A comienzos de 2020 saltó la noticia, el nuevo y reluciente Suzuki Jimny, casi recién lanzado en Europa, dejaría el mercado porque no permitiría a la marca cumplir con la famosa normativa de los 95 gramos de CO₂/km. No tardó en hacerse una bola de nieve y de elogios por un diseño y una personalidad que encandiló a todo el mundo, se pasó a casi lo contrario.

Suzuki metió la pata en algún momento con el nuevo Suzuki Jimny y ha tenido que pagar con la retirada del mercado europeo. Pero sin embargo, quedaba una puerta abierta, una pequeña laguna legal que se empieza a explotar ahora y consiste en convertir al Suzuki Jimny en una versión comercial. Los vehículos comerciales no tienen que cumplir con la normativa de los 95 gramos, pero deben cumplir con algunos requisitos.

El principal cambio al que debía someterse el pequeño todoterreno japonés es la desaparición de sus asientos traseros. De esta forma se transforma en un modelo biplaza con un enorme maletero de 863 litros con el suelo totalmente plano. También se ha instalado un separador entre los asientos y la zona de carga, pero las ventanillas se mantienen de vidrio y no chapadas, como suelen presentarse en las variantes comerciales.

Y estos son los cambios que recibe el modelo, dejando el resto de características intactas. Esto es, mantiene el mismo propulsor de gasolina de 1,5 litros con 105 CV y 130 Nm de par. El cambio es el mismo grupo de cinco relaciones y el sistema de tracción total AllGrip Pro se sigue ofreciendo de serie. Las prestaciones, aunque sea un comercial, anuncian 145 km/h de velocidad máxima, aunque el hecho de jugar esta baza, convierte al Jimny en una furgoneta, por decirlo de una forma que se entienda, así que no puede circular a más de 100 km/h.

Además, los vehículos N1 (comerciales y de transporte) tienen que pasar la ITV cada dos años a partir del segundo, anualmente del sexto al décimo, y cada seis meses a partir de los 10 años. Aquellos profesionales que puedan justificar que es para su actividad pueden deducirse el IVA y obviamente el impuesto de matriculación, que es para los turismos (M1).

La marca no ha especificado cuales son los mercados donde estará disponible el nuevo Suzuki Jimny N1, ni tampoco cuáles serán las tarifas, pero se han enumerado algunos sistemas que serán equipados de serie como el control predictivo de frenada, freno automático o control de descenso.

Cuando el modelo se puso a la venta en España, antes de tener que retirarlo del mercado por la normativa de emisiones, los precios anunciados por Suzuki arrancaban en los 17.000 euros y la lista de espera pronto superó los seis meses. Y eso teniendo en cuenta que el Jimny solo tenía un motor de gasolina disponible (el mismo que se ofrece ahora), solo se ofrecía con tracción a las cuatro ruedas y solo tendría una carrocería de tres puertas.

Es de esperar que la acogida de este “parche” sea igual de buena, porque en esencia es el mismo coche pero sin asientos traseros y con la homologación de vehículo comercial. El resto, todo, es el mismo Suzuki Jimny que se lanzó a mediados de 2018. Una multitud de usuarios profesionales verán con buenos ojos esta incorporación a la gama.