He aquí los motivos por los cuales no es exagerado considerar a este Audi 80 Quattro el sedán definitivo

He aquí los motivos por los cuales no es exagerado considerar a este Audi 80 Quattro el sedán definitivo

Un cuatro puertas que a la exitosa fórmula de tracción le agrega un poderosísimo motor, algo de contexto y por qué este modelo 1984 está valuado en alrededor de 25.000 euros


Tiempo de lectura: 4 min.

“Imagina un sedán deportivo con tracción total. Imagina que este coche fue diseñado para funcionar no como un todoterreno, sino como uno de carretera de alto rendimiento. Imagina un manejo tan avanzado que ofrece ‘combinaciones de tracción capaces de conquistar prácticamente cualquier superficie de conducción que se le ocurra’”. Esto se leía en páginas de revistas como Motor Trend, allí por marzo de 1984. Junto a estas líneas –más abajo–, la imagen que mejor resume la esencia de este modelo. El legendario Quattro A1 detrás del Audi 4000, que es como se comercializaba en Norteamérica al Audi 80. Todo esto como parte de un aviso publicitario de la época, una época de gloria para la marca alemana. Tan así, que hoy ese aviso decora las paredes de amantes del motor que se resisten a olvidar.

Claro que, en definitiva, el considerado pionero de los automóviles con tracción total –sólo por el antecedente del Jensen FF 1966 no fue el primero– fue resultado de una ya instalada segunda generación, pues todo partía del sedán B2 1978, que a su vez ampliaba la gama con su hermano deportivo: el GT Coupé. A éste, Audi le incorporó el tope de gama, el que conquistaría en poco tiempo el Campeonato Mundial de Rally. ¿Cómo no, entonces, aplicar la consagrada fórmula de tracción en el sedán? La era del Audi Quattro es uno de esos casos célebres que prueban cómo los éxitos deportivos pueden revolucionar la gama de producción.

Para Audi, aquel entrañable y temerario corredor significó una refundación. El Audi 80 era ahora Audi 80 Quattro, era ahora lujo, tracción 4×4 y adherencia. El modelo de serie no destacaba por ser altamente potente, pues no heredó del Audi Quattro el turbocompresor. Y este ejemplar que se anuncia a la venta por Classic Car Auctions –a un valor de entre 18 y 22 mil libras– no fue la excepción, ya que en el ‘84 salió de fábrica con apenas 134 caballos. Claro que, 40 años después de salir de la línea de montaje, han ocurrido cosas.

Audi 400 y Audi quattro S1

Si cuatro décadas atrás Audi nos invitaba a imaginar un sedán deportivo con tracción permanente a las cuatro ruedas, ahora imaginemos un sedán deportivo modelo 1984 con tracción total y una potencia superior a los ¡650 CV! Sí, definitivamente han ocurrido cosas y se justifica que desde la casa que lo subasta se lo presente como “el coche de lujo definitivo”. Con tamaña cifra, no puedo no mencionar antes que cualquier otro atributo que debajo de su capó se esconde un cinco cilindros que no es el original, sino un motor del Audi S2 conectado a una caja manual de seis velocidades cortesía del familiar RS4 (B5). Al abrir sus puertas, esperan unos asientos eléctricos del RS2. En resumidas cuentas, el sueño de todo amante de los Audi de los años ‘80 y ‘90.

Basta con echarle el ojo a las fotos para entender que el motor no es en este Audi lo único retocado. Creo que su acabado en Rojo Marte, los componentes de época –parachoques, su clásica parrilla, las ópticas y los predominantes pilotos– y cada sección que hace a su concepto de diseño exterior –caída hacia la zaga, mi parte favorita– no se merecían llantas como las Oz de aleación con que se ofrece. Hay veces en las que menos es más y, aquí, mayor cantidad de radios no expresa necesariamente agresividad, si eso es lo que se buscó.

Me despido con su interior, para el cual no quedan palabras, no hay calificativo que valga. Una completa maravilla. ¿Eso es un sedán? Lo es. Frente a este ejemplar, el habitáculo original del 80 Quattro no tiene nada que hacer. Los asientos RS2, el cuero negro y la palanca –mecánica y estéticamente a la altura de la misión de la caja de soportar su gran potencia y par motor– hacen de la placa Audi Sport en el volante un insignificante detalle.

COMPARTE
Sobre mí

Redaccion

COMENTARIOS

avatar
2000
 
smilegrinwinkmrgreenneutraltwistedarrowshockunamusedcooleviloopsrazzrollcryeeklolmadsadexclamationquestionideahmmbegwhewchucklesillyenvyshutmouth
Foto
 
 
 
  Suscribir  
Notificar de


NUESTRO EQUIPO

Pablo Mayo

Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches desde que era un chaval. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Ahora embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.

Javi Martín

Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".

Ángel Arias

La historia del automóvil está llena de grandes emprendedores, de ideas arriesgadas, curiosas casualidades, irreconciliables enemistades y muchos fracasos. Es un mundo intenso y fascinante del que muchos hemos quedado cautivados. Cualquier vehículo con un motor me parece interesante, ya sean motocicletas, automóviles, camiones, aviones o barcos; es estupendo sentir la brisa del viento en la cara sobre uno de ellos. Si estáis aquí es porque compartimos afición.

Alejandro Delgado

Jesus Alonso

Javier Gutierrez