Audi rompió hace décadas el tabú de los deportivos con tracción total, hasta entonces era dogma de fe que debían ser de propulsión trasera a nada que la potencia fuese alta. En estos años -con una importante evolución de los neumáticos- también hemos visto no pocos compactos con tracción delantera y no precisamente poca potencia.
En el segmento C la tracción total se va afianzando como la mejor opción para entregar al asfalto más de 300 CV de potencia, aunque hay representantes delantera -excepcionalmente rápidos incluso en circuito-, trasera y total. Estos últimos con tracción a las cuatro ruedas son pura eficacia, y a veces sinónimo de aburrimiento: siempre van sobre raíles. ¿Siempre? No, hay algunas excepciones.
Tanto el Ford Focus RS como el Subaru WRX STI son buenos ejemplos de que un tracción total puede seguir siendo divertido, una mezcla de relajar las ayudas electrónicas y de darle más protagonismo al eje trasero en el reparto. El Focus RS tiene un modo específico para hacer drifting, y el WRX STI se puede configurar para entregar el 59% del par a las ruedas traseras combinable con ayudas desconectadas. Mercedes-Benz también hará lo propio, a la vista del vídeo.
Ahora mismo el Clase A más potente es el AMG A 35, con 306 CV de potencia, que se ha quedado como un escalón intermedio entre el A 250 y el futuro AMG A 45, en torno a 400 CV hipotéticos. El “pata negra” también dispondrá de un modo que entregará la mayor parte de la fuerza a las ruedas traseras, lo que unido a un control de estabilidad aletargado o desconectado permitirá que nos lo pasemos teta pirata en circuito con buenas manos y presupuesto para derretir ruedas. ¿Hará esto que Audi mueva ficha con el RS 3? En 2017 se manifestaron al respecto, diciendo que tal cosa era innecesaria.
Cierto, no es imprescindible tener estos artificios para hacer drifting con tracción total, pero facilitan mucho las cosas. Doy fe de que un Audi RS 4 con tracción total puede ir de lado a casi 100 km/h, pero con un piloto experto, desde luego en circuito, y no más de dos vueltas o hay riesgo de accidente por sobrecalentamiento (del piloto). Digamos que estos artificios permiten un cierto abuso de la física, que no violación, porque eso no es posible.
Javier Costas
Me gustan los coches desde que tengo uso de razón (o antes). Tras haber conducido más de 400 coches aquí sigo, divulgando y aprendiendo a partes iguales sobre las cuatro ruedas. Vosotros habéis hecho que se convierta en mi pasión.COMENTARIOS