La marca americana del óvalo azul nos acaba de presentar su nueva creación: el nuevo Ford Puma. Lejos queda en el recuerdo aquel cupé compacto que tenía un diseño muy bonito, empleando el mismo nombre de modelo, pero pasando al terreno SUV compacto o B-SUV. Ya hemos contado que la marca americana quiere centrarse en los SUV, dejando de lado las berlinas, y este modelo debe ser una de las piedras angulares de su estrategia.

Motor y chasis

Los motores que moverán a este urbanita son los tricilíndricos EcoBoost turbo de 1,0 litro, pero con dos diferentes potencias a elegir: 125 o 155 CV. Ambos serán mild-hybrid o semi-híbridos, disponiendo de un motor/alternador de 11,5 kW -15 CV- de potencia, unido a una batería de ión-litio refrigerada por aire de 48 voltios. Poseen la capacidad de desactivar uno de los tres cilindros con baja carga, pudiendo reincorporarlo al trabajo en 14 milisegundos.

Este motor/alternador puede funcionar añadiendo su potencia al motor térmico, tomando la energía de la batería de 48 V, o recuperar parte de ella en las frenadas, guardando esta energía en esta batería de 48 V. Puede funcionar en dos modos: añadiendo 50 Nm de par al motor térmico y mejorando el consumo en hasta el 9 %, consiguiendo 5,4 o 5,6 l/100 km si hablamos de la versión de 125 o 155 CV respectivamente; o rellenando la curva de par del motor térmico a bajas vueltas para mejorar el rendimiento. Cómo no, también añade la función Start/Stop, reiniciando el motor en tan solo 300 milisegundos.

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Una motorización diésel por definir se unirá a la gama Puma después de su lanzamiento, e irá unida a una caja automática de doble embrague y siete marchas

De serie, los Puma equiparán una caja manual de seis marchas, aunque en opción podremos elegir una automática de doble embrague y siete velocidades.

En cuanto a chasis, emplea el mismo que el Ford Fiesta, pero con algunas modificaciones. La suspensión de eje torsional trasera se ha reforzado, los amortiguadores son de mayor tamaño, se han añadido cojinetes de la suspensión más firmes y se ha mejorado el anclaje superior de los amortiguadores.

Diseño y equipamiento

En cuanto a diseño vemos grandes cambios en el estilo de este Puma. Las luces son nuevas, con doble faro apilado, emulando en cierta medida al Ford GT. Su parrilla delantera es muy similar a la ya vista en el nuevo Focus. En general, sus dimensiones son muy compactas, aunque Ford aún no las ha facilitado. Su posición es elevada, pero sin resultar algo exagerado, resultando a medio camino entre SUV y crossover.

“Desde el primer día, visualizamos un vehículo en este segmento que fue inmediatamente reconocible, y como resultado, hemos creado un crossover compacto, diferente a todo lo que hemos producido antes”, dijo George Saridakis, director de Diseño Interior y Exterior de Ford en Europa. “Este nuevo e impresionante diseño representa el siguiente capítulo en la identidad de diseño de Ford, mientras que el concepto general de ‘sexy sanctuary’ emplea ingeniosas y elegantes soluciones de ingeniería que, en combinación con el exterior altamente expresivo, deleitarán y sorprenderán a los clientes, satisfaciendo sus distintas necesidades y deseos “.

Se podrá elegir entre una paleta de 10 colores, entre los que podemos encontrar el Azul Blazer o el Rojo Carrera

El Ford Puma Titanium cuenta con llantas de aleación de 18 pulgadas mecanizadas en gris perla, y elementos cromados en la parrilla, faldones laterales y faros antiniebla. El difusor trasero está acabados en gris metalizado, y el marco de la ventana en negro brillante. En el interior, el Puma Titanium se ofrece con un volante con efecto de cuero, detalles con efecto de madera para el marco del panel y el panel de instrumentos e inserciones de tela con diseño diferente para los interiores de las puertas.

El Ford Puma ST-Line, inspirado en la línea Ford Performance, se ofrece de serie con llantas de 18 o en opción con llantas de aleación de 19 pulgadas, mecanizadas en negro mate y una suspensión deportiva con muelles y amortiguadores más firmes. En la parte delantera, la rejilla ST-Line cuenta con elementos de color negro mate y un alerón de techo más grande, que es opcional.

Pasando al interior, comenzamos por el maletero. Tendrá una capacidad de 456 litros, y un doble fondo donde se encuentra un compartimento que Ford denomina Megabox. Tiene una capacidad adicional de 80 litros -763 mm de ancho, 752 mm de largo y 305 mm de profundidad- y un drenaje en el fondo, para facilitar la limpieza con agua.

El panel de instrumentación es digital, con una pantalla de 12,3 pulgadas y 24 bit de profundidad de color, mientras para el apartado multimedia se emplea una táctil de 8 pulgadas. Es compatible con Apple CarPlay y Android Auto, y puede montar en opción un sistema de sonido de B&O de 10 altavoces y 575 W de potencia.

El equipamiento será muy completo, contando con 12 sensores de ultrasonidos, tres radares y dos cámaras, para enviar los datos a los sistemas de ayuda a la conducción. Podrá disponer de control de crucero adaptativo -solamente con el cambio automático- con Stop&Go, reconocimiento de señales y centrado de carril, notificaciones de peligros en la calzada, cámara trasera con angular de 180º, detector de ángulo muerto, asistencia de aparcamiento, luces largas automáticas, y resto de elenco de ayudas a la conducción, como mantenimiento de carril o frenado automático, entre otros.

Este modelo se une a la creciente gama de SUV de Ford en Europa, que incluyen el Fiesta Active, Focus Active, EcoSport, Kuga, Edge y el nuevo Explorer Plug-In Hybrid. Un 20 % de las ventas de Ford en Europa son modelos SUV, aumentando más del 19 por ciento en 2018.

El nuevo Ford Puma saldrá a la venta en diciembre de este año, aunque aún no se han facilitado los precios, y se producirá en la planta de Craiova en Rumanía, después de una inversión de casi 1.500 millones de euros desde 2008 para modernizar y adaptar esta planta de Ford para producir los nuevos modelos.

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