El Toyota GR Yaris ya es lo suficientemente bueno desde que sale de su línea de producción en Japón. Es algo que decimos solo nosotros, sino todos los que han podido echarle el guante. Único en su especie por su propia concepción como coche de rally homologado para las vías públicas, no es rival ni para el MINI John Cooper Works, la referencia de tracción delantera en su segmento. Pero el benjamín de Toyota cuanta a su favor con la tracción integral, algo que en DTE Systems saben y que han decidido exprimir aún más.

La compañía declara que ha ajustado un GR Yaris para que produzca un total de 309 CV y 405 Nm, lo que supone una gran ganancia de 48 CV y 45 Nm, y casi lo pone cara a cara con lo que es el compacto deportivo de referencia, el Honda Civic Type R (320 CV y 400 Nm). Todo es cortesía de la nueva unidad PowerControl de DTE Systems, un chip de reprogramación que utiliza mapas de motor optimizados para aumentar el rendimiento del tricilíndrico turboalimentado de Aichi. Pero este no es un mapa que sacrifica todo en nombre de la velocidad.

DTE afirma que el ahorro de combustible se mejora hasta en un 15 %. Eso significa que, según el consumo promedio oficial 8,2 l/100 km (WLTP), podría reducirse a alrededor de los 7/100 km. Nada mal para un coche que podría conquistar a la mayoría de los compactos prestaciones que existen actualmente en el mercado. Ello lo consigue gracias a que la nueva programación de la centralita hace lecturas en tiempo real para asegurar el mejor funcionamiento posible, así como la opción elegir entre los modos de conducción Sport, Dynamic y Efficiency.

DTE Systems también venderá lo que llama un “PedalBox”, que se activa con un botón a bordo y promete “acrecentar la respuesta del acelerador y hacer que la aceleración se sienta mejor”

El precio de tener esta mejora sobre el Toyota GR Yaris es de 489 euros en su versión de acceso, aunque si quieres la vertiente X, que permite controlar el sistema a través de la aplicación para smartphones, la tarifa asciende hasta los 599 euros. Estamos 100 % seguros de que esta no será la última serie de actualizaciones que veremos sobre el pequeño misil japonés. De hecho, HKS, el reconocido fabricante de componentes de alto rendimiento local –desde 1973–, mostró su propia preparación junto con Nobuteru Taniguchi, cuanto menos radical.