El Lamborghini Countach LPI 880-4 es el renacimiento, el regreso de un modelo mítico por su 50 cumpleaños, cuya presentación a punto estuvo de paralizar todo el segmento de los superdeportivos. Un modelo de tirada limitada que, curiosamente, no gustó al diseñador del Countach original, el tristemente fallecido a los 85 años, Marcello Gandini.

La firma italiana quiso celebrar por todo lo alto la efeméride de uno de sus coches más carismáticos con una reedición de tirada limitada a 112 unidades –en referencia al nombre del proyecto que dio lugar al Countach original–, basada en la plataforma del Lamborghini Aventador, combinada con el grupo motor del Lamobrhgini Sián, es decir, un motor V12 alimentado con gasolina con 785 CV –el mismo del Aventador– y un pequeño motor eléctrico de 34 CV que funciona a 48 voltios.

Un coche muy especial y muy exclusivo, que se vendió extremadamente rápido y que, como cabe esperar, ha terminado como un objeto de colección que recorre muy pocos kilómetros al año –muchas unidades ni siquiera se mueven durante años–. Y por supuesto, son coches presa de especulación, como todo modelo de esta categoría. La cuestión es que, además, hablamos de una reedición del Lamborghini Countach y eso, supone mucho peso entre los aficionados y mucho más entre los coleccionistas.

Diseñado por un equipo dirigido por Mitja Borkert, se buscó adoptar todas las referencias estéticas al original que fueran capaces de introducir, cumpliendo todas las normativas actuales, al tiempo que se impregnaba todo el proyecto con la actual personalidad de los coches de la marca italiana. El resultado, según a quien se le pregunte, es soberbio o simplemente resultón.

No obstante, una de las primeras unidades que hemos visto en subasta –la primera de la que somos conscientes, seguramente habrá salido a subasta alguna otra–, con una configuración bastante particular, no dejará indiferente a nadie. Al parecer, solo hay cinco unidades pintadas en color Luci del Bosco, es la única que lo combina con un habitáculo Bianco Leda y detalles en Nero Ade junto a costuras en tono bronce.

Según cuentan desde RM Sotheby’s, el coche fue comprado nuevo por su actual propietario, es decir, solo ha tenido un dueño y, por tanto, es la primera vez que sale a la venta. Solo tiene 110 kilómetros en el odómetro, lo que confirma que fue comprado como inversión o como coche para exponer en la colección de turno y ahora, simplemente, se habrán cansado de él o querran obtener beneficios con la venta. El precio estimado por la casa de subastas varía entre 1,9 y 2,3 millones de euros.