Los otros Lotus: Opel Speedster, Vauxhall VX220 y Daewoo Speedster

Los otros Lotus: Opel Speedster, Vauxhall VX220 y Daewoo Speedster

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En el mundo del motor hay circunstancias que, por inverosímiles que puedan parecer, se dan. Por poner un ejemplo, Lamborghini pasó una época económicamente complicada a finales de los años setenta, pero la producción del FIAT 127 Rustica fue un balón de oxígeno para la marca del toro. Algo parecido ocurrió en la génesis de los Opel Speedster, Vauxhall VX220 y, ya al final del ciclo del modelo, en el Daewoo Speedster.

Los cambios en las normativas de seguridad en el automóvil para el año 2000 obligaban a Lotus a modificar en profundidad el Elise Series 1. La ayuda vino de la mano de General Motors, que durante un tiempo había sido propietaria de Lotus. En un acuerdo firmado con el gigante norteamericano en 1999, el fabricante británico conseguía fondos para realizar el Elise Series 2 y desarrollaría para GM un modelo basado en éste, encargándose también de su fabricación. El fruto de esta colaboración se presentó en forma de prototipo en el Salón de Ginebra de 1999.

El Opel Speedster

Para poder encontrar un modelo de planteamiento similar en la gama de Opel tenemos que irnos a la segunda mitad de la década de los sesenta. En 1965 la marca de Rüsselsheim mostraba el prototipo Opel GT Experimental en el Salón del Automóvil de Frankfurt, que daría lugar en 1968 a una versión de producción denominada Opel GT y que permanecería en el mercado hasta 1973.

La producción en serie del Opel Speedster comenzaba en 2001 en Hethel, la fábrica de Lotus. Al igual que el GT en su momento, el Speedster tenía un planteamiento muy diferente con respecto al resto de la gama Opel de la época, pues en ese sentido se parecía mucho al Elise del cual derivaba. No en vano, a pesar de contar con una batalla algo mayor, compartida con los Lotus Europa S y SE, el motor seguía estando en posición central, detrás de los asientos. Un motor que, a diferencia del Elise, provenía del banco de órganos de GM, al igual que en los posteriores Europa S y SE, de cuyos derivados os hablamos aquí.

En el interior no esperes ningún tipo de lujo o equipamiento superfluo: olvídate del aire acondicionado, de los elevalunas eléctricos o cualquier otra cosa que no sean los mandos de la calefacción. El salpicadero se ve más moderno que el del Elise, con un volante de tres radios y el predominio del color aluminio, que es el material del que estaba hecho el chasis. Gracias a todo esto, el Speedster nació como un modelo ligero, unos 870 kilogramos de masa.

Inicialmente, el Speedster, ligerísimamente diferente del prototipo de 1999 (que no contaba con las dos aberturas circulares en la parte baja del parachoques delantero que acogían los antinieblas, además de otros detalles), equipaba el motor Ecotec de 2,2 litros que llevaron otros modelos de la marca del rayo. La potencia era de 147 CV y el par máximo de 203 Nm. Ni que decir tiene que el Speedster es un propulsión trasera. En 2003 apareció el Speedster Turbo, con un motor de dos litros que, gracias a la sobrealimentación, ofrecía 200 CV y un par máximo de 250 Nm.

Un poco antes, a finales de 2002, Opel presentó un prototipo denominado Eco Speedster bastante modificado con respecto al Speedster que podías encontrar en un concesionario Opel. El modelo estaba cerrado, tenía puertas de “ala de gaviota” y montaba un motor de origen FIAT de 1,3 litros de cilindrada y de ciclo… Diesel, que en Opel recibía la denominación CDTI. Esta locura de concepto pretendía alcanzar los 250 km/h consumiendo sólo 2,5 litros de gasóleo a los cien kilómetros.

En 2004 apareció una serie muy limitada denominada Opel Scorpions Speedster, un cobranding realizado en colaboración con el grupo musical alemán Scorpions, autor de la famosísima balada “Wind of change” entre otros grandes éxitos. Además de algunos detalles diferenciadores con respecto al Speedster Turbo “convencional”, incluía una guitarra eléctrica Gibson Flying V firmada por los componentes de la banda. Se produjeron sesenta unidades de esta versión.

El año 2005 marcaría el final de la producción del Speedster. En este mismo año, el fabricante alemán lanzaba “La gran prueba Opel”, una campaña ambiciosa que permitía probar durante tres días, y sin ningún compromiso de compra, cualquier modelo de la gama Opel… a excepción del Speedster. Cosa lógica por otro lado: como anécdota, tuve la oportunidad de probar el Tigra Twintop CDTI. En mi zona había disponibles tres unidades de Tigra, dos CDTI azules y un 1.8 de 125 CV en negro. Pues bien, el modelo de gasolina no estaba disponible en el momento de recoger mi CDTI, al parecer por haber sufrido un uso excesivamente deportivo. Prestar el Speedster habría significado, probablemente, que algunos conductores hubieran querido exprimir al máximo las posibilidades del modelo.

El Vauxhall VX220

A pesar de que la marca Vauxhall estuvo disponible durante un tiempo en Europa continental, a principios de la década de los ochenta se replegó a su Reino Unido natal para vender los modelos de Opel en aquel mercado. La estrategia de la marca británica era vender principalmente los modelos alemanes bajo su insignia y con unos nombres diferentes. Con el paso del tiempo, Opel y Vauxhall optaron por armonizar sus denominaciones, adoptando mayoritariamente las de los modelos de Rüsselsheim a excepción del Astra, lo que supuso el final comercial del nombre Kadett (en Sudáfrica sí se mantuvo un poco más de tiempo para nombrar las versiones de dos volúmenes del Astra).

