El Aston Martin Valkyrie es uno de los automóviles más espectaculares de los últimos años, una locura con cuatro ruedas y un motor casi de moto, capaz de subir a 11.000 revoluciones pero con un total de 12 cilindros. Una obra de ingeniería que de funcionar correctamente, debería estar expuesta en un museo.

Si, has leído bien, de funcionar correctamente, porque al parecer, según un informe que corre por internet, el propulsor Cosworth del Valkyrie tiene algunos problemas de fiabilidad, que se han sumado a una notable dificultad para ser conducido, está lastrando en exceso el desarrollo del modelo. Estas noticias llegan desde el portal italiano Formula Passion, mientras el fabricante no ha comentado nada al respecto.

Otro tema que parece ser un problema en la llegada del Valkyrie es Lawrence Stroll, quien tiene la vista puesta en la Fórmula 1 y no en el Mundial de Resistencia, uno de los objetivos que se tenía con el hyperdeportivo híbrido británico. Ya hubo un parón en el programa del WEC cuando todavía estaba Andy Palmer al mando de Aston.

“La ambición de nuestra empresa sigue siendo la de competir por la victoria general en las 24 Horas de Le Mans. Entramos en el WEC con el Aston Martin Valkyrie sabiendo que tendríamos problemas con coches y fabricantes similares. La situación ha cambiado y tiene sentido dejar todo en espera y reconsiderar todas las opciones ” – Andy Palmer, ex CEO de Aston Martin

Problemas de estabilidad y ruido para el Valkyrie

Estamos a día de hoy en uno de los momentos más complicados que se han vivido en el mundo durante los últimos años. ni siquiera la crisis de 2008 planteó un problema tan grave como está siendo la pandemia de SARS-CoV 2, virus causante de la COVID1-9, una enfermedad que tiene a medio mundo contra las cuerdas. Sobre todo porque ha supuesto el parón casi completo de la actividad económica durante varios meses, algo que ha dado al traste con muchos proyectos, muchas empresas y muchas familias.

Lo peor de todo es que todavía no se ha terminado y los problemas siguen surgiendo. Ya hemos visto como el Lotus Evija ve retrasa su puesta de largo hasta 2021, marcas como Bentley o McLaren se han visto obligadas a despedir a mucho personal y Nissan ha programado el cierre de la fábrica que tiene en Barcelona, tras unas duras y tensas reuniones, hasta 2021. Y esto son algunos ejemplos relaciones, obviamente, solo con la industria del automóvil.

Pero no son los únicos, porque el Aston Martin Valkyrie parece ser la próxima víctima según el portal italiano Formula Passion. Según informan, han aparecido algunos escollos importantes durante el desarrollo del increíble deportivo de Aston durante su fase de pruebas en carretera abierta, problemas que tienen que ver con algunas complicaciones a la hora de conducirse.

La aerodinámica del modelo es muy radical, al igual que todo el planteamiento del coche y eso está provocando que sea muy complejo de pilotar, lejos del alcance de un conductor medio y más propio de un coche de competición. Algo que se debe sumar a un elevadísimo nivel de ruido, provocado igualmente por su extrema aerodinámica. Problemas que no son sencillos de resolver, porque cualquier modificación de tan especial configuración puede suponer tener que cambiar todo el coche al completo.

Aston Martin Valhalla prototype

El V12 Cosworth no es un motor fiable

Además de los problemas ocasionados por una configuración que tiene la velocidad como única consideración, el motor V12 Cosworth no está siendo todo lo fiable que sería deseable. Durante las pruebas en carretera abierta, determinados componentes del propulsor están siendo un auténtico escollo y está ralentizando todavía más su desarrollo. Desde el portal italiano no han dado ningún detalle al respecto, así que podría ser cualquier cosa dado lo experimental del modelo y lo extremo del funcionamiento del motor. Cabe recordar que a 11.000 revoluciones, el estrés sufrido por los componentes del motor es altísimo, que se lo digan a los fabricantes de motos, aunque ellos solo tienen que lidiar con cuatro cilindros y no con 12.

Todos estos problemas se podrían solucionar con tiempo y con dinero, cosas que no son compatibles con las cuentas de Aston Martin. Esta compañía británica lleva más de media vida sobreviviendo en números rojos y tras la llegada de Lawrence Stroll, con una gran inyección de capital, la marca vuelve a estar con el agua al cuello por culpa de la pandemia. Aston Martin nunca ha sido un fabricante de volumen y eso unido a la casi nula matriculación de coches durante meses, ha llevado a la marca a un nuevo impasse económico.

Ahora mismo la situación no es sencilla y se enfrentan a un momento delicado. Todavía no se ha comunicado nada desde la marca, aunque las posibilidades son varias. Por un lado, Aston Martin podría continuar con el desarrollo (por ahora, lo que se supone que siguen haciendo), financiandolo con la posible puesta en circulación de varias ediciones limitadas, que siempre permiten aumentar la facturación. Otra posibilidad es dejar al Valkyrie como un coche exclusivo para circuito, haciendo que el problema del ruido y de su compleja conducción pasen a un segundo plano al ser algo intrínseco de un coche de circuito.

Y como última opción está la cancelación del proyecto, algo bastante drástico estando tan avanzado y con la inversión económica que ha sido necesaria. Además, tras el Valkyrie se espera que la saga continúe con el Aston Martin Valhalla, prometiendo grandes ingresos al tratarse de coches con una alta rentabilidad.