Volvo Cars y su empresa matriz Geely Holding Group acaban de anunciar que tienen la intención de fusionar sus esfuerzos en el desarrollo de motores de combustión interna de gasolina en un negocio independiente. De acuerdo con ambas compañías, esta medida les permitirá establecer “un nuevo proveedor global que buscará desarrollar mecánicas térmicas e híbridas de próxima generación”.

El nuevo negocio despejaría el camino para que la firma sueca se concentre en el desarrollo de una gama totalmente eléctrica como parte de la ambición de la compañía de poner la sostenibilidad en el centro de sus operaciones. A mediados de la próxima década, espera que la mitad de sus ventas globales sean totalmente eléctricas y la otra mitad híbrida, suministrada por la nueva unidad desarrollada en conjunto con Geely.

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Para el conglomerado chino, la nueva entidad planificada significa que tanto Geely Auto, como Proton, Lotus, LEVC, Lynk & CO y Volvo dispondrían de motores de gasolina eficientes, tecnológicamente avanzados y estarían incluso en sistemas híbridos. El nuevo negocio independiente planificado también puede suministrar a terceros fabricantes, proporcionando posibles oportunidades de crecimiento y sinergias con otras compañías automotrices.

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La nueva propuesta comercial incluiría a 3.000 empleados de Volvo y alrededor de 5.000 empleados de Geely, incluidas las funciones de investigación y desarrollo, adquisición, fabricación, TI y finanzas, y la compañía no prevé ninguna reducción en la fuerza laboral. Ambas firmas han comenzado a dividir sus operaciones en cuanto a los motores de combustión interna se refiere antes de formalizar completamente la fusión.

Volvo afirma que entiende que la transición hacia la electrificación a nivel mundial será gradual y que la demanda mecánicas híbridas eficientes existirá y seguirá siendo significativa. “Los coches híbridos necesitan los mejores motores de combustión interna. Esta nueva unidad tendrá los recursos, la escala y la experiencia para desarrollar estas cadenas cinemáticas de manera rentable”, dijo Håkan Samuelsson, presidente y director ejecutivo de Volvo.

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La casa de Gotemburgo defiende que no solo se trata de los propios ahorros potenciales de la fusión per se. El nuevo movimiento del grupo, además, protege los recursos de desarrollo de la compañía, en particular a los ingenieros que habrían visto reducir sus presupuestos a medida que Volvo ha continuado priorizando los trenes motrices completamente eléctricos sobre los sistemas de propulsión híbridos y tradicionales.

“Tenemos una ventaja al hacer esta reestructuración fundamental muy temprano porque el mercado de motores de combustión no crecerá en el futuro”, explicó Samuelsson. “Estamos haciendo exactamente lo correcto, que es utilizar sinergias. Eso es lo que haces cuando están lidiando con un mercado en contracción”. De hecho, de no tomar este nuevo cambio de rumbo, hubiese sido inevitable la pérdida de empleados.

Los nuevos planes están sujetos a la aprobación de las juntas directivas de Volvo y Geely, las autoridades pertinentes y las negociaciones sindicales. El endurecimiento de los requisitos de emisiones en Europa y China está fortaleciendo la lógica industrial para combinar las operaciones, donde al final o todos se unen o mueren en el intento.