La carrera por la electrificación cambiará muchas de las cosas a las que nos hemos acostumbrado, será un cambio paulatino y lento, aunque lo iremos notando en algunas decisiones de los fabricantes. Por un lado, muchos de los protagonistas en la industria se pasarán a la electrificación total de aquí a final de la década, como ya hemos visto con Jaguar o con Ford, mientras que otras apostarán por una conversión más pausada como Toyota, que tiene en sus híbridos un filón comercial que parece funcionar muy bien o como, por ejemplo, Renault, un fabricante que no ha querido “mojarse” en cuanto a fechas porque serán las normativas futuras las que marcarán ese momento.

Mientras tanto, los motores de combustión tendrán que ir mejorando su eficiencia para poder superar las futuras normas de emisiones que están por venir. Algunos adoptarán algún tipo de electrificación, como ocurrirá con Peugeot, cuyo objetivo es no volver a fabricar motores de combustión “en solitario”, pero otros optarán por reducir el tamaño de sus motores y el número de sus cilindros, como es el caso de Mercedes-AMG.

De hecho, el que Mercedes-AMG deje atrás sus grandes motores es una clara muestra de los “sacrificios” que habrá que llevar a cabo para evolucionar. Muchos dirán que no estamos evolucionando, que vamos marcha atrás, pero si reducir las emisiones, mientras que las prestaciones siguen al mismo nivel o incluso más elevadas, es ir marcha atrás, hay algo que no está funcionando, algo estamos haciendo mal. Y la propia Mercedes-AMG ya ha demostrado que un motor pequeño, pero bien diseñado y desarrollado, puede ser un cañón, ¿o acaso alguien piensa que el Mercedes-AMG A45 es un coche lento o desmerece su condición de AMG por tener un cuatro cilindros turbo?

La firma alemana de la estrella no es la única que está cambiando sus motores de altas prestaciones. Ha sido un cambio que no todo el mundo ha llegado a analizar, pero los BMW M3 dejaron atrás los V8 para montar seis cilindros turbo y el Audi RS4, por ejemplo, también abandonó el V8 para volver al V6 biturbo como el que tuvo la primera generación del modelo. No obstante, en el caso de Mercedes-AMG, el cambio será más drástico, porque dejará de fabricar los V8 biturbo para colocar en su lugar motores de cuatro cilindros electrificados. Según dicen desde Top Gear, este cambio ha provocado algunas tensiones dentro de la cúpula de Mercedes. Por ejemplo, Tobias Moers, el actual CEO de Aston Martin y ex responsable de Mercedes-AMG, no estaba muy de acuerdo con la decisión.

De hecho, que Mercedes-AMG no siga con sus motores V8 biturbo afecta directamente a Aston Martin, que se queda sin propulsores, lo que ha llevado a los británicos a desarrollar sus propios motores V6 biturbo híbridos que, en teoría, darían vida al Aston Martin Valhalla y que luego ocuparían el lugar dejado por el V8 alemán, empezando por el Aston DBX y luego pasando al Aston DB11. En anterior CEO de Aston Martin, Andy Palmers, ya dejó claro que no estaba previsto montar un motor de cuatro cilindros en ningún modelo de Aston. Una forma elegante de decir que hay que estar loco para pensar en un Aston Martin con un bloque de cuatro cilindros, por muy potente y rápido que pueda llegar a ser.

Sin embargo, Tobias Moers (recordad, el actual CEO de Aston), si ha dicho que los motores electrificados podrían ser una buena opción para el Valhalla, aunque no tiene muy claro si los V8 híbridos del próximo Mercedes-AMG GT 73e y S73 e cuatro puertas encajarían en el especial deportivo británico (básicamente, son muy grandes y el Valhalla tiene poco sitio para el motor). Por el momento, el V6 híbrido de desarrollo propio es la opción más probable, motor, por cierto, que toma como base de partida el brutal V12 Cosworth.

En lo referente a los motores de Mercedes-AMG, hay quien se ha aventurado a dar datos y cifras. Se dice que será el cuatro cilindros del A45, con 421 CV, el propulsor base al que se adosarán los sistemas híbridos que le permitirán llegar hasta los 550 CV y rondar los 800 Nm de par. Son cifras muy respetables, pero hablamos de un cuatro cilindros híbrido, cuando se acabe la carga de las baterías, se perderán más de 120 CV por el camino y eso es mucha potencia.

Por supuesto, cuando Mercedes-AMG comience a usar los motores de cuatro cilindros en algunos de sus coches, las críticas no se harán esperar. De todas formas, antes de criticar pensar en que algunos de los coches más deseados del mundo usan un motor de cuatro cilindros. Por ejemplo, el Lancia Delta HF Integrale usa un cuatro cilindros turbo, el Lancia 037 también tenía un 2.0 turbo de cuatro cilindros. ¿El Sierra Cosworth? otro cuatro cilindros turbo y el Escort RS Cosworth también. Y no olvidemos a los Lancer EVO y Impreza WRX STI, ambos con motores de cuatro cilindros. Tampoco se ha quejado nadie del cuatro cilindros turbo del Civic Type R…