Spartan lanza por fin su track-day car

Spartan lanza por fin su track-day car

Después de 10 años en desarrollo, ya puedes comprarlo


Tiempo de lectura: 4 min.

Aunque no lo creas, esta barchetta enfocada a los circuitos lleva desarrollándose durante más de una década. Con origen en Australia, el Spartan es lo que se conoce como un track-day car, y sus credenciales se basan en tener lo justo e imprescindible para pasártelo muy, muy bien conduciendo. Y eso es porque tan solo pesa 670 kilogramos, los cuales se mueven gracias a un potente motor de 400 CV.

El vehículo es la creación de los hermanos Peter y Nick Papanicolaou, quienes tenían como objetivo de construir un coche de circuito que fuera rápido, divertido y capaz de ofrecer a su conductor una descarga de adrenalina que es difícil de encontrar en muchos de los actuales deportivos e incluso en los superdeportivos. Si has hecho cálculos rápidos, te habrás dado cuenta de que tiene una relación potencia/peso muy buena, de 0,60 CV/kg para ser exactos. Más que un Bugatti Veyron, que tiene 1.001 CV, pero pesa casi dos toneladas (0,51 CV/kg).

La energía proviene de un bloque de cuatro cilindros en línea de 2,4 litros de Honda (K24), el cual ha sido sobrealimentado por compresor volumétrico para sumar un total de 400 CV; en caso de querer ser algo más moderado, Spartan también te lo puede dejar atmosférico, con unos también razonables 275 CV. El motor se encuentra justo tras los asientos y mueve solo las ruedas traseras a través de una caja de cambios manual –también de origen Honda– o una secuencial Quaife, las dos de seis relaciones. Los frenos son a decisión del cliente.

Sapartan Track Day Car (4)

Conocido simplemente como Spartan, el nombre no podía ser más correcto para simbolizar la filosofía de sencillez y ligereza del modelo

La carrocería de fibra de carbono, tan sorprendentemente evocadora de los coches del Can-Am de finales de la década de 1960, pesa menos de 20 kg. La susodicha se encarga de cubrir una estructura espacial de acero tubular que, en principio, supera las normas de seguridad actuales de la FIA, con una suspensión de doble horquilla controlada por los amortiguadores TracTive semiactivos a cada extremo, cada uno preprogramable. En total, y dependiendo de las opciones, el Spartan puede marcar sobre la báscula los antes mencionados 670 kg.

En el mejor de los casos, y equipado con neumáticos semislick, Spartan afirma que su coche alcanza los 100 km/h en solo 2,5 segundos, mientras que en su vertiente atmosférica tarda 3,3 segundos en completar el mismo registro. La velocidad máxima es de más de 250 km/h, momento en el que el coche estará generando casi 470 kg de carga aerodinámica gracias a su difusor delantero y trasero, y ese alerón de considerable tamaño, todos los cuales se han desarrollado con la ayuda de la Dinámica de Fluidos Computacional, o más conocido CFD.

Sapartan Track Day Car (5)

Entre las opciones que Spartan ofrece en su track-day car, una de ellas es una carrocería de fibra de vidrio, casi igual de ligera que la fibra de carbono, pero menos resistente

Además, con una altura de conducción delantera ajustable, hasta cinco configuraciones para tener el ángulo de ataque perfecto del alerón posterior y una aleta Gurney cuya orientación también se puede ajustar, es posible manipular el equilibrio aerodinámico del coche en todo momento en función del diseño de la pista, del clima y de las preferencias de conducción. Incluso la posición al volante es intercambiable: la caja de pedales y la columna de dirección se pueden mover a cualquier lado del Spartan en, aproximadamente, unos 30 minutos.

Algo que sin duda es de agradecer, ya que, de momento, solo se venderá en Reino Unido. Si bien su concepto es fundamentalmente intransigente, en dicho país, el Spartan será un coche legal para usar en circulación diaria y ofrecerá un alto grado de personalización y configurabilidad. Con un enfoque tan dedicado, el Spartan no es lo que se dice un vehículo precisamente asequible: parte en 126.000 libras esterlinas, unos 143.000 euros al tipo de cambio actual.

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Sobre mí

Luis Blázquez

Aficionado al mundo del motor desde que fui concebido. Aprendí a leer con revistas de coches y, desde entonces, soy un completo enamorado de la gasolina. Como no se nace sabiendo todo, cada día es importante aprender algo nuevo y así ampliar los conocimientos. Este mundillo tiene mucho que ofrecer, al igual que un servidor a vosotros los lectores.

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