Coche del día: Ford Escort RS2000 (MK5)

Coche del día: Ford Escort RS2000 (MK5)

Rival directo del Opel Astra GSi, presumía de culata Cosworth y 150 CV


Tiempo de lectura: 3 min.

El Ford Escort, el antecesor del Focus, fue un modelo que estuvo en el mercado durante varias generaciones y gracias al éxito que supuso con cada generación, se convirtió en todo un mito. Es más, estuvo en el mercado más tiempo del que estará el Ford Focus –su producción cesa en 2025, sin reemplazo–. Sin embargo, no todas las generaciones del Escort tiene una buena imagen, a penúltima generación, la quinta, fue criticada inicialmente por la prensa, aunque el modelo todavía mantenía una buena imagen.

La quinta generación del Escort se lanzó al mercado en 1990 y con respecto al modelo saliente, era un diseño completamente nuevo. Sin embargo, según la prensa, no mejoraba a su antecesor de forma significativa, con un tacto y una conducción tirando a regular, animado por motores anticuados. En Reino Unido se llegó a alentar a los compradores a optar por las unidades de la generación anterior que todavía quedaban en stock, algo que dejaba claro que no se había logrado un gran trabajo. Es una situación llamativa, Ford siempre supo como poner en circulación modelos interesantes de conducir y agradables de usar, pero con el Escort MK5 parece que no dieron con la tecla.

ford escort rs2000 (3)

Evidentemente, Ford no era ajena a estas críticas y se puso a trabajar para solucionar los problemas, con un resultado que se lanzó al mercado tan solo dos años después, aunque mientras tanto, amplió la gama del Escort MK5 con algunas versiones interesantes, que lograron salvar los muebles, aunque solo fuera en cuanto a crítica de la prensa. Así, para finales de 1991, Ford decidió resucitar la famosa etiqueta RS2000 y colocarla en la trasera de un Escort, aunque en esta ocasión sería un tracción delantera. No obstante, Ford, como se ha comentado antes, siempre ha sabido como hacer un buen chasis y ya sea tracción delantera o propulsión, las cosas suelen salir bien.

La publicidad de la época empleaba el slogan “The Champ is back”, el campeón está de vuelta y en parte así era, pues no tardó en ganarse el favor de la prensa gracias a un buen equipamiento y un comportamiento todavía mejor. Como compacto, era un gran coche, pero como Escort MK5 era sensacional. De hecho, el coche fue uno de los favoritos entre los compactos deportivos, aunque hoy esté totalmente olvidado y coches como el FIAT Tipo 2.0 16v tienen más seguidores. También es cierto que la primera generación del Opel Astra GSi se llevó muchas atenciones, a pesar de no ser realmente mejor que el Escort RS2000 16v.

ford escort rs2000 (2)

Para animar al Ford Escort RS2000 se optó por el bloque de 1998 centímetros cúbicos procedente del Scorpio y del Sierra, un cuatro cilindros que en los modelos mencionados montaba una culata de dos válvulas por cilindro, pero que para la ocasión se modificó para mejorar determinados apartados y para poder adoptar una culata de 16 válvulas desarrollada por Cosworth. Las cifras eran buenas: 112 kW –150 CV– a 6.000 revoluciones y 190 Nm a 4.500 revoluciones, lo que unido a un peso de alrededor de 1.100 kilos, le hacían bastante rápido. El 0 a 100 km/h, por ejemplo, se completaba en 8,4 segundos, los 400 metros con salida parada en 16,2 segundos y los 1.000 metros con salida parada en 29,2 segundos, mientras que la velocidad máxima era de 209 km/h. Se quedaba algo lento respecto al Astra en velocidad máxima –220 km/h según mediciones de algunos medios– por el cambio escogido. Era el cambio MTX75, un nuevo desarrollo basado en el MT75 –básicamente, una adaptación a tracción delantera de un cambio diseñado para coches de propulsión– de cinco relaciones, y desarrollos tirando a cortos.

No solo había motor, el chasis, por su parte, había sido puesto a punto por el departamento de ingeniería de vehículos especiales de Ford, conocido por entonces como SVO –Special Vehicle Operations– y se añadieron algunos detalles estéticos que mejoraran su imagen como las llantas de 15 pulgadas, las taloneras o los dos abultamientos de capó.

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Sobre mí

Javi Martín

Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".

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Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches desde que era un chaval. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Ahora embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.

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