Coche del día: Laurin & Klement RK/M

Coche del día: Laurin & Klement RK/M

Un superviviente de la fusión de L&K y Skoda


Tiempo de lectura: 6 min.

El Laurin & Klement RK/M es uno de los pocos vehículos que fueron testigos de la fusión entre Laurin & Klement y RAF (Reichenberger Automobil Fabrik), precursores de Skoda. Era el modelo favorito del piloto de carreras y conde Alexander “Sascha” Kolowrat Krakowsky, que además estuvo detrás del desarrollo de este deportivo basado en el Laurin & Klement RK de 1921.

Este polifacético personaje también dio forma a la industria cinematográfica austríaca de principios del siglo XX. No solo estuvo detrás del desarrollo del modelo, sino que se le consideró como su auténtica fuerza creativa, el cerebro y el espíritu de tan extraordinario vehículo. Hoy es una de las piezas más valiosas expuestas en el Museo Técnico Nacional de la ciudad de Praga.

L&K adquirió el RK/M tras absorber la RAF, ayudando a lanzar a una segunda y exitosa carrera de este vehículo en la competición en un país recién nacido: Checoslovaquia. Este país soberano permaneció como tal desde 1918 hasta 1992, separándose de nuevo en dos estados: República Checa (o Chequia) y Eslovaquia.

Laurin Klement RK M 02

Este deportivo era el modelo favorito del conde Alexander “Sascha” Kolowrat Krakowsky, y estaba basado en en el Laurin & Klement RK de 1921. Sobrevivió a la Primera Guerra Mundial y 70.000 km más, participando después en competiciones deportivas de montaña

La empresa RAF estaba especializada en la fabricación de vehículos de lujo artesanales y personalizados. Su fundador fue el barón Theodor von Liebieg, una de las primeras empresas dedicadas a la construcción de automóviles de Europa Central. La fabricación de carrocerías resultaba cada vez más costoso y menos rentable para Liebieg, por lo que empezó a buscar una solución para este problema. No le pareció mala opción la fusión/absorción de su empresa por parte de la más eficiente y prometedora L&K, compañía de la que era miembro de la junta directiva.

En 1912 se completó la operación, aunque Liebieg, de forma astuta, adquirió la licencia para fabricar unos motores de deslizamiento sin válvulas para el modelo RF 18/50 HP del especialista Daimler. En 1913 L&K añadió a su gama el lujoso Landaulet con la designación RK (RAF-Knight). La denominación Landaulet definía a los automóviles fabricados con una carrocería parcialmente cerrada, pero en los que la parte trasera del techo podía abrirse como si fuera un descapotable.

Un total de 116 unidades del RK salieron de la factoria de L&K de Mladá Boleslav. Merece mención especial la variante deportiva construida para el conde Alexander “Sascha” Kolowrat Krakowsky en 1913.

Laurin Klement RK M 03

La criatura pesaba 1.400 kg y estaba propulsado por un motor de cuatro cilindros en línea con válvulas de deslizamiento de 4,7 litros (4.712 cm3) que entregaba una potencia de 50 CV.  Este motor se conocía como motor Knight. La potencia se transmitía a las ruedas traseras mediante una caja de cambios manual de cuatro velocidades con embrague multidisco. Alcanzaba una velocidad máxima de 90 a 100 km/h.

La suspensión estaba formada por unos muelles semielípticos dispuestos longitudinalmente, y la dirección era por rodamientos de bolas. El sistema de frenos era curioso: aparte del freno manual de estacionamiento, que actuaba sobre los tambores de las ruedas traseras, existían dos frenos de pie que controlaban el par motor, uno por delante de la caja de cambios y otro por detrás de ella.

Su particular mecánica, un motor conocido como “Knight”, tenía 4,7 litros de cilindrada y dos potencias diferentes: 50 y 75 CV, conociéndose este último como Laurin & Klement RK/M, y con el que alcanzaba una velocidad punta de 125 km/h

El conde Alexander “Sascha” utilizó el RK como vehículo privado, pero también compitió con él con éxito en el Rally de los Alpes de 1913 y 1914, unas de las carreras de largo recorrido más populares de la época. Ya en plena Primera Guerra Mundial puso el coche a disposición del ejército. Hasta 1916 el coche ya había recorrido 70.000 km sin sufrir averías importantes, una cifra muy significativa para los estándares de la época.

Laurin Klement RK M 07

Terminó la guerra y el vehículo volvió a su dueño, al que no le costó mucho reconstruir el vehículo gracias a la ayuda de L & K por ser accionista de la compañía. Con ocho años a sus espaldas, cuatro de ellos inmersos de forma activa en la contienda, se le sometió a un trasplante de motor, instalándole uno de competición de cuatro cilindros con las válvulas en cabeza y un encendido con doble ignición mediante una magneto eléctrica. Tenía la misma cilindrada y entregaba 75 CV, aumentando su velocidad punta hasta los 125 km/h.

Desde este momento cambió su denominación, pasando a llamarse RK/M. Como era de esperar, tuvo numerosos éxitos en competiciones deportivas locales durante la primera mitad de los años 20 a manos del piloto Frantisek Svoboda. En 1921 ganó el Tour Internacional de Fiabilidad de Checoslovaquia, y al año siguiente triunfó en la carrera de Schöber en la categoría de hasta 5,3 litros de cilindrada. También quedó tercero en la carrera de montaña de Zbraslav-Jiloviste.

En 1924 la fábrica de L&K sufrió un aparatoso incendio y la empresa acabó fusionándose por el entonces gigante de la ingeniería Skoda. Durante las siguientes décadas el coche fue sometido a numerosas revisiones y modificaciones, convirtiéndose en una de las piezas más atractivas del Museo Técnico Nacional de Praga. Como actualmente está cerrado y lo de viajar está complicado, se puede hacer una visita virtual.

Su atractivo diseño, sus dimensiones, su innegable magnetismo y su extraordinaria historia le hicieron ganar uno de los principales concursos de elegancia del mundo, el Concurso de Elegancia de Coches Clásicos celebrado en 2015 en el castillo de Loucen.

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Sobre mí

Ginés de los Reyes

Desde que tengo conciencia me llamó la atención cualquier cosa con ruedas. Aprendí a montar en bicicleta al mismo tiempo que a andar, y creo que la genética tiene algo que ver: mi padre adoraba los coches, les ponía nombres, mi abuelo conducía y participaba en el diseño de camiones, y le privaban los coches...

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Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches desde que era un chaval. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Ahora embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.

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Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".

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