El mito vuelve. El BMW Serie 8 Coupé despierta de un letargo de casi dos décadas -la Serie 8 (E31) nos abandonó en 1999- y vuelve como el reemplazo legítimo de la Serie 6 Coupé. El fabricante ha decidido que su puesta de largo coincida con el retorno a la prueba de Le Mans como equipo oficial tras siete años de ausencia. BMW alineará dos BMW M8 GTE para batirse en la segunda prueba del calendario del mundial de resistencia, el WEC.

Los bólidos ya han demostrado su valía en la carrera de Spa-Francorchamps en Bélgica y en el Campeonato IMSA WeatherTech SportsCar de EEUU. BMW nos da pinceladas de lo que podemos esperar en el buque insignia provisional, el BMW M850i ​​xDrive Coupé, ya que previsiblemente habrá después un M8 matriculable.

El M850i xDrive contará con motor V8 (los V12 ya son muy políticamente incorrectos), tracción total, diferencial trasero autoblocante, dirección activa integral (a las cuatro ruedas), suspensión M adaptativa, llantas de 20 pulgadas con lo mejorcito en gomas… amén de otras tecnologías esperables en el segmento como asistencias a la conducción, conectividad a Internet, etc. Por supuesto, dispondrá de un nivel de equipamiento y opciones que podrán marear, y para los inconformistas siempre quedará BMW Individual. ¡Solo es un problema de dinero!

Según BMW, la nueva Serie 8 cumplirá “los más altos estándares en la gama de modelos en términos de dinámica de conducción y cultura del automóvil.” Gracias a modelos como este, podemos pasar por alto que BMW se hinche a vender SUVs y que esté por llegar la monstruosidad del X7, anticipado en el Salón de Frankfurt de 2017 como prototipo.

Los coupés están lejos de estar acabados por la fiebre del SUV, eso sí, cada vez son más difíciles de adquirir. Las marcas Premium son prácticamente las únicas que apuestan por este tipo de carrocería, en el que se tiene parte de la capacidad y elegancia de una berlina, pero con una línea más deportiva, sin por ello dejar de tener un coche utilizable. Por lo tanto, el precio medio de este segmento va al alza, ya no son coches populares (entiéndase como nuevos).

Como viene siendo habitual en los últimos años, las series impares en BMW corresponden a los modelos de mayores ventas y con un enfoque más pragmático (sí, la Serie 2 Active Tourer parece no encajar ahí). La gama se complementa con las series pares, más emocionales, donde están las carrocerías coupé, cabrio y derivadas para berlinas y SUV.