La Feria de Electrónica de Consumo (CES) 2020 acaba de abrir sus puertas. Las Vegas cada vez acoge no solo a más fabricantes de electrónica, ahora se unen los de coches para mostrar la última tecnología automotriz y prototipos futuristas. Nissan, por ejemplo, exhibirá el Ariya Concept como un vistazo de su futuro electrificado. Y ahora que Fiat Chrysler Automobiles (FCA) se ha unido en matrimonio, nos presenta el regalo de boda en forma de Airflow Vision Concept.

Si bien no se identifica explícitamente como un Chrysler, el Airflow Vision Concept recicla el nombre de un revolucionario coche de la compañía producido entre 1934 y 1937, siendo uno de los primeros coches en tener en cuenta el fenómeno de la aerodinámica. FCA dice que es un “concepto de diseño escultórico que visualiza la próxima generación de transporte premium y UX al considerar cómo conductor y pasajeros podrían interactuar con tecnologías avanzadas”.

Algo que comparten tanto el modelo antiguo como el nuevo es una forma resbaladiza. El Airflow Vision Concept no es más que un conjunto de curvas orgánicas. Incluso tiene tapacubos, que son translúcidos para mostrar las grandes llantas con acentos cobrizos. Si bien no es un producto desagradable a la vista, se ve un poco genérico en comparación con el original, ya que muchos coches eléctricos modernos tienen una forma redondeada. Siempre se puede aportar algo más.

Chrysler Airflow (1934)

El Chrysler Airflow fue presentado en 1934 y supuso una revolución en el sentido de que llevó las pruebas del túnel de viento del mundo de la aviación al mercado automotriz

FCA Airflow Vision Concept (2020)

Pero es en el interior donde el FCA Airflow Vision Concept destaca, ya que se diseñó en torno a múltiples pantallas para ofrecer “una experiencia cautivadora con gráficos de alto contraste de múltiples capas y detalles bien pensados ​​que proporcionan una apariencia limpia y sofisticada”. De acuerdo con la compañía italoamericana, el habitáculo, con capacidad para cuatro pasajeros, ha sido construido sobre los principios de “profundidad, jerarquía, consistencia y legibilidad”.

Utilizando un formato basado en menús, las pantallas se pueden personalizar, simplificar y agrupar a gusto de los ocupantes. Al ofrecer múltiples pantallas, el usuario puede acceder a la información necesaria y determinar cómo se muestra. Dicha información se puede compartir con todos los pasajeros deslizando el dedo hacia donde estén, permitiendo que todos participen. La personalización es clave, ya sea conduciendo o actuando como un mero copiloto.

La calidad de las terminaciones también procura estar cuidada, con materiales de gamuza y cuero para los asientos, por ejemplo. Por otro lado, el perímetro del habitáculo cuenta con iluminación ambiental que, aunque ha estado llegando a los vehículos de producción durante los últimos años, ya se espera que llegue a los niveles más modestos en precio. Las seis pantallas y pocos botones tampoco es algo que vaya a quedar reservado a los coches de alta gama.

“El asiento utiliza una estructura delgada única que descansa sobre una base de pedestal, lo que mejora la comodidad y la amplitud y permite el máximo espacio para las piernas, el espacio para los hombros y el almacenamiento personal para cada pasajero”, indica FCA. De hecho, el conjunto emana cierto aroma divino, muy puro y casto. “La iluminación funcional y ambiental permite al conductor y a los pasajeros crear un santuario interior personalizado”, añade.

No hay detalles acerca de su tren motriz, pero dado que la base ha sido tomada del monovolumen Pacífica (anteriormente Voyager), no sería sorprendente ver un conjunto híbrido enchufable asociado a un motor de gasolina V6 de 3,6 litros. Junto con Airflow Vision, FCA también ha aprovechado la cita para enseñarnos nuevas ideas para una gama Jeep más limpia y un pequeño Fiat eléctrico. El enfoque de todos los prototipos es, como era esperable, la electrificación y la experiencia del usuario.

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