Con la primavera a la vuelta de la esquina, me pareció buena idea buscar descapotables algo prestacionales de cara a una potencial compra. Leyendo sobre los posibles rivales de esta comparativa, el nacimiento de uno de ellos no puede representar más la orientación de lo que buscamos. El concepto Sportlich(deportivo), Leicht(ligero), Kurz(compacto) que dio forma al Mercedes-Benz SLK describe perfectamente lo que buscamos. Descapotable, mínimo 200 CV (pero si pueden ser más, mucho mejor), compacto, deportivo, ligero y a un precio asumible dentro de los descabellados precios que se ven a día de hoy. Se me ocurren, además del ya citado, su “primo” el Chrysler Crossfire Roadster, el BMW Z3, el Porsche Boxster, el Honda S2000 y el Audi TT. Vayamos con nuestra comparativa retro: Descapotables deportivos de principios de los 2000.
Es verdad que buscamos coches con unos 20 años, punto en el que su depreciación ya está alcanzando máximos (si no lo ha alcanzado ya), y con la inminente y sombría época que nos acecha buscamos disfrutar de los últimos días (o eso dicen) del coche de combustión. Por otro lado, por mucho que intentemos evaluar las posibles averías, a no ser que el odómetro marque números muy bajos, las averías dependerán mucho más de un buen mantenimiento que del modelo en sí. Pero no nos dilatemos más y empecemos con el modelo del ejemplo, el Mercedes-Benz SLK 32 AMG.
Mercedes-Benz SLK 32 AMG
Las mentes pensantes de Mercedes-Benz decidieron que el SLK 320 no era suficiente con sus 218 CV, y de cara a conquistar más mercados y marcar la presencia de las flechas de plata en el panorama de los pequeños deportivos, se sacaron de la manga, con la ayuda de AMG y del piloto alemán Bernd Schneider, el Mercedes-Benz SLK 32 AMG. Con los 354 CV que eroga su V6 sobrealimentado, promete sensaciones fuertes, y una de sus grandes virtudes es su techo duro retráctil eléctricamente, que hace más cómodo su uso en cualquier época del año.
Pero esa gran virtud le lastra frente a sus rivales, ya que la báscula marca 1.495 kg que no lo hacen especialmente ágil, a pesar de la puesta a punto tan especial que posee. Aun así, es una opción a muy buen precio, más rutera y para nada carente de músculo, que nos arrancará una sonrisa cada vez que estemos dispuestos a sacrificar unos euros en gasolina a cambio de escuchar su peculiar rugido. No las tiene todas consigo, pero es una buena opción a buen precio, por lo que los que busque algo bastante discreto pueden encontrar en el Mercedes el coche perfecto.
Chrysler Crossfire Roadster SRT6
El Chrysler Crossfire nació como hermano de nuestro anterior contendiente, pero llegó tarde en su momento, por lo que puede ser una buena oportunidad para adquirir un coche con algún año menos encima. Comparte el 80% de las piezas con el Mercedes, por lo que la calidad mecánica está asegurada, pero la envoltura es mucho más peculiar y llamativa. La horquilla de precios es más amplia, ya que las ventas fueron testimoniales, por lo que el número de unidades a la venta es mucho más bajo y algunos vendedores lo aprovechan. El rediseño le hace parecer un coche completamente distinto, y a pesar de prescindir de la capota metálica, el peso es de 1.509 kg, por lo que se sentía bastante pesado.
Además, sus capacidades llegaron ligeramente capadas, para evitar la competencia directa con el Mercedes, por lo que entregaba 335 CV. Las llantas de 18 pulgadas delante y 19 pulgadas detrás, y el endurecimiento sistemático por parte de Chrysler de todo lo que se podía endurecer (silentblocks, muelles, barras de torsión), y una frenada mayor, hicieron que se sintiese distinto, pero no mejor, solamente distinto. Para aquellos que busquen algo más rudo y menos visto es una gran opción, aunque con ello se pierda por el camino algo de comodidad.
BMW Z3 M
Aquí tenemos al que se consideró ganador del segmento de los roadsters, vamos a ver qué le hizo proclamarse con tal título. El BMW Z3M contaba con el todopoderoso seis cilindros en línea del M3 e36, con el que, en su última evolución, alcanzó los 321 CV (ya que incorporó las mejoras del propulsor instalado en el e46), más que suficiente para mover sus 1.390 kg. De conducción no recomendada para inexpertos, debido a su corta batalla (y su chasis, que esencialmente era el de un Serie 3 Compact), la única pega sería que pusieron los probadores de la época fueron los frenos, porque correr corría, y mucho.
Estamos ante un roadster vitaminado con capota de lona que adorarás exprimir hasta la zona roja en cualquier túnel, permitiendo retumbar en tus tímpanos su metálico sonido mientras te aplasta contra el asiento. Pero no todo es tan sencillo y bonito, los precios actuales de una unidad están por las nubes, tanto es así que pueden llegar a doblar el precio de cualquiera de los anteriores contendientes. A pesar de estar aquí buscando un coche pasional, los precios pueden hacer que nos decantemos por otro, simplemente por no estar dispuestos a desembolsar una cantidad tan alta de nuestro dinero.
