Llevamos varios días viendo rumores sobre la resurrección del mítico Renault 5. Pero según esos rumores, no sería un automóvil convencional, al igual que el modelo original, el nuevo R-5 sería un modelo pionero, un referente en el segmento y para ello, ofrecía un diseño innovador, mucha tecnología y por supuesto, un motor eléctrico. Rumores que resultaron ser ciertos, una de esas ocasiones en las que el río sonaba porque agua llevaba, al menos en lo referente al Renault 5.

Renault está en un proceso de cambio muy importante, la llegada de Luca de Meo desde SEAT ha traído consigo ambición y nuevos planes para acelerar la electrificación del grupo francés y para romper algunos cánones. Por un lado y según los planes que vamos conociendo, la separación entre los diferentes segmentos del mercado estará más desvirtuada que nunca. Por otro, las fábricas españolas contarán con mucho apoyo de la marca si se vuelven más competitivas. Para terminar, la electrificación será la base de la oferta que está por venir.

Esta estrategia para los próximos años se encuadra dentro de lo que han denominado como “Renaulution”, la revolución de Renault que traerá consigo 14 nuevos modelos, la mitad de ello totalmente eléctricos, entre los que destaca el Renault 5 Prototype, un concepto que adelanta un nuevo modelo que estará en las calles para el año 2023, aunque conoceremos la versión definitiva de producción un año antes, en 2022.

Por el momento la marca no ha comunicado ni un solo dato del este prototipo, lo que hace dudar un poco sobre el prototipo. Sólo sabemos oficialmente que su diseñador, procedente de PSA, ha sido Gilles Vidal y ha querido ofrecer una reinterpretación moderna del mítico utilitario francés. Nada de replicarlo y con algunos detalles actuales, el coche tenía que representar lo mismo que cuando salió por primera vez al mercado.

El Renault 5 apareció en la década de los 70, concretamente en 1972, siendo una idea del director de proyectos de la marca, Bernard Hanon. Bernard quería un coche que atrajera a usuarios jóvenes y, además, también a las mujeres. En aquellos años una idea como esta de atraer a las mujeres era muy innovadora y podría ofrecer un enorme potencial, así que el diseñador encargado de dar forma al nuevo modelo, Michel Boue, hizo el resto.

Ya conocemos todos el resultado, pero lo que pocos saben es que el Renault 5 fue el coche que estableció los cánones de lo que hoy entendemos como un utilitario, aunque las primeras unidades montaban el selector del cambio en el salpicadero, como lo hacían los Renault 4 (y el Citroën 2CV, a pesar de no tener nada en común con estos). Fue un éxito sin precedentes, provocando la llegada de otros modelos similares como el Ford Fiesta algunos años más tarde (en 1976).

Ahora, el Renault 5 regresa con la misma ambición, con la idea de marcar el camino como lo hizo en la década de los 70, abriendo el camino de Renault a una nueva era donde la electrificación será el corazón de sus coches y donde el nuevo R-5 abrirá las puertas de la electrificación a un mayor número de usuarios sin tener que recurrir a una marca low cost o a automóviles básicos. El Renault 5, cuando llegue de nuevo a producción, buscará establecer la tecnología eléctrica como una opción más en el catálogo del fabricante para, con el tiempo, representar la única opción.

El próximo Renault 5 tomará como base, o al menos eso es lo que dicen, la plataforma CMF-EV, la misma que la alianza y usará para todos los nuevos modelos eléctricos. Esta plataforma se presentó con el concept Renault Morphoz y las capacidades de las baterías van desde los 40 kWh (400 kilómetros de autonomía) hasta los 90 kWh (700 kilómetros de autonomía). Sobre el motor (o motores) se habla de potencias de entre 100 y 160 kW, equivalente a 136 y 217 CV.

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