Este fin de semana han sido las 12 horas de Bathrust en Australia y la gente de Ford y BMW habló con la prensa sobre sus planes en el WEC, y parece que no pintan bien las cosas para este campeonato. Tras las salidas en temporadas pasadas de Audi y Porsche, son ahora BMW y Ford los que se replantean su participación en el campeonato de resistencia.

Por su lado Jens Marquardt, director de BMW Motorsport, dijo que después de las 24 Horas de Le Mans en junio de este año, evaluarían si seguir en la siguiente supertemporada 2019/20 con su BMW M8 GTE o jubilarlo anticipadamente del WEC. También mencionó que su participación en el IMSA para la temporada que viene se vería evaluada después del Petit Le Mans en Atlanta a mediados de Octubre.

El BMW M8 GTE fue presentado al público en el salón de Frankfurt de 2017 e hizo su debut en pista en enero de 2018 en las 24 Horas de Daytona, donde su actuación se limitó a una carrera por la supervivencia lejos de poder disputar nada. En mayo arrancaba el WEC en Spa, donde los M8 se batían contra los veteranos Ferrari 488, Ford GT, Aston Martin Vantage y los Porsche 911 RSR. La incorporación de BMW al WEC era celebrada por todo lo alto por la organización que conseguía una marca con una gran imagen como la de los bávaros.

Por otro lado en boxes observaban con recelo al recién llegado, porque sabían que aún no estaban listos para rendir al 100 %, que el coche por su concepción como GT tenía limitaciones y que esos problemas iban a salpicar al resto de la parrilla por el dichoso Balance of Performance, cuyo objetivo es poner a todos los rivales al mismo nivel. El GT alemán tuvo que esperar a su primer podio, que le llegó en las 6 horas de Fuji y en las 24 de Daytona de este año ganó en su categoría, en una carrera pasada por agua.

Como te adelantábamos, Marquardt no fue el único en hablar sobre el WEC. Los encargados de Ganassi Racing, que son quienes corren con los Ford GT, también pusieron nubes negras sobre su coche al afirmar que Ford aún no quiere comentar nada sobre su implicación en la siguiente temporada del WEC. Entre sus opciones están extender otros dos años más la vida del Ford GT, que originalmente estaba planeada sólo para dos temporadas; vender los Ford GT a equipos cliente (si ellos siguieran corriendo, un equipo oficial estaría aún en el aire); meterse en la categoría DPi del IMSA y olvidarse de los GT; o colgar los guantes, ya que Ford Motor Company vuelve a tener problemas financieros.

De darse el peor escenario posible en la categoría GTE, una de las más reñidas, se quedaría de golpe con seis coches menos, dejando sólo el pastel en manos de los italianos, alemanes e ingleses. En Bathurst no todo fueron malas noticias, se vio al Brabham BT62 rodar y se refrescaron sus intenciones de competir en el WEC para la temporada 2020/21, en la categoría GTE.

El mundo del motorsport es a veces caprichoso y muchas veces el interés de los organizadores entran en conflicto con el de los fabricantes, dando al traste con la ilusión de muchos fans. Otras veces, en cambio, fruto de la casualidad o de unos movimientos hábiles por ambas partes, se conjugan para dar carreras y duelos legendarios. Mientras que todo esto pase, lo seguiremos contando y recordando en espíritu RACER. Stay tuned!