Coche del día: Fiat 8V “Supersonic”

Coche del día: Fiat 8V “Supersonic”

El primer Ferrari de Fiat


Tiempo de lectura: 5 min.

Una marca que nos tenía acostumbrados a vehículos pequeños y populares como es Fiat nos sorprendió en 1953 con el sublime Fiat 8V “Supersonic”. Se presentó en el Salón de Ginebra de 1952, revolucionando el panorama del motor en el país transalpino con este precioso coupé deportivo propulsado por un motor V8. Se construyeron en total 114 unidades durante los dos años que duró su producción.

Parece un juego de palabras, y lo cierto es que es así. Realmente lleva un motor de 2 litros con ocho cilindros en V, pero la denominación V8 ya estaba registrada por Ford desde hace tiempo, por lo cual se optó por una solución muy italiana: invertir los dos caracteres, V8 por 8V, algo bastante simple e ingenioso. Este Fiat 8V (de “otto vu” en italiano) equipaba un motor suministrado por Fiat, conocido como Tipo 104 V8, formando una V a 70 grados, algo inusual en los motores V8, para cuyo desarrollo tiraron la casa por la ventana

El chasis y la suspensión fue realizada por Siata, un departamento propio de personalización y competición de Fiat. Este grupo de ingenieros y técnicos eran especialistas en mejorar el rendimiento de los vehículos que pasaban por sus manos. Los carroceros italianos más importantes del momento, con nombres como Vignale, Zagato, Pinin Farina, Ghia y Balbo, se frotaron las manos para vestir de forma excepcional a semejante plataforma.

Jaguar también tomó esta plataforma para fabricar tres unidades del XK120 Supersonic, al igual que Aston Martin, con una unidad del DB2/4 Mk.II Supersonic

De todos los diseños ofrecidos el más atractivo y sorprendente fue el de Ghia -aunque el verdadero diseñador de su línea espacial salió de la mano de Giovanni Savonuzzi-, dando el nombre definitivo a nuestro protagonista de hoy, el Fiat 8V “Supersonic”. En las dos imágenes superiores podéis ver las sutiles diferencias con el modelo normal.

Fue tal el éxito de su propuesta que decidió crear una exclusiva serie limitada de 8 a 15 unidades (dependiendo de la fuente consultada) sobre la plataforma del Fiat 8V, solo para el mercado norteamericano. Estas exclusivas unidades salieron de la fábrica Carrozzería Ghia de Torino. Parece ser que el diseño “Supersonic” se realizó en un principio para un Alfa Romeo de competición, pero fue Fiat quien se apropió del mismo.

Con una línea basada en el diseño aeronáutico de los vehículos espaciales, cautiva y enamora desde cualquier ángulo. Su morro curvado, presidido por dos grandes faros redondos, una gran parrilla ovalada con dos faros insertados en sus extremos y flanqueados por sendos intermitentes no te dejan indiferente.

También llaman poderosamente la atención el lateral, con ese larguísimo capó, o la línea descendente de la luna trasera que se prolonga hacia la zaga, con forma de cuña realzada por la simetría del paragolpes trasero. O los pilotos traseros, con clara referencia a las turbinas de los motores de avión, y el logo de Fiat 8V en la parte baja central del maletero. Una gozada de diseño, vamos.

En el salpicadero destacaba un gran reloj doble que contenía el velocímetro a la izquierda y el tacómetro a la derecha, con formato semicircular, e incluían unos medidores de la temperatura del refrigerante y del aceite. El asiento del pasajero estaba retrasado respecto al del conductor para dejar más espacio para los codos.

Debajo de semejante cuerpo se escondía un motor de ocho cilindros en V (Tipo 104.003) con una cilindrada total de 1.996 cm3, que entregaba una potencia máxima de 115 CV a 6.000 RPM, junto a un par máximo de 146 Nm a 3.600 RPM. Cada cilindro llevaba dos válvulas situadas en un árbol de levas en cabeza, y estaba alimentado de forma natural a través de dos carburadores Weber 36 DCF3.

En su primera versión (Tipo 104.000) entregaba 105 CV. Existió un motor mejorado (Tipo 104.006) con una potencia subida a 127 CV y dos carburadores Weber de doble cuerpo, así como mejoras en el árbol de levas. Mostraba detalles de competición, como un cigüeñal de acero forjado o los colectores de escape en acero inoxidable. Este motor iba unido a una caja de cambios manual de cuatro velocidades que transmitía la potencia al eje trasero. Su velocidad máxima se estimaba en 207 km/h, con una aceleración de 0 a 100 km/h en 10,5 segundos.

La suspensión era independiente en ambos ejes, con horquillas dobles, muelles como elemento elástico y amortiguadores hidráulicos; en el eje trasero llevaba horquillas simples. El chasis estaba conformado por una estructura tubular en acero. El equipo de frenos constaba de cuatro tambores hidráulicos Alfin. Estos elementos eran suficientes para un coche que apenas superaba los cuatro metros de longitud (4.060 mm de largo, 1.500 mm de ancho y 1.290 mm de alto), y 930 kg de peso.

En la subasta realizada por RM Sotheby´s en Amelia Island, del 10 al 11 de marzo de 2017, se vendió una unidad -con número de chasis 106 000049- por 1.375.000 dólares, unos 1.261.000 euros. Diseñado con el estilo conocido como “Jet Age”, estos Fiat 8V “Supersonic” son los más buscados y deseables por su inimitable y única personalidad que otorgaba su diseño.

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Ginés de los Reyes

Desde que tengo conciencia me llamó la atención cualquier cosa con ruedas. Aprendí a montar en bicicleta al mismo tiempo que a andar, y creo que la genética tiene algo que ver: mi padre adoraba los coches, les ponía nombres, mi abuelo conducía y participaba en el diseño de camiones, y le privaban los coches...

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