Coche del día: SEAT Terra diésel

Coche del día: SEAT Terra diésel

La furgoneta de currito español


Tiempo de lectura: 4 min.

La SEAT Trans nació como derivado de turismo y versión comercial de gran amplitud, para competir con el Renault 4F y el Citroen Dyane 6-400 y diversificar las opciones de vehículos comerciales con los que ya contaba la marca. Presentaba la misma forma constructiva que el comercial de Renault, utilizando una chapa de formas cuadrangulares fabricada y reforzada por estampación para coronar la parte posterior de la zona de carga. Aunque esa parte quedaba mejor integrada en el francés, los técnicos españoles encargados del desarrollo de la Trans buscaron una mayor capacidad volumétrica.

Cuando SEAT se fue divorciando de FIAT y cayendo posteriormente en las manos de los alemanes, tuvieron que hacerle un lavado de cara al Panda y a otros automóviles de la marca para convertirlo en el Marbella y evitar así el pago de Royalties a los italianos. Por extensión, los cambios llegaron a su versión comercial, que cambió su nombre por el de SEAT Terra.

Integrada ya en Volkswagen, la pequeña comercial de la marca española se benefició de su nueva posición, integrando mecánicas de procedencia germánica, como por ejemplo el motor diésel atmosférico de 1.272 cc proveniente del Volkswagen Polo. Rendía una potencia de 45 CV a 4.900 rpm y un par máximo de 75 Nm a 2.600 rpm que transmitía a las ruedas delanteras mediante una caja de cambios de 5 velocidades. No era mucho, pero era más de lo que podía ofrecer la otra motorización disponible, el sempiterno 903, que sólo ofrecía 60 Nm, 500 rpm más arriba. Poseía una relación de cambio ajustada a las nuevas pretensiones del vehículo, incorporando un grupo más corto (piñón-corona del diferencial), que mejoraba más su capacidad de arrastre o de transporte que la de aceleración.

Sus prestaciones no eran para competir en un gran premio, con una velocidad máxima de 120 km/h, su entorno estaba limitado a la ciudad y alrededores. Con una capacidad de aceleración para llegar a los 100 km/h desde parado, de unos tranquilos y sosegados 25 segundos, callejear por la ciudad era más fácil que enfrentarse a velocidades de crucero de 100 km/h por autopista donde su aerodinámica no facilitaba las cosas. A diferencia de sus competidores, que estaban incorporando formas más redondeadas en sus carrocerías, en SEAT todavía utilizaban el transportín de color negro que llevaba su antecesor sobre la zona del piloto y el copiloto y que le proporcionaba ciertas capacidades aerodinámicas como deflector de aire. La velocidad no era su fuerte, pero brindaba aquilatados consumos de 6 litros en ciudad y de 5 litros a 90 km/h de velocidad de crucero.

SEAT Terra diésel (2)

Como ocurrió con otros modelos de SEAT, el Terra era una “evolución” de lo que ya tenía en catálogo cuando se marchó FIAT, que les permitió seguir adelante

Su versión combi contaba con la zona de carga acristalada y con unos asientos traseros, que aunque no se podían plegar hacia delante, sí que podían ser desmontados en tiempo récord. Contaba con una capacidad de carga mayor que el Marbella Van (versión comercial), 2.450 litros frente a 1.090 litros, gracias a que su longitud entre ejes era 240 mm mayor, su longitud máxima aumentó hasta los 3.870 mm y en su zona de carga se podían meter paquetes con una altura máxima de 1.340 mm.

En el interior nos encontramos con mucha chapa a la vista, sobre todo en la zona de carga, acompañada de un sencillo equipamiento heredado de su hermano pequeño. Se prescinde de cualquier sistema eléctrico que pueda estropearse, como los elevalunas eléctricos, el cierre centralizado o los espejos regulables eléctricamente. Tampoco es que fuesen necesarios en los cortos desplazamientos para los que fue pensada. En el cuadro de instrumentos nos encontramos con los mismos familiares indicadores (velocímetro, nivel de combustible e indicadores luminosos) a los que hay que añadir una novedad, el reloj de temperatura del motor.

Tenía una mecánica robusta, fácil de reparar y no era un coche cómodo, pero era perfecto para realizar trayectos cortos en el campo o en la ciudad y aparcarlo en cualquier sitio gracias a sus pequeñas dimensiones. Su comportamiento en carretera era “correcto” siempre que fuese con algo de carga y no se pasase por asfalto bacheado, porque, sino el eje trasero con ballestas demostraba un comportamiento rebotón. Poseía unos neumáticos un poco más anchos que los del Marbella, 145SR13, que aunque hacía que se agarrase más a la carretera, no facilitaba el manejo del coche con viento lateral por culpa de su gran altura.

La SEAT Terra no solo se encontraba en las calles de nuestras ciudades donde antiguamente se podía ir a unos 60 km/h, sino que en el entorno rural sustituyó al tractocarro en muchas tareas gracias a su velocidad y a su capacidad de transporte de 520 kg, aunque este límite nadie lo tuviese en cuenta realmente. Fue el mejor amigo del autónomo, el coche para todo de muchas empresas y el burro de carga de muchos agricultores y ganaderos.

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Javier Gutierrez

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