Hace unos días, el Ministerio de Transporte de Alemania ha anunciado que llamará a revisión a unos 100.000 vehículos diésel de la marca Opel, como parte de un proceso que está siguiendo en relación a las emisiones de este tipo de motores. Este anuncio se produce tras el registro por parte de la fiscalía el pasado día 15 de las oficinas del fabricante.

Después que la KraftfahrtBundesAmt –KBA, Oficina Federal de Vehículos a Motor- descubriese un software ilegal en algunos diésel de Opel en 2015, ha estado investigando desde entonces, y parece que ahora ha descubierto algo que consideran ilegal en un vehículo de 2018.

“Después de que se descubrió un quinto dispositivo de software a principios de 2018, que KBA consideró ilegal, actualmente se está llevando a cabo una audiencia oficial con el objetivo de imponer una llamada a revisión obligatoria para los modelos Cascada, Insignia y Zafira”, dijo el ministerio.

Opel Insignia

Opel Zafira Tourer

Opel Cascada

La marca Opel se ha defendido, alegando que cumplen con todos los estándares de emisiones actuales, y que no emplean ningún dispositivo para trucar las emisiones, por lo que tomarán acciones legales en caso de realizarse la llamada a revisión anunciada por la KBA. También ha lanzando un comunicado que reproducimos en su totalidad:

“Opel se opone a la acusación de usar dispositivos de engaño inadmisibles. Los vehículos de Opel cumplen con la normativa aplicable. Opel también dejó esto en claro a la Oficina Federal de Vehículos a motor (KraftfahrtBundesAmt o KBA) en la audiencia en curso. Este proceso aún no ha concluido. No está siendo retrasado por Opel. Si se emitiera una orden, Opel tomará acciones legales para defenderse.

Entre febrero de 2017 y abril de 2018, Opel inició las actualizaciones voluntarias para los modelos diésel del Zafira Tourer (2.0l y 1.6l), Cascada (2.0l) y la generación predecesora del Insignia (2.0l) producida en 2013-2016. La compañía ha hecho todos los esfuerzos para implementar las actualizaciones con celeridad. No se pudo hacer antes porque la aprobación requerida de la KBA no se había emitido.

Alrededor de 31.200 vehículos estaban originalmente involucrados en Alemania. Más de 22,000 ya se han actualizado en la acción de servicio voluntario. Por lo tanto, menos de 9,200 vehículos estarían involucrados en la retirada que fue anunciada hoy por el ministerio.”

Parece que las cosas pintan oscuro en este tema, que seguro no hace ilusión al grupo PSA, recientes compradores de la marca alemana y que deberán afrontar las consecuencias, aunque los modelos en cuestión se desarrollasen en el periodo en que pertenecía a GM. De producirse la llamada a revisión de la KBA, el coste sería multimillonario, sin contar el daño a la imagen de la marca.