¿”Lamborllini” o “Lamborguini”? Teóricamente, las normas del italiano dicen que la combinación “gh” con las letras “i” y “e”, es equivalente a la combinación de “gu” con las mismas letras en español, y, por tanto, en realidad se pronuncia “Lamborguini”. Uno de esos debates que podemos encontrarnos en redes sociales y que, en el fondo, tan solo demuestra la pasión que existe alrededor de esta compañía y, obviamente, de sus coches. Lamborghini es especial, solo el motivo de su fundación, un desacuerdo con Enzo Ferrari, es puramente pasional, aunque en realidad no comenzó a ser la firma que conocemos actualmente hasta el lanzamiento del Countach.

El Lamborghini Countach apareció en el mercado en 1974 y su diseño, obra de Marcello Gandini, quien por entonces estaba en Bertone –pudo haber fichado antes por el estudio de diseño, pero Giorgetto Giugiario, jefe de diseño de Bertone en aquel momento, se negó a contratarlo–, marcó un antes y un después en la compañía. Todos los coches que han llegado al mercado después del Countach, han estado influenciados por el diseño de Gandini; la forma marcadamente en cuña, claramente un remanente del famoso WedgeDesign que se puso de moda a finales de los 60 y comienzos de los 70. El Lamborghini Diablo, el Lamborghini Murciélago, el Gallardo, el Lamborghini Hucaracán, el Lamborghini Aventador y sí, por supuesto, el último lanzamiento de Sant’Agata, el Lamborghini Revuelto, “beben” de las líneas del Countach, es la seña de identidad de la marca italiana.

La puesta en escena del Revuelto, denominación que, todo sea dicho, no es precisamente acertada –en España ha generado algunas bromas porque hay un plato que es revuelto de rabo de toro… –, supone una evolución más de aquel lenguaje de diseño tan particular y que, actualmente, solo Lamborghini emplea. Ha basado sus diseños en un estilo nacido a finales de los 60 y lo ha evolucionado hasta convertirlo en su imagen, en una de las características más destacadas de sus coches, incluso el Lamborghini Urus tiene rasgos Wedge Design. No obstante, el Revuelto lo ha llevado un paso más allá y lo ha radicalizado como lo hizo en Countach, aunque de forma algo más sutil, sin enormes alerones, sin necesidad de aletas anchas que parecen postizos, ni entradas de aire que sobresalgan de la carrocería… el nuevo Revuelto es agresividad con ruedas, pero sin necesidad de recurrir a ese tipo de cosas.

Y eso se puede apreciar en las últimas fotos que ha publicado Lamborghini, en las que se puede ver a varias unidades del Revuelto en su primera salida oficial a carretera. Una ruta que pasó por las calles de Sant’Agata Bolognese, atravesó las colinas de Valdoddiadene y continuó hacia los sinuosos senderos de montaña del Monte Grappa, para encontrar el final del recorrido en el circuito de Piero Taruffi, cerca de Roma. Una ruta que ha permitido capturar algunas escenas casi bucólicas, con paisajes espectaculares, que rodeaban carreteras que, a buen seguro, eran un lugar ideal para exprimir las capacidades del nuevo Lamborghini Revuelto.

El coche todavía no está a la venta, se trata de una campaña de la propia marca para calentar motores y generar más expectación, aunque, sin lugar a dudas, no necesitan hacer algo así, con dejar el coche aparcado en una zona muy transitada ya lograrían toda la repercusión que necesitan. Es un Lamborghini, es un coche que llama la atención por sí solo, sin necesidad de nada más, aunque esto ya lo saben en la marca… como también saben que la llegada del Lamborghini Revuelto abre una nueva época, un paso hacia un futuro electrificado que todavía nos puede deparar muchas sorpresas, algunas buenas, y otras, por desgracia, muy malas.

Desde que Lamborghini entró en la órbita de Volkswagen, ha logrado dejar atrás fallos de acabado, problemas de fiabilidad, ergonomía muy mejorable… es evidente que formar parte de un grupo industrial tan grande ofrece muchas oportunidades. De hecho, el Revuelto es el desarrollo más complejo y costoso que ha realizado Lamborghini hasta la fecha, no en balde, representa el futuro y el presente de la compañía y su propulsor, un enorme V12 hibridado, con sus más de 800 CV –y una línea roja para el motor de combustión en las 9.500 revoluciones–, es la mayor evolución de la marca a la espera del Lamborghini eléctrico.

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