Regresemos al pasado por un momento. Estamos viviendo en el año 1970. El Boeing 747 ha hecho su primer vuelo comercial; The Beatles acaba de anunciar su separación; y el Apolo 13 de la NASA ha regresado a la Tierra después de importantes problemas. El coche familiar promedio tiene un diseño de tres cajas y unas mecánicas bastante modestas. Y, de repente, aparece el Lancia Stratos HF Zero.
Cuando se presentó el prototipo en el Salón del Automóvil de Turín de 1970 captó todas las miradas. Fue una revelación en comparación con todo lo demás que había. Es justo decir que la corriente estilística en forma de cuña, en realidad, se remonta al Lamborghini Marzal de 1967, pero las líneas de las carrocerías se volvieron cada vez más angulares y agresivas a comienzos de la década de 1970. El Alfa Romeo Carabo de 1968 es un ejemplo notable de ello, al igual que el no tan famoso, pero igualmente radical, Autobianchi Runabout de 1969.
Antes del evento turinés, las casas de diseño automotrizes italianas Bertone y Pininfarina, por un corto periodo de tiempo, buscaron superarse mutuamente, cada una revelando sus propios prototipo. El Lancia gestado por Bertone y el Ferrari 512 S Modulo salido de la mano de Pininfarina se enfrentaron en 1970, pero el Lancia fue, en última instancia, la visión más extrema del futuro. Además, también era un prototipo completamente funcional, mientras que el Ferrari no lo era. Escuchar su motor y verlo rodar es digno de dedicar unos minutos.
Firmado por Nuccio Bertone y Marcello Gandini, el Lancia Stratos Zero es uno de los concept cars que mejor representa la corriente de diseño en cuña que definiría a los deportivos de los 70
El Lancia Stratos HF Zero tiene una altura de apenas 84 centímetros hasta la línea del techo, un desafío que asumió Bertone para ver qué tan bajo se podía construir un automóvil. Esto también tuvo un significado práctico, ayudando a la aerodinámica. Bertone buscó no solo romper las reglas predefinidas de cómo debería verse un coche, sino también dar una idea y, en última instancia, marcar el comienzo de una nueva era en el diseño automotriz. Uno de los máximos exponentes para los 70 y la próxima década fue el Lamborghini Countach.
El interior no es menos tenue que la vista exterior, ambos conectados por un parabrisas con bisagras al volante por medio de un enlace hidráulico, de modo que cuando uno se inclina, también lo hace el otro, lo que permite entrar y salir un poco más fácilmente. No, no hay ninguna puerta como tal. Los diales del salpicadero están escondidos en el panel que hay a la izquierda del conductor, junto con controles que manejan lo esencial (como las luces).
Al levantar la cubierta triangular del motor, hay un motor V4 de 1,6 litros de 115 CV y 153 Nm tomados de un Lancia Fulvia 1600 HF dañado por un accidente en la fábrica de la marca
A diferencia de otros prototipos de ese entonces, que acabaron abandonados en un garaje subterráneo o machacados en un desguace, el Stratos Zero siguió adelante en el siglo XXI para desfilar y llevarse las miradas por su aspecto todavía futurista. Después de muchos años en exhibición en el museo Bertone cerca de Turín, el coche fue vendido en una subasta en 2011 cuando encontró un nuevo hogar por 761.600 euros. Ahora pasará la mayor parte de su vida encerrado, pero continuará exhibiéndose para el deleite visual (y sonoro) de los aficionados.
Luis Blázquez
Aficionado al mundo del motor desde que fui concebido. Aprendí a leer con revistas de coches y, desde entonces, soy un completo enamorado de la gasolina. Como no se nace sabiendo todo, cada día es importante aprender algo nuevo y así ampliar los conocimientos. Este mundillo tiene mucho que ofrecer, al igual que un servidor a vosotros los lectores.El año pasado, muchos tuvimos la fortuna de verlo al natural en el Guggenheim de Bilbao en la exposición sobre el automóvil junto a otras joyas.