Gracias a una nueva patente presentada en la Oficina Alemana de Patentes y Marcas, los compañeros de CarBuzz han revelado en exclusiva que Porsche está trabajando para hacer posible el ajuste remoto del camber en el Porsche 911 GT2 RS. Así se elimina parte de la dificultad del proceso de refinar la configuración de cara al circuito, manteniendo ciertas aptitudes para la calle. Esta cota de la suspensión, habitualmente conocida como caída, está directamente relacionada con la velocidad del paso por curva.

Aquí ya se ha hablado extensamente sobre los tipos de sistema de suspensión y su diseño. Ellos pretenden que, en un sistema de suspensión de doble horquilla, la horquilla inferior se mantiene sin cambios, pero la horquilla superior, incluyendo el brazo de dirección, agrega un actuador. Al ajustar la distancia del punto más alto del amortiguador desde la carrocería del automóvil mientras se mantiene su punto más bajo fijo al soporte de la rueda, la inclinación de la rueda se ve afectada. En resumen, la parte superior de la suspensión es la encargada de aumentar o disminuir ese camber o caída.

Este sistema también podría funcionar con la suspensión MacPherson gracias a su simplicidad, ya que es poco más que una varilla roscada en la parte superior del conjunto del amortiguador que se puede alargar y acortar con el uso de un actuador. Esto significa que la inclinación puede ajustarse potencialmente sin pisar el taller. El 992 Porsche 911 GT3 RS ya ofrece la posibilidad de modificar los valores de rebote y compresión de cada rueda individualmente, e imaginamos que Porsche podría fácilmente hacer que esto también sea una posibilidad para el ajuste de inclinación.

La patente no menciona específicamente la capacidad de personalizar los valores de camber, solo modificarlos sobre la marcha. Lo que queremos decir con eso es que esta tecnología probablemente funcionaría automáticamente en función de los datos recabados por diversos sensores y software, o entre valores predeterminados según el modo de conducción. De esta forma, en un modo Race podría ser muy incisivo en curva y en modo Confort se convertiría en un tranquilo sedán.

Porsche señala específicamente que el ajuste de la inclinación puede generar ángulos de convergencia no deseados, lo que puede afectar negativamente la capacidad de dirección. La patente analiza cómo las fuerzas longitudinales, como las experimentadas durante la aceleración y el frenado, pueden transmitirse a través de la palanca de dirección a la barra de dirección superior en su configuración de doble horquilla. Esto afecta la convergencia y la inclinación de manera muy pequeña, pero si la suspensión de un automóvil puede contrarrestar estas fuerzas para mantener un cierto valor de inclinación o convergencia, teóricamente debería ser posible más agarre, el automóvil se manejará mejor y los tiempos de vuelta disminuirán.

Por un lado, no parece que este tipo de sistema haya sido completamente explorado con miras a las aplicaciones de automóviles de producción. Porsche sigue manteniéndose obstinadamente en la ubicación del motor trasero, que es difícil de gestionar, y con el nuevo GT2 RS que se espera que eleve el rendimiento una vez más, los de Stuttgart buscarán cualquier forma de minimizar los rasgos de manejo impredecibles o no deseados. No hay garantía de que Porsche ponga esto en producción en el GT2 RS, pero se pudo predecir con precisión que el GT3 RS tendría un alerón trasero estilo DRS, gracias a patentes anteriores.

Porsche busca constantemente formas de mejorar el rendimiento, ya sea a través de nuevos medios para enfriar activamente los frenos o nuevas formas de ajustar la suspensión, y esta última patente es una prueba más de que los genios de Stuttgart siempre se esforzarán por producir los mejores coches del mundo.