Coche del día: Lamborghini Jalpa

Coche del día: Lamborghini Jalpa

Un modelo de acceso a la gama de los italianos que no consiguió obtener el favor del público


Tiempo de lectura: 4 min.

En la historia de Lamborghini existen nombres que no resultan desconocidos para nadie, incluso para profanos en el mundo del automóvil, como es el caso de los Miura, Countach, Diablo, Murciélago o Gallardo. Incluso otros vehículos de menor éxito comercial, como el Lamborghini LM002, su primer todoterreno, están firmemente anclados en el imaginario colectivo, a este y al otro lado de la frontera petrolhead. Sin embargo, hay otros nombres que están un tanto olvidados, como es el caso del Lamborghini Jalpa, uno de los primeros intentos de la marca de Sant’Agata Bolognese de lanzar un modelo de acceso a su gama.

La historia de este modelo arranca en un momento en el que Lamborghini apostaba claramente por diversificar su gama. No en vano, este Lamborghini Jalpa fue presentado en el Salón del Automóvil de Ginebra de 1981 junto con el prototipo del Lamborghini LM001, su primera apuesta de características todoterreno. Mientras que este último significaba verdaderamente un atrevimiento, por razones evidentes, el Lamborghini Jalpa, por su parte, era tan deportivo como cualquiera de sus modelos anteriores. La diferencia radicaba en su precio —y en sus prestaciones y carácter—, que lo haría más accesible que el Lamborghini Countach disponible por entonces —no demasiado, puesto que era alrededor de un 20 % más barato—. Un deportivo para las masas, ese era el objetivo. El único problema es que esas masas nunca se presentaron a las puertas de sus concesionarios.

El Lamborghini Jalpa relevaba al Lamborghini Silhouette, el primer intento de la marca de ofrecer un vehículo más barato y con el que fuera más fácil convivir, del que apenas se fabricaron 54 unidades. Para su sucesor las ambiciones eran mayores, aunque se tomaba como base la misma plataforma, que no era otra que la que sustentaba al Lamboghini Urraco, comercializado desde 1972. Su diseño fue encomendado a Bertone, que también había sido responsable de la admirada imagen del Lamborghini Countach, obra de Marcelo Gandini. Se optó por una carrocería con techo tipo targa, como su predecesor, aunque se recuperó la tradición de las denominaciones ligadas a los toros de lidia. En este caso, su nombre se refiere a una ganadería mexicana.

Lamborghini Jalpa (1982) 04

A diferencia del Lamborghini Countach, que empleaba un propulsor con la tradicional arquitectura de 12 cilindros en uve, para este modelo de acceso la marca italiana escogió un bloque de ocho cilindros, también dispuestos en uve, que derivaba del utilizado previamente en los Lamborghini Urraco y Silhouette. Estaba colocado en posición central-trasera y transversalmente y, en esta nueva aplicación, su cilindrada se elevó hasta los 3.485 cc, de los que se extrajeron 255 CV de potencia máxima disponibles a 7.000 revoluciones por minuto. Combinados con sus 1.510 kilogramos de peso, la verdad es que sus prestaciones eran relativamente humildes —¿tanto como su precio?—, con una aceleración hasta los 100 km/h desde parado en 7,3 segundos y 260 km/h de velocidad punta.

La caja de cambios, a través de la cual se envía esta potencia al eje trasero, es de cinco relaciones y manual. Su chasis de aluminio soporta suspensiones de columna McPherson en sus cuatro esquinas. No ofrecía dirección asistida, aunque sí servofreno para facilitar la utilización de su equipo de frenos de disco, de 278 milímetros de diámetro y ventilados. Sus neumáticos originales, unos Pirelli P7, estaban montados sobre unas llantas firmadas por Campagnolo. En el interior, tapizado en cuero, dispone de diversas comodidades, como una radio capaz de reproducir casetes, elevalunas eléctricos y ajuste también eléctrico del retrovisor exterior del lado del conductor.

Del Lamborghini Jalpa fueron vendidas unas 410 unidades en total —las cifras varían ligeramente entre fuentes— a lo largo de los siete años durante los que fue comercializado, entre 1982 y 1988. En su última fase, la marca italiana barajó lanzar una variante verdaderamente descapotable, apellidada Spyder, basado en la imagen de su prototipo Lamborghini Athon, aunque la idea fue pronto abandonada. Sea como fuere, la realidad es que aún faltaban algunos años —¡lustros!, en verdad— para que la marca de Sant’Agata Bolognese consiguiese, de manera efectiva, ampliar su catálogo y, del mismo modo, su potencial clientela. De hecho, hasta que Audi se hizo con el control de la compañía, Lamborghini no lanzó otro modelo de acceso. Fue el Lamborghini Gallardo, presentado en 2003 y que tuvo un explosivo éxito comercial, el siguiente de esta corta lista, que coronaría más tarde el Lamborghini Huracán.

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David García

No conozco sensación mejor que la de un volante en las manos. Disfruto también con ellas sobre el teclado, escribiendo ahora para vosotros algo parecido a aquello que yo buscaba en los quioscos cuando era un guaje.

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