Como ya sabéis, Audi está muy orgullosa de haber puesto en la calle su primer segundo coche eléctrico, el e-tron. Se trata de un hito más en la historia de innovación de Audi. Este modelo entrará a competir con el Tesla Model X y Jaguar i-PACE, y ya se está aireando en campañas publicitarias.

Sin embargo, esta vez Audi no se ha atribuido el éxito de haber inventado el coche eléctrico. Se trata de un hito más en la historia de innovación de Audi. Markus Duesmann, CEO de Audi mientras Rupert Stadler está pasando unas vacaciones a la sombra por nosequé de unos juicios, fue claro al respecto: “Esta vez teníamos que decir que el coche eléctrico ya estaba inventado, así quedamos como más humildes. No obstante, recuerdo que sacamos hace años el R8 e-tron, ¿eh?”

A fin de cuentas, Audi inventó muchas cosas, pero no el coche eléctrico. Duesmann agregó: “todo el mundo sabe que el primer coche eléctrico fue el Volkswagen Golf Citistromer, que lo que había antes eran carretas con motores eléctricos, o prototipos sin viabilidad comercial.”

La marca de los aros tiene grandes expectativas sobre el e-tron, al menos para que la gente se olvide de toda esa movida del diésel. “En Audi inventamos la tracción delantera y el subviraje, luego la tracción total quattro, los motores TDI de inyección directa, los coches híbridos, los motores FSI de inyección directa de gasolina, los combustibles sintéticos, hasta los faros láser, todo sea dicho” -concluyó el alto directivo.

Los publicistas aún no salen de su asombro con el encargo de la actual campaña, pero creen que funcionará. El Audi e-tron reforzará la imagen de la marca y le permitirá arañar clientes a Tesla, al menos hasta que Mercedes-Benz y BMW tengan listos sus eléctricos. Mientras tanto, en California, Elon Musk se está fumando otro porro con maría triturada con el Peugeot Grinder mientras piensa en el Audi e-tron, no muestra signos de preocupación.

NOTA: lo que acabas de leer es una noticia ficticia, total o parcialmente, únicamente con propósitos humorísticos. espíritu RACER se ampara en la figura legal del animus iocandi, es simplemente humor, chanza y coña. Cualquier persona nombrada, hecho o situación que coincida con la realidad es pura coincidencia.