El Alfa Romeo 4C fue un deportivo cuanto menos curioso. No buscaba el lujo, ni siquiera que fuese mínimamente cómodo a la hora de circular con él. Por no tener, no tenía ni dirección asistida. Pero todo tenía un propósito: que fue ligero y divertido de conducir. Y lo conseguía, pero ya ha dicho adiós al mercado (en EE.UU. aún se vende el modelo Spider) y ha quedado confirmado que no habrá segunda generación.
Aunque si la hubiese, esta podría ser una buena aproximación. Porque la no existencia de un sustituto no significa que no podamos soñar con cómo sería si alguna vez sucediera. Y soñando con lo mismo está Yung Presciutti, arquitecto y diseñador de vehículos en la sede europea de Toyota en Francia. Presciutti describe su visión del pequeño Alfa Romeo como “audaz y emocional”, y mirándolo con detenimiento tiene un punto. Es difícil no sentir nada al verlo en las imágenes.
Buscando evolucionar las formas del 4C, Presciutti ha añadido faros mucho más redondeados, que recuerdan a otros clásicos de la marca como el 33 Stradale. También optó por un concepto donde cada toma de aire gozase de una destacada profundidad y aletas afiladas, sin llegar a caer en unas líneas estridentes que pudiesen estropear el conjunto. Este automóvil, probablemente, mutilaría a los peatones en un choque, pero tenemos hay que admitir que se ve increíblemente bien.

No es frecuente ver a las compañías automotrices fabricando un deportivo tan bajo y ancho. El Alfa Romeo 4C hace que incluso el Porsche 718 Cayman y el Alpine A110 se vean “gordos”
El perfil destaca por las puertas con las generosas tomas de aire esculpidas en la carrocería y los aditamentos aerodinámicos inferiores, donde no falta el símbolo del trébol de cuatro hojas (Quadrifoglio Verde), así como por un parabrisas envolvente con forma de visera del casco. Por otro lado, la zaga es como una versión miniaturizada de un Ferrari. Las luces, el alerón integrado en la puerta del maletero, el difusor y el escape nos recuerdan a un 488 GTB, pero en un formato más ajustado.
Alfa Romeo sigue diciendo que el 4C no está muerto. Pero con la caída catastrófica de las ventas de deportivos en los últimos años, la pandemia de coronavirus y la fusión de la empresa matriz, FCA, con PSA, es seguro decir que sus días de gloria han terminado. El proyecto tenía mucho potencial que nunca fue explotado. Nunca vimos una transmisión manual o la versión QV de alto rendimiento. Incluso hubo un prototipo eléctrico de Yamaha. En el universo deportivo de FCA, será sustituido por el Maserati MC20.

Luis Blázquez
Aficionado al mundo del motor desde que fui concebido. Aprendí a leer con revistas de coches y, desde entonces, soy un completo enamorado de la gasolina. Como no se nace sabiendo todo, cada día es importante aprender algo nuevo y así ampliar los conocimientos. Este mundillo tiene mucho que ofrecer, al igual que un servidor a vosotros los lectores.COMENTARIOS