Mientras el Ferrari GTC4Lusso deja la línea de montaje casi a escondidas, dejando así vía libre al Purosangue, la firma italiana pone en circulación el nuevo Ferrari Portofino M. Como viene siendo costumbre en la marca, la M es por “modificata” (modificado) y anuncia cambios en el descapotable que le permiten aumentar ligeramente la potencia y estrenar una nueva caja de cambios.

El Ferrari Portofino apareció en el año 2017 ocupando el lugar que dejaba el Ferrari California T. Un coche que a pesar de su buen nivel de ventas siempre fue criticado por no ser un Ferrari “puro”. El propio Sergio Marchionne así lo catalogó durante una entrevista y hubo quien se sorprendió de que la marca pusiera en circulación un coche “polivalente”. El Ferrari California comenzó su desarrollo con un tridente en el frontal, iba a ser un revolucionario descapotable de Maserati, pero los gastos estaban disparados y al final Ferrari tuvo que adoptar a la criatura.

Con el Portofino, Ferrari simplemente evolucionó el concepto y dio mayor pedigrí al descapotable de acceso a la gama del Cavallino. La plataforma, el motor y muchos otros componentes procedían del California T debidamente revisados y optimizados, así que no era un modelo totalmente nuevo, como tampoco lo es ahora. El Ferrari Portofino M es un restyling que afecta principalmente al apartado técnico.

Con más potente, pero también supera la Euro-6D

Solo tres años ha esperado Ferrari para darle nuevos aires al Portofino, aunque tampoco han tocado demasiado por fuera. Estéticamente cuesta mucho encontrar los cambios, incluso teniendo una versión frente a la otra. No obstante, las primeras modificaciones las encontramos en el frontal, con nuestras entradas de aire laterales y una pequeña abertura en las aletas, justo delante de las ruedas.

En la parte trasera los cambios son más acusados, pero se hace necesario tener un coche frente al otro para saber qué es lo que cambiar. En concreto, el difusor es nuevo, algo más sencillo y menos voluminoso. El paragolpes también tiene nuevas formas, mientras que los pilotos permanecen sin cambios.

Bajo el capó siguen estando el V8 biturbo de 3.9 litros aunque se ha visto revisado para aumentar su rendimiento. Ahora anuncia 20 CV adicionales, es decir, 620 CV, que están disponibles entre 5.705 y 7.500 rpm. El par no varía siendo de 760 Nm, pero ahora son inmisericordes con las ruedas traseras desde las 3.000 hasta las 5.750 rpm. Acelera de 0 a 100 km/h en 3,45 segundos, a 200 km/h llega en 9,8 segundos y deja de acelerar a 320 km/h.

No son cambios espectaculares, 20 CV se ganan con relativa facilidad, pero donde si hay novedades “de verdad” es en la transmisión. El Ferrari Portofino M adopta una nueva caja de cambios. Sigue siendo automática de doble embrague, pero ahora tiene ocho relaciones (antes eran siete), es un 20 % más pequeña y puede lidiar con cifras de par un 35 % mayores. Desde Ferrari afirman que las siete primeras relaciones están más cerca entre sí, mientras que la octava es un “overdrive” para desahogar en autopista a velocidad constante.

Igualmente, el escape se ha visto afectado por los cambios. Para poder superar la normativa Euro-6d se ha tenido que instalar un nuevo filtro de partículas. Un tapón que no ha impedido que las prestaciones del Portofino M sean mejores.

Nuevo Manettino con cinco posiciones

Desde hace ya varias generaciones, los modelos de Ferrari tienen en su volante el llamado “manettino”, un mando que permite, como si fuera un Fórmula 1, regular las diferentes ayudas electrónicas. Todos los Ferrari lo llevan desde hace tiempo, pero no todos tienen la versión con cinco posiciones, la misma que recibe ahora el Portofino M.

No cambia gran cosa la lista de funciones para el manettino, pero ahora se añade el modo Race, que como su nombre indica claramente, tiene una configuración más radical y deportiva. El resto de modo disponibles son Wet, Comfort, Sport y ESC-Off. Al mismo tiempo se ha revisado el sistema Side Slip Control, que ya va por su sexta generación y que teóricamente, garantiza una mejor dinámica a las salida de las curvas.

Su equipamiento es completado por las famosas ADAS, un conjunto de sistemas de asistencia a la conducción electrónicos que abarcan desde el control de velocidad de crucero hasta la frenada de emergencia predictiva, el reconocimiento de señales o el detector de objetos en el ángulo muerto del espejo.

Estará a la venta durante la segunda mitad de 2021 y su precio para Europa es de 206.000 euros.