Coche del día: 1934 Stout Scarab

Coche del día: 1934 Stout Scarab

"Simplifica y agrega más ligereza"


Tiempo de lectura: 8 min.

Esta era la máxima del creador de nuestro protagonista de hoy, el 1934 Stout Scarab, creado por el ingeniero de origen estadunidense William Bushnell Stout. De hecho, ese mismo lema fue después aplicado entre otros por Anthony Colin Bruce Chapman, creador y fundador de la compañía Lotus. Pero para hablar de la que posiblemente sea el primer monovolumen de la historia, hay que mencionar a su creador.

Stout fue un adelantado a su tiempo y quizás un incomprendido, pero dejó su huella en el mundo de la automoción, incluso en el de la aviación. Era otra de sus pasiones, colaboró estrechamente en la creación de varias aeronaves e incluso su propia compañía, la Stout Metal Airplane Co. en 1922. Compañía adquirida dos años después por Ford Motor Company, donde Stout siguió colaborando estrechamente, siendo el diseñador del modelo Ford Tri-motor para la empresa americana. Pero vayamos un poco atrás.

En 1907, tras licenciarse en la Universidad de Minnesota, William se convirtió en ingeniero jefe de la Schurmeir Motor Truck Company. Es aquí donde comienza la brillante carrera de Stout, la que lo lleva a ser el gerente principal de ventas de Packard Motor Car Company justo el año donde la compañía inaugura su nuevo departamento aeronáutico y lo nombra el ingeniero jefe del proyecto.

Pero las inquietudes de William Bushnell Stout eran mayores que las de estar trabajando para una compañía, incluso teniendo en cuenta el calibre de Packard en ese momento. Así que, tres años después, funda la Stout Engineering Company, y es aquí donde comienza su investigación y desarrollo del 1934 Stout Scarab, presentando para 1932 el primer prototipo y dos años más tarde el modelo definitivo.

El Stout Scarab representó de alguna manera el germen de un nuevo concepto de automóviles que décadas después se denominaría como monovolumen

Ya en 1934 William Bushnell funda su nueva compañía enfocada en la fabricación de automóviles, Stout Motor Car Company, y le pide al diseñador holandés John Tjaarda -padre de Tom Tjaarda– que idee varias formas para la carrocería del Stout Scarab. Con la idea principal de montar un motor ligero de avión en el tren trasero de su nuevo automóvil, dotándolo de propulsión trasera, la idea es al final desechada, siendo un propulsor V8 de origen Ford de 85 CV de potencia y asociado a un cambio manual de tres velocidades el encargado de mover al Scarab. El cambio era transeje, por delante del motor.

Con todo atrás -es decir, el motor y caja de cambios-, Stout conseguía eliminar el eje de transmisión, por lo que el espacio en el habitáculo se incrementó al colocar un piso totalmente plano y sin resaltos respecto a un diseño de motor delantero. Además, ideó unos asientos giratorios salvo el del conductor, que iba anclado al piso, tan empleados décadas después en las furgonetas y monovolúmenes de casi todas las marcas.

El cuero, la madera y el mimbre con el que estaba forrado el techo y las partes bajas de los paneles de las puertas eran los principales materiales para conformar los elementos del espacioso habitáculo, gracias a la gran distancia entre ejes del Stout Scarab, donde se podía incorporar una mesa plegable como parte del equipamiento y donde alrededor de ella podían agruparse hasta cinco personas.

En el primer prototipo tanto chasis como carrocería -en configuración monocasco- estaban fabricados en aluminio, lo que le confería al Stout Scarab un liviano peso, de 1.400 kilos, a pesar de sus dimensiones exteriores. Nuevamente, la idea principal fue modificada en el prototipo final, donde su carrocería fue fabricada en piezas de acero y se optó por soluciones técnicas como suspensión independiente con amortiguadores de aceite y muelles helicoidales, que hacían del Stout un fantástico rutero en el que se percibían mínimamente las irregularidades del terreno.

Con unas líneas inspiradas en el exterior de una cabina aérea, el Stout Scarab contaba hasta con 11 ventanas, aunque la de su parte trasera llevada a la mínima expresión, no era todo lo útil que cupiera esperar. Eso, unido a la ausencia de retrovisores, hacían la visión trasera la mayor pega del modelo.

