TVR era, al menos de momento, uno de los fabricantes más especiales que había en Reino Unido. Sus coches desprendían una fortísima personalidad y ofrecían un marcadísimo talante deportivo, que, además, también se acompañaba de un carácter muy marcado. Solo vendía en Reino Unido y eso, en parte, les costó finalmente tener que detener su actividad. De esto hace un buen puñado de años, aunque desde hace un tiempo, esperamos con interés su regreso al ruedo, aunque con un talante bastante diferente en todos los sentidos.

El nuevo y esperado TVR Griffith V8 se presentó en 2017 y prometía grandes cosas, como, por fin, una distribución a nivel internacional. Es cierto que el diseño del nuevo Griffith se aleja de los característicos diseños que siempre ha tenido TVR, y su motor, un Ford V8 tomado del Mustang, tampoco tendrá el carácter de los propulsores de seis cilindros y desarrollo propio, pero al menos, TVR no desaparecía y abría la puerta a un futuro interesante.

Sin embargo, desde 2017, las cosas no han terminado de funcionar y todo son retrasos. Por un lado, en 2018 el gobierno de Gales compró una participación del 3% –tras eso, se les considera empresa financiada por el estado según normativa europea–, luego la pandemia de 2020 y problemas posteriores que se centraban en dos fuentes: financiación e instalaciones. La falta de fondos impide el desarrollo del coche y los problemas con las instalaciones impiden su producción.

En 2021 prometieron que comenzarían con las actividades en las instalaciones del sur de Gales a finales de 2021, y se dejó caer que el coche estaría por fin en las calles en 2022. Estamos en 2023 –a finales de 2023– y el coche sigue sin dar señales. Es más, las últimas noticias de TVR son más problemas y más retrasos. Concretamente, los problemas proceden de la planta de producción, pues según South Wales Argus, los derechos exclusivos de TVR sobre la fábrica situada en Ebbw Vale, ya han caducado. No han empezado con la producción y ya no tienen los derechos sobre las instalaciones…

Obviamente, los derechos sobre las instalaciones pueden ser renovados, pero el gobierno de Gales ya las ha puesto en el mercado y lo que es peor aún, muchos clientes potenciales han manifestado su interés. Quien diría que el gobierno de Gales es parte propietaria de TVR…

“Hemos recibido varias consultas durante los últimos seis meses para un edificio de ese tamaño; definitivamente analizaremos todas esas consultas”, dijo Ellie Fry, directora corporativa de regeneración y servicios comunitarios. “Es un tamaño popular, ya que hay pocos edificios como este disponibles en el sureste de Gales”.

Desde TVR no se ha realizado ningún anuncio con respecto a la situación y por el momento, no se sabe nada más. No obstante, todo lo sucedido hasta el momento nos ofrece una imagen que no es nueva en el mundo del automóvil, donde una “vieja” empresa, con nuevos propietarios, se ve abocada al fracaso por un planteamiento demasiado optimista, acompañado de una mala gestión y una inversión insuficiente.