El Hyundai Génesis Coupé es portador de una bonita carrocería de tres volúmenes, de buena aceptación en España y en el resto de Europa. Algo que queda claro es el paso de gigante que ha dado Hyundai en cuestiones de calidad, tanto a nivel de diseño como de acabados. Uno de sus principales competidores europeos era el Renault Laguna Coupé, aunque se posiciona más cerca del Infiniti G37 o el Nissan 370Z.

Aunque se presentó como prototipo en el Salón de Los Ángeles del año 2008, la versión de producción se mostró en el Salón de Nueva York del siguiente año, 2009, saliendo al mercado a principios del año 2010.

No es un sustituto del Hyundai Coupé, pues este es de propulsión delantera, y se coloca un escalón por debajo; su posterior sustituto mantuvo la tracción delantera. El modelo Génesis se sitúa en un escalón superior en todos los aspectos: precio, calidad, tamaño, mecánica…

Este coupé se comercializó en edición limitada, existiendo la disponibilidad solamente de 120 unidades para nuestro suelo patrio, repartidos al 50 % entre las dos motorizaciones posibles: con motor 2.0 turbo de cuatro cilindros, de 213 CV, y con motor 3.8 V6, de 303 CV. Al ir numeradas las unidades menos potentes llevan numeración impar, y las más potentes la llevan par.

Aunque en un principio nos pueda parecer la correspondiente versión coreana del coupé japonés Infiniti G37, la realidad es su diseño y fabricación es 100 % Hyundai. Destaca su largo capó, con unos faros muy estilizados, otorgándole una mayor prestancia. Su perfil tiene un diseño más tradicional, de líneas fluidas. Si observamos la zaga vemos un aspecto elegante y deportivo, tanto por el diseño del portón del maletero como por el de los pilotos.

Su interior es el habitual de los coupés, con una configuración 2+2. La calidad visual percibida es alta, igual que la sensación táctil. Está fabricado con materiales de gran calidad y buenos ajustes. Su interior tiene un diseño sencillo, con unos mandos bien distribuidos y de un buen tamaño para su fácil localización. Los plásticos empleados son blandos en la parte superior del salpicadero, siendo de peor calidad en otros sitios, como en la guantera o en la zona baja del salpicadero.

Como bien dice su configuración, en sus plazas traseras solo pueden ir dos niños o dos adultos en momentos puntuales si superan una altura de 1,70 metros; para acceder a ellas hay que abatir el respaldo de las plazas delanteras. El maletero puede ampliar su capacidad -332 litros-, un buen valor teniendo en cuenta que incluye rueda de repuesto de emergencia-, accediendo bien por el maletero, bien desde el habitáculo.

Las plazas delanteras están dotadas de unos asientos muy cómodos, dotados de múltiples regulaciones, y recogiendo bien el cuerpo. La versión básica de 2 litros viene con asientos deportivos de serie, mientras que la más potente, el 3.8 V6, viene mejorado con asientos tapizados en piel y con regulaciones eléctricas. La postura de conducción es algo más alta que en otros coupés, pero no perjudica a la comodidad. Por poner alguna peguilla, el volante carece de regulación en profundidad.

Su equipamiento de seguridad resulta muy notable. De serie lleva seis airbags, control de estabilidad, reposacabezas activos, ABS, y ESP. Su chasis monocasco está construido en aceros de alta resistencia, lo que le confiere una gran rigidez torsional y una elevada ligereza al conjunto. Respecto al resto de equipamiento, este es muy completo, pues lleva dirección asistida, elevalunas eléctricos, cierre centralizado, climatizador, llantas de 19 pulgadas, control de velocidad, radio con lector de CD y MP3, ordenador, sensor de luz, faros antiniebla, doble salida de escape…

La mecánica básica del 2.0 es bastante decente. Es un bloque de cuatro cilindros en línea con turbocompresor, que rinde 213 CV a 6.000 RPM y un par máximo de 300 Nm a 2.000 RPM. Su principal característica es la excelente entrega de la mayor parte de su par desde muy bajas revoluciones, aunque no tiene un sonido ni una respuesta muy deportiva. Sus prestaciones serían mejores si se redujera su elevado peso de 1.495 kg.

El más potente es un V6 atmosférico de 3.8 litros, rindiendo 330 CV a 6.300 RPM y un par máximo de 360 Nm a 4.700 RPM. Este último se podría apretar bastante más sin que se resintiera su integridad. Aun así alcanza los 240 km/h de velocidad punta, necesitando 6,4 segundos para alcanzar los 100 km/h desde parado.

Su buen reparto de pesos se debe a su configuración mecánica, con motor delantero longitudinal y propulsión trasera, lo que se traduce en un comportamiento dinámico envidiable. Con una suspensión multibrazo independiente en ambos ejes y unos amortiguadores que absorben perfectamente las irregularidades, además de un buen agarre, la diversión al volante está asegurada. Su dirección es dura, transmitiendo seguridad cuando vas rápido, y los frenos resultan potentes.

Es un coche que se puede utilizar para los desplazamientos diarios de forma relajada y tranquila, o disfrutarlo en conducción deportiva; a esto último colabora un diferencial autoblocante Torsen, tarado a un 25 %, detalle técnico que se hace notar en este tipo de conducción. Ambas mecánicas llevan una caja de cambios manual de seis velocidades.

Los precios oscilaban en su momento de venta entre los 29.900 euros de la versión Coupé Sport TCi de 2.0 litros y los 35.590 euros de la más potente, la Coupé RS 3800 V6; unos precios muy ajustados para lo que ofrecían. En su día contaba con cinco años de garantía mecánica y con 12 años para la carrocería; señal de la gran calidad de este coche y de los Hyundai modernos.