El Volkswagen Golf es un modelo que ha acaparado la atención con cada nueva edición. Desde que comenzó su andadura allá por la década de los 70, se ha ido ganado el favor del público hasta convertirse en el compacto referencia para todos, incluso para modelos que nada tienen que ver con un compacto. Actualmente, el simple hecho de ser un Volkswagen Golf ya le sirve para tener una lista de usuarios muy larga y para que todos miren detenidamente cómo suceden las cosas con el modelo.

La imagen que se ha ganado el Golf también resulta un problema para el propio coche, no todo es un camino rosas, pues se exige mucho más a este tipo de automóviles que al resto y cualquier movimiento en falso es duramente criticado. Los elogios llegan rápido, pero las críticas mucho más rápido y por lo general, suelen ser duras y sin compasión. Con la octava edición del Golf se puede apreciar esta última situación, provocado por un frontal que parece no haber causado una buena impresión en gran parte de los seguidores del modelo.

Sin embargo, se dice que un Golf es siempre un Golf y que hay cosas que se pueden perdonar. No obstante, la última versión del nuevo Volkswagen Golf luce especialmente bien. Quizá sea porque nos estamos acostumbrando al frontal, por la decoración o, todo hay que decirlo, porque los coches de competición siempre atraen, pero este Golf GTI GTC tiene una estampa espectacular.

La primera versión versión de competición del nuevo Golf debuta en Sudáfrica

El nuevo Volkswagen Golf estrena versión de carreras, pero en lugar de ir directamente al TCR o similares, hará su debut en Sudáfrica, en el campeonato Global Touring Car africano. Una acción que también significa el adiós del Volkswagen Jetta en aquel torneo, modelo que ha estado representando a la marca alemana hasta el momento. También es justo reconocer que el Jetta ya no se ofrece en países con el volante a la derecha, como es el caso de Sudáfrica y que las carreras siempre son una inmejorable forma de publicidad.

Así, la primera versión de carreras del Golf VIII se verá en el sur de África y ciertamente, no le tiene nada que envidiar a ningún TCR al menos en cuanto a imagen. El frontal, quitando la ortopédica entrada de aire en el centro del paragolpes delantero (donde iría la matrícula), tiene un aspecto rotundo con el faldón extendido hasta rozar el suelo, que continua por el lateral del coche dando forma a unos nuevos pasos de rueda ensanchados. Al entrada de aire inferior, como la del GTi de producción, no es funcional en toda su extensión, tan solo en el centro.

Visto desde atrás llama la atención el alerón, con unas dimensiones respetables y un soporte anclado al portón entre los pilotos y en el borde de la luneta simplificado al máximo. Obviamente, en las carreras el peso no es un gran aliado y se hace casi cualquier cosa para rebajarlo todo lo posible, por eso los coches se vacían al máximo y solo se deja lo imprescindible. No dejar pasar tampoco el aspecto lateral, con las ruedas delanteras con una marcada caída negativa y llantas de tuerca central.

Este Golf de carreras africano no es ninguna broma

No cabe duda de que el coche luce muy bien, mejor de lo que cabría esperar viendo las versiones de producción, siempre tan comedidas en cuanto a diseño o agresividad. Pero además, este Golf de carreras no es ninguna broma y presenta unas características que pueden sonrojar a cualquier turismo del mundial TCR, aunque luzcan más espectaculares con sus carrocerías super anchas y sus enormes alerones.

Bajo el traje del Volkswagen Golf hay un chasis reforzado con una estructura tubular al cromo-molibdeno (única para todos los participantes por normativa, al igual que las ruedas, la ECU o el tren de rodaje). Del modelo de producción no queda absolutamente nada y el habitáculo se encuentra totalmente desnudo a excepción de algunas planchas de fibra de carbono en el lugar que debería ocupar el asiento del copiloto, en la trasera, en las puertas o el cuadro de instrumentos, que además está simplificado al máximo y apenas es un mero soporte para los diferentes controles.

El corazón del Volkswagen Golf GTi GTC es una de las cosas más interesantes. Se trata del 2.0 TSI de la familia EA888, un cuatro cilindros turbo que para la ocasión alcanza los 500 CV y los 600 Nm de par, que se envían a las ruedas traseras en lugar de las delanteras como ocurre en las versiones de producción. Nada mal para un campeonato que apenas tiene alcance internacional, ¿verdad?

Correrán dos unidades en la categoría GTC1, que dará comienzo en agosto de 2020 tras ser aplazada por la crisis del COVID-19, el famoso coronavirus que todavía sigue teniendo a medio mundo contra las cuerdas. La primera prueba será en la pista de Zwartkops Raceway, en Johannesburgo, donde también habrá otras cinco marcas presentes para llevarse la gloria.

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