros “a un ritmo estándar”, aunque la posibilidad de la carga rápida estará disponible. Y ahora es cuando pueden saltar las alarmas, ya que el punto de partida en un ejemplar existente que se desmonta por completo. Pero que no cunda el pánico, solo se usa un 10 % de la estructura original, que luego se fusiona con una nueva plataforma de aluminio diseñada para este automóvil en concreto. Las nuevas cifras no podrían lidiar bien con un esqueleto de los 60.

Las medidas de refuerzo adicionales incluyen una barra antivuelco que sigue de cerca las líneas de la cabina, sin afectar al espacio interior disponible. También hay nuevas barras de aluminio que sustituyen a los ausentes parachoques externos en términos de seguridad. Los clientes podrán adaptar sus vehículos a sus preferencias, con Totem configurando la posición de conducción según las medidas exactas del conductor. Olvídate de la incómoda postura “a la clásica italiana” (una lotería).

En lugar de la suspensión delantera de doble horquilla original, Totem Automobili se adapta a una configuración MacPherson de amotiguadores de tipo coilover ajustables en dos posiciones firmados por Bilstein Clubsport. Como opción, la compañía ofrece una suspensión neumática. En la parte posterior, hay un nuevo bastidor auxiliar que sostiene el motor eléctrico y una suspensión multibrazo de aluminio. Y todo queda calzado a través de unas llantas forjadas de 17 pulgadas de construcción propia.

Totem Automobili todavía no ha ofrecido imágenes del interior acabado, pero dice que habrá dos pantallas de 3,5 pulgadas que harán de cuadro de instrumentos; ojalá con el mismo cuidado por la estética original como en el exterior. Las ventanillas estarán operadas eléctricamente y mantendrá el tradicional lujo italiano: habrá cuero Nappa cosido a mano y, como opción, los futuros compradores podrán pedir un equipo de aire acondicionado.

El plan era presentar el Alfa Romeo GTelectric durante el Festival de la Velocidad de Goodwood 2020, pero con la actual situación de pandemia mundial, la cita inglesa ha sido lógicamente cancelada. No sabemos cuándo lo podremos ver en todo su esplendor ni cuánto cobrará la compañía por hacerse con uno de ellos, o cuántos ejemplares serán construidos. Sin embargo, me atrevo a aventurar que no será especialmente barato dada la ingente inversión hay detrás.

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