Coche del día: Audi TT V6 3.2 quattro

Coche del día: Audi TT V6 3.2 quattro

Fue la versión más potente de la primera generación del coupé alemán


Tiempo de lectura: 4 min.

El Audi TT tuvo su puesta de largo en 199, a finales de aquel año. Desde ese mismo momento, el coche se convirtió en un éxito y a día de hoy, más de 20 años después, es todo un icono de la firma y de comienzos del Siglo XXI. En el año 2023, con la locura eléctrica y las miradas puestas en el año 2035, el coupé alemán dice adiós al mercado sin que haya un reemplazo. Tres generaciones y versiones espectaculares quedan para el recuerdo.

Versiones como aquella equipada con el motor V6 de 3,2 litros lanzada en 2003, el motor más grande que ha montado el TT en sus tres ediciones, aunque no es el más potente, ese honor se lo dejamos al Audi TT RS, versión que llegó con la segunda generación equipada con el mismo motor del Audi RS3. Algo norma, no obstante, pues el Audi TT y el A3 tenían muchas cosas en común, tales como la plataforma, muchos sistemas, suspensiones… y sí, también motores. El motor V6 de 3,2 litros también se montó en el Audi A3, aunque fue a partir de la segunda generación, el motor en realidad procedía del Volkswagen Golf R32, pero no se montaba tal cual, sino que se sometía a una pequeña revisión para que adoptara un carácter “más Audi”.

audi tt 3 (4)

Según se dijo en su momento, la aparición del Audi TT V6 3.2 quattro, era la respuesta de la marca a las solicitudes de una versión más potente, por parte de los clientes y amantes del modelo. Pero además, la llegada del Audi TT V6 3.2 también se aprovechó para la puesta en escena de un cambio que sorprendió a propios y extraños: el automático de doble embrague DSG. Además, por si fuera poco, solo se ofrecía con tracción total y un aspecto acorde, que aumentaba todavía más el atractivo del modelo. Así, el paragolpes delantero era específico, el spoiler trasero era más grande y las llantas pasaban a ser de 17 pulgadas. El resto del coche se mantenía intacto, pues, en realidad, no hacía falta tocar gran cosa. El diseño original dio en el clavo desde el primer momento.

El motor, el corazón de todo automóvil y en especial, de un deportivo, era el elemento sobre el que giraba todo en esta versión. Como se ha dicho antes, era el mismo motor que montaba el Golf R32, peroné lugar de rendir 240 CV, en el Audi TT prometía 250 CV a 6.300 revoluciones y el par era de 320 Nm entre 2.800 y 3.200 revoluciones. Unas cifras, quizá, un poco justas para un coche que pesaba 1.595 kilos, una tara que se debía, claro está, al sistema de tracción total –y al peso del motor de 3.189 centímetros cúbicos, por supuesto–. Sin embargo, no era un coche lento, la relación peso-potencia era de 6,4 kilos/CV, podía acelerar de 0 a 100 km/h en 6,4 segundos, los 400 metros los completaba en 14,6 segundos, los 1.000 metros con salida para en 26,4 segundos. Para cuando había recorrido el primer kilómetro, ya rodaba ligeramente por encima de los 200 km/h, pues tardaba en alcanzar esa velocidad 24,4 segundos.

Todo eso se debía, en gran parte, a la nueva caja de cambios automática DSG, que significa Direct Shift Gearbox, por si todavía no sabíais su denominación auténtica. Era un cambio extremadamente rápido y eficaz, sin tiempos vacíos entre cambios y que, además, permitía una conducción deportiva realmente divertida y placentera. El Grupo Volkswagen había estado mucho tiempo con el desarrollo de esta transmisión, de hecho, los primeros prototipos se remontan a 1985 y al Audi quattro del Campeonato Mundial de Rallyes.

Con respecto a la tracción total, aunque recibía la denominación quattro, en realidad era el equivalente al sistema 4MOTION de Volkswagen, pues el VR6 –sí, era la enésima evolución de aquel motor– se montaba en posición delantera transversal y en consecuencia, equipaba el diferencial Haldex y no el clásico Torsen.

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Sobre mí

Javi Martín

Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".

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Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches desde que era un chaval. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Ahora embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.

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