Normalmente, siempre se ha asociado el término todoterreno a un vehículo de grandes ruedas con una suspensión alta y una carrocería muy cuadrada. Como si la premisa fuese vista a través de los ojos de un joven infante, Bollinger sorprendió al mundo en junio de 2017 cuando mostró los prototipos de sus primeros modelos: el B1, con una carrocería de tres o cinco puertas, y el B2, el derivado pick-up. Ahora, tanto el Bollinger B1 como el B2 se desvelan al natural en forma de modelos de “intención de producción”.

Si bien ambos modelos son reconocibles al instante, se han sometido a numerosos cambios para mejorar su funcionalidad y estilo. Empezando con el B1, los diseñadores han elevado la línea de la cintura y han movido el pilar B hacia adelante para mejorar la entrada y salida de los pasajeros de la segunda fila de asientos. La compañía también ha sustituido las ventanillas deslizantes por unas de manivela manual, que son “mucho más ligeras e igual de robustas”. Y mencionando a estas últimas, todas las lunas son más grandes para compensar la altura de la cintura y mejorar la visibilidad.

En otros lugares, un nuevo avance con la gestión térmica del tren motriz ha significado que tanto el todoterreno como la camioneta ya no necesiten de dos radiadores, liberando así espacio para ensanchar la caja trasera en el caso del Bollinger B2 y mover los faros hacia afuera para lograr la simetría con la zaga. Curiosamente, la firma con sede en Michigan, Estados Unidos, afirma que la cabina y la plataforma trasera de la pick-up ahora son dos piezas separadas; antes integradas como una sola unidad. También hay ruedas blancas a juego que, francamente, lucen pequeñas para la carrocería.

Si tuviéramos que describir a los Bollinger B1 y B2 en pocas palabras, podríamos decir que parece el coche que alguien haría intentando recrear el viejo Land Rover Defender de memoria solo con láminas de metal planas

En cuanto a las especificaciones, también son bastante impresionantes, aunque todavía falta algo de información, como la autonomía; La energía es suministrada por una batería de 142 kWh, lo que debería de otorgar cerca de 500 kilómetros. Aun así, tenemos algunas otras cosas de las que hablar. Por ejemplo, la potencia de salida de la configuración de motor dual será de 623 CV y 906 Nm. Si bien es capaz de hacer el sprint hasta los 97 km/h (60 mph) desde 0 en 4,5 segundos, la velocidad máxima será de 161 km/h (100 mph), y con esa forma, no esperes (ni quieras buscar) ir a mucho más.

Bollinger afirma que la producción de sus modelos B1 y B2 comenzará a finales del próximo año (2021), pero aún no está claro dónde la compañía tiene intención de construirlos. “Trabajaremos con un socio estratégico con muchos años de experiencia en la fabricación de vehículos. Iremos dando más detalles a medida que se desarrollen”, se puede leer en su página web, lo que no va a llenar precisamente de confianza a nadie. Con suerte, lo llevarán al mercado, aunque solo sea para que la Tesla Cybertruck de Elon Musk no se sienta completamente sola e incomprendida allí afuera.

Bollinger fue una de las primeras empresas en proponer una camioneta totalmente eléctrica con su modelo B2, una rival directa para la Cybertruck de Tesla o la R1T de Rivian

Si en algún momento se logra comenzar la meta de llegar a producción, el precio de partida de 125.000 dólares proyectados (103.000 euros, aprox.) alejará a muchos posibles clientes, a pesar de que estos vehículos son realmente únicos. Y aunque las proporciones sean modestas y la capacidad de remolque sea de 3.400 kilos, los Bollinger B1 y B2 son, técnicamente, pick-ups de Clase 3. Eso significa que ambos puede clasificarse dentro del servicio mediano, más como una Ford F-350 en lugar de la F-150.

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