Con un diseño redondeado, el Stout carecía de tiradores de ningún tipo, ya que sus dos puertas se abrían por medio de un pulsador eléctrico. A destacar también sus ruedas traseras, que quedaban semicarenadas, o su frontal que era casi chato, en el que sus faros delanteros iban dentro de unas rejillas a modo de jaula y un gran escarabajo en relieve presidia su calandra central.

El Scarab estaba dotado de dos puertas para su acceso: una en lado del conductor, donde se podía acceder al puesto de mando, y otra puerta en el lateral opuesto en posición central para el acceso de los pasajeros, con el mismo sistema de apertura en ambos casos.

La parte trasera, al igual que el frontal, es un puro ejercicio de estilo y diseño, donde sus laterales son desmontables para el acceso al vano motor y contaban con rejillas para la ventilación de este. En el centro una calandra cromada de grandes dimensiones carenaba la luna trasera, bajando hasta el paragolpes, donde tras un enrejado se veía el ventilador. Todo ello conformaba la bella trasera del Stout Scarab, dotándolo de un diseño único e irrepetible.

Con un precio de 5.000 dólares de la época, duplicaba el valor de los mejores automóviles del momento, haciendo imposible su comercialización en serie. En dinero actual equivaldría a más de 90.000 euros

Stout Scarab 10

Pero el final de esta historia no es todo lo feliz que deseamos. El precio de aquel innovador automóvil llegaba a los 5.000 dólares del momento, una verdadera fortuna aún más teniendo en cuenta el concepto del coche en sí. Su creador en un principio calculó la fabricación de unas 100 unidades al año, pero la realidad es que entre 1934 y 1939 solo se construyeron a mano nueve Scarab en total, todos ellos bajo encargo y distintos entre sí en cuanto a terminaciones.

Unos años más tarde William Bushnell Stout volvió a crear un concept car similar al Scarab al que denominó Project Y-46, aunque en esta ocasión con una estética más discreta. Con dos grandes puertas delanteras, podía albergar hasta cinco ocupantes en su interior. Mecánica y transmisión seguían estando en el mismo lugar que en el Scarab de primera generación. En cuanto a innovaciones, y por primera vez, se montaba una carrocería en fibra de vidrio, al igual que su suspensión neumática, creada por Firestone en 1933 e inédita hasta el momento en un automóvil.

Nuevamente no pasó de ser más que una muestra de la capacidad de su creador para fabricar automóviles innovadores y únicos. La única unidad existente del Stout Scarab de 1946 está expuesta en Museo del Automóvil de Gilmore (Michigan, EEUU).

Stout Scarab Experimental 1946

Stout Scarab Experimental (1946) en el Museo de Gilmore – Fotografía: Greg Gjerdingen (Flickr) CC BY

En la actualidad hay constancia de cinco unidades supervivientes de las nueve producidas del Stout de 1934, siendo Ron Schneider, un empresario norteamericano, el propietario de dos de ellas. Compró la primera por 12.000 dólares y un tiempo después adquirió otra unidad totalmente desarmada. Varios años después consiguió darle forma a uno de ellos tras una restauración total, y forma parte de su colección de automóviles.

Las otras unidades han sido vistas en algunos festivales de automoción, donde consiguió ganar algunos premios, entre otros la Palm Beach Intl. en los años 2006 y 2007. El año pasado se hizo con el título de mejor vehículo de la década de 1930-1939 en el Concours of Elegance celebrado en el Palacio de Hampton Court (Reino Unido). La unidad en cuestión se cree fue lugar de reunión entre Dwight Eisenhower y Charles de Gaulle.

El Museo Histórico de Detroit tuvo expuesto uno de los nueve Stout Scarab fabricados y actualmente se conserva en Fort Wayne en una burbuja hermética para que resista mejor el paso del tiempo.

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J. Rubio

Soy un enamorado del motor en general y de los vehículos clásicos y motocicletas en particular. Dedicado al mundo de la automoción desde hace unos años, disfruto probando toda clase de vehículos y escribiendo mis impresiones y experiencias sobre ellos.

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