Un aficionado ha fabricado un Civic Type R tracción a las cuatro ruedas

Un aficionado ha fabricado un Civic Type R tracción a las cuatro ruedas

Con 800 CV está claro que no le va a venir mal, y su estética sigue siendo discreta


Tiempo de lectura: 3 min.

Nadie asociaría el compacto deportivo de Honda con la tracción a las cuatro ruedas, siempre fue, con permiso del Renault Megane, uno de los mejores tracción delantera deportivos. Pero como de inconformistas está lleno el mundo, y la tracción delantera tiene un techo de adherencia bastante cercano si aspiras a prepararlo, un aficionado ha fabricado un Civic Type R tracción a las cuatro ruedas. Con 800 CV está claro que no le va a venir mal, y su estética sigue siendo discreta a pesar de la brutal preparación.

En defensa de los de Honda diremos que nunca le hizo falta contar con ningún tipo de tracción a las cuatro ruedas, su propulsor de altas revoluciones se llevaba muy bien en conjunto con la tracción delantera, pero la llegada del turbo complicó un poco las cosas. Las maravillas de la electrónica obraron el milagro, pero la física tiene un límite, y más cuando pretendes que el tren delantero asimile 800 CV. Devin Niemela cogió un Type R que bien podría haber acabado siendo un cubo en un desguace y lo tomó como proyecto personal.

Este habilidoso aficionado se estudió el catálogo de piezas de Honda para su construcción, y por suerte ha documentado todo el trabajo realizado en su canal de Youtube. Como era de esperar, enviar potencia a las ruedas traseras de un automóvil que nunca fue diseñado para tal efecto implicó un trabajo enorme. El proyecto comenzó con un Type R destrozado, que Niemela inicialmente restauró para dejarlo como si nunca le hubiese ocurrido nada, y a partir de ahí, el proyecto escaló niveles exponencialmente.

Honda Civic Type R(2)

Esto requirió un montón de trabajo a medida, empezando por nuevos soportes del motor. El cuatro cilindros K20C1 turboalimentado de 306 CV que acompaña al Civic Type R fue reemplazado por un K24 proveniente de un Acura, que luego recibió un turbocompresor propio de gran tamaño. Esos 0,4 litros de cilindrada vienen muy bien a la hora de producir más potencia con la misma presión de sobrealimentación, y, además, el K20 siempre se utilizó para alcanzar muy altas revoluciones, ya que el K24 aportaba un par en medios del que no disponía su hermano pequeño.

Se adaptó el subchasis delantero de origen de un CRV para su uso en el CTR de Niembla, junto con el diferencial del SUV. Se mantuvo la sublime caja de cambios manual del CTR porque, por supuesto, Niemela no quería perderla. Conectar todo fue solo el primer paso, ya que una construcción como esta requiere una gran cantidad de cableado y trabajo de ajuste para que nada se rompa nada más ponerlo en movimiento. Aun así, siempre ocurre algo, y tras romper algunos componentes durante los primeros días, el más reseñable de los incidentes fue con la rueda dentada de distribución que requirió una reconstrucción completa de ese K24 turbo.

La caja de cambios también requirió algunos componentes más robustos, aunque eso no nos pilla por sorpresa cuando está impulsando por más del doble de su potencia original. Os dejo uno de los videos de este gran proyecto, seguro que lo disfrutáis tanto como yo.

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Sobre mí

Francisco Javier Rodriguez

En la época en la que pasaba el día dibujando coches, alguien me preguntó: ¿pero a ti te gusta más la mecánica o la carrocería de los coches? Esa misma semana leí el Manual del Automóvil de Arias Paz. Tenía 14 años, esa simple pregunta es la razón por la que estoy aquí, desde entonces no he parado de aprender sobre lo que se convirtió en mi pasión.

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Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches desde que era un chaval. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Ahora embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.

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Todo vehículo tiene al menos dos vidas. Así, normalmente pensamos en aquella donde disfrutamos de sus cualidades. Aquella en la que nos hace felices o nos sirve fielmente para un simple propósito práctico. Sin embargo, antes ha habido toda una fase de diseño en la que la ingeniería y la planificación financiera se han conjugado para hacerlo posible. Como redactor, es ésta la fase que analizo. Porque sólo podemos disfrutar completamente de algo comprendiendo de dónde proviene.

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En la época en la que pasaba el día dibujando coches, alguien me preguntó: ¿pero a ti te gusta más la mecánica o la carrocería de los coches? Esa misma semana leí el Manual del Automóvil de Arias Paz. Tenía 14 años, esa simple pregunta es la razón por la que estoy aquí, desde entonces no he parado de aprender sobre lo que se convirtió en mi pasión.

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