Coche del día: Ford Focus ST170

Coche del día: Ford Focus ST170

Un compacto deportivo para puristas


Tiempo de lectura: 3 min.

La primera generación del Ford Focus, aparecida en 1999 para reemplazar al Ford Escort, pronto se ganó un lugar entre los aficionados y entre la prensa especializada, por un comportamiento referencia en el segmento. El Focus se convirtió en uno de los mejores compactos por chasis y, por tanto, en dura pugna con el Volkswagen Golf y con el también recién llegado SEAT León.

Sin duda, la generación de modelos aparecidos a finales de los 90 y comienzos del Siglo XXI se puede considerar una de las mejores, tanto por oferta disponible, como por bondades de cada modelo; SEAT León, Ford Focus, Citroen Xsara, Opel Astra G, Alfa Romeo 147… una generación más que interesante que hoy está en pleno purgatorio, camino a convertirse en auténticos clásicos. Además, todos ellos contaron con versiones de talante bastante deportivo, que, en algunos casos, apostaban más por las sensaciones que por las prestaciones reales.

ford focus st170 (3)

Ese era el caso, por ejemplo, del Ford Focus, cuyo chasis estaba a un nivel que incluso al SEAT León, considerado uno de los mejores en aquellos años, le costaba mantener las distancias con el compacto firmado por los americanos. Sin embargo, las primeras versiones se quedaban muy cortas en cuanto a potencia y no podían plantar cara con cierta dignidad a los rivales. Durante los primeros compases de comercialización, el Focus MK1 tenía, como opción más potente, un dos litros Duratec con 130 CV, insuficientes para que se pudiera considerar mínimamente dinámico.

Hubo que esperar hasta la llegada del Ford Focus ST170, cuatro años después de su lanzamiento, para que contara con una versión digna de estar ente los GTI más deseados del momento. Estéticamente apenas se diferenciaba de un Focus normal, solo contaba con pequeños detalles como las llantas multirradio con 17 pulgadas, una nueva calandra con rejilla en nido de abeja y una altura con respecto al suelo rebajada. En el interior, más de lo mismo y pocos detalles delataban su condición.

De todas formas, no era su objetivo, el Focus ST170 no buscaba sorprender con su imagen, le sobraba personalidad y no necesitaba de adornos externos para potenciar aún más esa presencia. Con el Focus ST170 se apostó por ofrecer un comportamiento a un nivel que solo los más puristas y amantes de la conducción sabrían apreciar. Ford venía de ofrecer un Escort que no destacó precisamente por ser un coche lineal y predecible, y con Focus borró el recuerdo del Escort de un plumazo al conseguir un coche que, como hemos dicho antes, se colocó entre los referentes de su segmento.

ford focus st170 (2)

Ese comportamiento subió a otro nivel con el ST170, sobre todo a nivel de frenos, con discos delanteros de 300 milímetros de diámetro delante y 280 milímetros detrás, que tenían que parar un conjunto que superaba los 1.200 kilos por muy poco. Sin embargo, lo mejor estaba en su motor, un dos litros atmosférico de 127 kW –173 CV– a 7.000 revoluciones y 196 Nm a 5.500 revoluciones. Eran un motor bastante puntiagudo, con el par máximo a elevadas revoluciones y una capacidad de para subir de régimen más propia de un motor japonés. Y he ahí la magia de este coche, la necesidad de exprimir el motor al máximo para obtener prestaciones, lo que, a su vez, ofrece unas grandes sensaciones al volante.

Comparado con sus principales rivales, el Ford Focus ST170 era el más lento de todos. El 0 a 100 km/h lo completaba en 8,2 segundos y la velocidad máxima era de solo 215 km/h, pero era claramente un coche para puristas, con un motor de aspiración natural de altas revoluciones rodeado por muchos y poderosos motores turbo. Un coche para conducir y disfrutar, sin tener que estar tan pendiente de ser el más rápido.

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Sobre mí

Javi Martín

Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".

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Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches desde que era un chaval. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Ahora embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.

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