Sin embargo, y a pesar de que Vauxhall mostró fotos del prototipo como Vauxhall Speedster Concept, esta política se revertiría para la versión de serie, que en Gran Bretaña recibiría la denominación Vauxhall VX220. La calandra con una línea en forma de V, los logotipos específicos y el puesto de conducción a la derecha se convertían en las principales diferencias con respecto al Speedster vendido en Europa continental (en otros mercados con conducción por el carril izquierdo sí se vendió como Opel). La denominación VX220 recordaba tanto la marca con la que se vendía como la cilindrada inicial. Con la aparición de la variante turboalimentada de dos litros, Vauxhall se limitó a añadir el nombre “Turbo” a la denominación VX220. El Eco Speedster se mostró como Vauxhall VX220 Eco Diesel Concept.

La evolución del VX220 corrió pareja a la del Speedster, aunque con algunos matices. Es el caso de la serie especial VX220 Lightning Yellow de 2002, con el motor de 2,2 litros y en color amarillo (como no podía ser de otra forma) y detalles en negro como el marco del parabrisas o las llantas de cinco radios. En 2004 aparecía una serie limitada a sesenta unidades, el Vauxhall VXR220, también con el motor turbo pero con la potencia incrementada hasta los 223 CV, algunos detalles diferenciadores y únicamente disponible en color rojo (Calypso Red). La última unidad producida del dúo germano-británico fue un VX220 Turbo en 2005.

El Daewoo Speedster

La sorpresa mayúscula llegó en 2005, cuando se mostró en el Aeropuerto Internacional de Incheon, en Corea del Sur, una unidad del Daewoo Speedster en color gris. Daewoo había regresado a la órbita de GM en 2001 tras un tiempo de andadura en solitario, por lo que podía tener sentido que el Speedster se vendiera bajo la marca coreana. Sin embargo, y pese a que algunas fuentes sugieren que se llegó a comercializar, las evidencias parecen confirmar que sólo esta unidad llevó el logotipo de Daewoo.

Esta política no era extraña en General Motors. De hecho, tras cerrar Saturn, se llegó a mostrar un teaser de un Saturn Vue (nuestro Opel Antara) con marca Buick. También en 2008 se presentó, en el Salón del Automóvil de Santiago de Chile, un Opel Insignia de la primera generación como Chevrolet Vectra. Sin embargo, ninguno de estos modelos llegó a venderse bajo las marcas con las que fueron mostrados. Volviendo al Daewoo Speedster, tampoco parece que tuviera mucho sentido invertir en esta variante cuando el modelo estaba ya sentenciado. En cualquier caso, es toda una curiosidad poder ver un Daewoo basado en un Lotus.

Epílogo

Tras finalizar la producción de los Speedster y VX220, las gamas Opel y Vauxhall empezaron a tener algunas particularidades propias. No sólo a nivel de nombres (los Opel Karl y Vauxhall Viva, o los Opel Zafira Life y Vauxhall Vivaro Life), sino que, para complementar sus respectivas gamas con modelos de carácter más deportivo, Opel empezó a mirar hacia el continente americano mientras que Vauxhall hizo lo propio dirigiendo su mirada hacia Australia.

De esta manera, en 2007 Opel comercializaba la segunda generación del GT, un roadster basado en los Pontiac Solstice y Saturn Sky. Vauxhall, por su parte, incluía primero en su gama el Monaro de Holden y después la berlina VXR8 y el pick-up Maloo. Una oportunidad perdida por parte de Opel fue el no ofrecer el Monaro, sobre todo sabiendo que una versión con volante a la izquierda estuvo disponible como Pontiac GTO. Lamentablemente, ni Pontiac, ni Saturn, ni Holden sobrevivieron a la debacle de GM. Daewoo, que también había incluido en su gama una variante del Opel GT denominada Daewoo G2X, desaparecía igualmente como marca en 2011, aunque los modelos fabricados por UzAvtoSanoat en Uzbekistán se siguieron denominando UzDaewoo hasta la sustitución de la marca por Chevrolet y Ravon, según mercados.

Como estocada final, GM vendía Opel y Vauxhall al Grupo PSA y eliminaba Chevrolet del mercado europeo, excepción hecha de los modelos más deportivos de la marca de la pajarita. Hoy GM ha establecido fuertes lazos con sus socios chinos y está recuperando antiguas denominaciones para comercializar modelos chinos en mercados como Latinoamérica. Y entre estos modelos, la gran mayoría SUVs, como no podía ser de otra forma, los modelos de carácter deportivo brillan por su ausencia. Hasta el Camaro ha pasado a mejor vida, aunque amenaza con regresar en forma de SUV eléctrico, al más puro estilo Ford Capri. Sólo el Corvette queda como representante prestacional de Chevrolet en la actualidad. Una gama deportiva que, en definitiva, no es más que una sombra de lo que fue.

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Jesus Alonso

Soy un apasionado de los coches desde que era muy pequeño, colecciono miniaturas, catálogos, revistas y otros artículos relacionados, y ahora, además, disfruto escribiendo sobre lo que más me gusta aquí, en Espíritu RACER.

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