Porsche Boxster S
El pequeño de los Porsches vino para hacer viable el proyecto de la marca con el Porsche Boxster 2.5, con algo mucho más cercano a su espíritu que aquellos Porsche 924 con olor a Volkswagen. Pero aquí estamos cambiando ligeramente el concepto de nuestra búsqueda, ya que el motor se traslada tras los asientos y el comportamiento, evidentemente, es completamente distinto. Sin ser malo, la norma dice que el deslizamiento de las ruedas traseras es mucho más controlable si el propulsor se encuentra delante, mientras que en los coches con el motor en disposición central es más brusco y todo ocurre más rápido.
Su polémica imagen frontal con los faros “huevo frito” que fueron tan criticados en su hermano mayor, el Porsche 911 (996), delatan su edad, sobre todo en los que aún tienen partes naranjas en su configuración, pero su línea suave y discreta aún conserva la frescura. Los precios son bastante comedidos, y su comportamiento es muy divertido, pero si nos planteamos viajes algo largos con él, el espacio de carga es menor que en sus contrincantes debido a su disposición de motor. Sus consumos siguen la línea de sus contrincantes, los 252 CV son suficientes para mover con soltura sus 1.370 kg, y los que son más modernos incorporaban luneta trasera de cristal.
Honda S2000
Que podemos decir del deportivo japonés que no se haya dicho ya, y mucho menos tras el reportaje que realizó mi compañero David. El japonés es muy apreciado por los aficionados, y tiró de una receta ya clásica en el fabricante nipón. Un tetracilíndrico de 2 litros de cilindrada entregando 241 CV y empezando a desperezarse allí donde el resto están desfalleciendo, un peso de 1.260 kg, y un chasis preciso que te permite pasar la curva exactamente por donde te propones.
Su valor está en aumento, en parte debido a sus capacidades y, por otro lado, como último deportivo de propulsión de la marca. Un diseño sencillo, pero ligeramente agresivo gracias a las ópticas, te permitirán guardar el anonimato con relativa facilidad, pero cualquier aficionado te distinguirá a leguas de distancia. El maletero es realmente pequeño, está concebido totalmente como un coche de placer, por lo que los viajes se han de hacer con el equipaje justo, suficiente para un fin de semana. Los consumos son algo inferiores a los de los rivales, pero si pretendes disfrutar de la parte alta del cuentarrevoluciones no pienses en ello, aunque esta es una norma para mi aplicable a cualquier coche de placer.
Audi TT Roadster
A pesar de gustarme el grupo Volkswagen, el Audi TT entra muy por los pelos en esta comparativa. Para empezar, es difícil encontrar una unidad descapotable con el motor más potente con el que se comercializó, el 3.2 VR6 de origen Volkswagen. El colmo es que este propulsor se encuentra en posición transversal y mueve las cuatro ruedas a través de un sistema evolucionado del Syncro de Volkswagen, no del Haldex que hizo famosa a Audi. En todo caso, son 1.635 kg los que mueve el pesado propulsor, haciendo a este Audi lento y torpe ante cualquiera de sus rivales.
Si renunciamos al exótico propulsor, podremos optar por el 1.8T de 225 CV, que reducirá en 25 CV su potencia máxima, pero también reducirá su peso total hasta los 1.590 kg. El despropósito se explica en el precio, esta opción es, a todas luces, la más barata de todas. Están muy cercanos de la barrera de las cinco cifras, y en la época se comercializaba con opciones especiales, como los asientos de estilo guante de baseball, una opción cotizada y cada vez menos vista debido al paso de los años y las pocas unidades que fueron equipadas con ella.
Conclusión
Todos tienen su propia personalidad a pesar de formar parte del mismo segmento y ser contemporáneos, y seguro que alguno de ellos te atrapa en su asiento y te arranca una sonrisa, factor mucho más allá de la potencia máxima o de la capacidad de su maletero. Como coche de disfrute cualquiera de ellos es perfectamente válido, espero que este “catálogo” sirva a alguien de ayuda para darse un capricho, espero en vuestros comentarios la experiencia si habéis montado en alguno de ellos. En mi caso, pude disfrutar de un Boxster, y a pesar de no ser la máquina definitiva, de no ser lo más rápido y eficaz, las sensaciones a techo descubierto y la peculiar distribución de su propulsor hicieron que la experiencia fuese única. Os dejo con una buena batería de videos para ayudaros a decidiros en esta comparativa retro de descapotables deportivos de principios de los 2000.
Francisco Javier Rodriguez
En la época en la que pasaba el día dibujando coches, alguien me preguntó: ¿pero a ti te gusta más la mecánica o la carrocería de los coches? Esa misma semana leí el Manual del Automóvil de Arias Paz. Tenía 14 años, esa simple pregunta es la razón por la que estoy aquí, desde entonces no he parado de aprender sobre lo que se convirtió en mi pasión.COMENTARIOS