Ferrari Omologata. Así se llama el último capricho de un multimillonario europeo salido de los talleres de Maranello. Un coche del que se lleva hablando algún tiempo en la red de redes, apostando por una reinterpretación del Ferrari F40. No obstante, como se aprecia en las imágenes, se trata de un “one off” basado en el Ferrari 812 Superfast que lleva el concepto Gran Turismo a su lado más radical y que ha necesitado de dos años de trabajo.

Tan solo habrá una unidad, será un coche único en el mundo y a buen seguro será un objeto de colección y obsesión para muchos coleccionistas. Coleccionistas como el propietario, ya que Ferrari, con su forma de trabajar más exclusiva y exigente, solo atiende peticiones de este calibre cuando el cliente ya es poseedor de algún modelo de la firma o de varios y no precisamente de los acceso, si es que un Ferrari F8 Tributo se puede considerar “acceso”.

Los primeros bocetos de este ejemplar se presentaron hace dos años y todas las características, a excepción de su batidor y de todo el equipo electrónico, es a petición del cliente. Incluso el color, especialmente creado para el Ferrari Omologata. Incluso todo el acabado interior está hecho según los gustos del acaudalado cliente del Cavallino. No hay nada como tener mucho dinero, para poder guardar en el garaje el coche de tus sueños, ¿verdad?

Ferrari Omologata

Ferrari 812 Superfast

Además del bastidor, solo conserva el parabrisas y los faros del Superfast

Uno de los apartados más complicados que suelen tener coches como este ejemplar, es la homologación de determinados elementos. Por eso, Ferrari conserva faros y parabrisas del Ferrari 812 Superfast, por cuestiones meramente legales, aunque no sería la primera vez que aparece una creación única con elementos específicos homologados ex profeso.

De hecho, la propia Ferrari explica en su comunicado que lo más complicado ha sido crear un automóvil único, según exigencias del cliente, pero que cumpliera todos los requisitos de homologación en carretera sin que la usabilidad y la manejabilidad se vean alteradas. De ahí el nombre de Omologata, que como cabe esperar, se puede traducir como homologado o aprobado.

Para el diseño, la inspiración llegó desde el amplio legado en competición, hasta la ciencia ficción o la arquitectura moderna. Una combinación de conceptos que combinó con la idea de crear un diseño futurista con elementos propios adaptados al diseño básico del 821 Superfast, con su enorme morro y la cabina casi sobre el eje trasero. Es resultado es un automóvil de líneas simples y fluidas, mucho más suaves que las presentes en el Superfast, con un gran equilibrio en sus formas que se refuerza con la banda en contraste tras las ruedas delanteras, un detalle típico en los coches de competición de la década de los 60.

La zona más impactante del Ferrari Omologata es, sin duda, su trasera. La luneta deja paso a una persiana de tres lamas, que se acompaña de un nuevo paragolpes trasero y en lugar de cuatro pilotos, ahora tan solo luce dos, uno a cada lado embebidos en dos enormes aberturas que otorgan un fuerte carácter a esta zona del coche. Visto desde este ángulo, nadie diría que se trata de un Ferrari 821 Superfast, resultando mucho más provocador y más racing. Los cambios en el frontal son mucho más comedidos, aunque en realidad todo es nuevo, desde el paragolpes hasta las aletas delanteras, pasando por el capó o la entrada de aire.

Habitáculo purista, pero con toques únicos

Respecto a su habitáculo, poco podemos opinar o mostrar, ya que la marca no ha facilitado muchas imágenes y las públicas apenas muestran cuatro detalles. Sin embargo, la personalización llega a un nivel muy alto, aunque mantiene, en principio, todos los elementos del Ferrari 812 Superfast.

Los asientos, de los que apenas vemos nada, están tapizados en una combinación de piel de color azul y una tela vaquera denominada “Jeans Aunde”, acompañados de una nueva consola para los botones de la transmisión realiza íntegramente en aluminio. Hay ciertos detalles que buscan evocar las carreras de antaño, como una pintura rugosa que imita al recubrimiento que llevaban algunos coches de competición en la década de los 50 y 60.

Al mismo tiempo, otras zonas del habitáculo se han realizado mediante aluminio martilleado al desnudo, combinado con mucha fibra de carbono. La marca afirma que se ha buscado mantener una línea muy purista y se ha evitado iluminación ambiental alguna.

No se ha desvelado el precio, pero sabiendo cómo se las gasta Ferrari y que han necesitado algo más de dos años para completarlo sirven para hacerse una idea.

Galería de fotos

Ferrari Omologata