Cuando se introduce en el mercado un coche raro y distinto, pueden pasar dos cosas: que sea un fiasco, o que sea un rotundo éxito. Tenemos ejemplos no muy lejanos como la segunda generación del Renault Mégane (exitazo), el Peugeot 1007 (tortazo comercial), el Citroën C4 (exitazo), el Toyota Urban Cruiser (tortazo comercial) o el C-HR (exitazo).

En el primer año completo de matriculaciones, 2017, el C-HR tenía un objetivo de ventas de 8.000 unidades y un 10% del segmento C-SUV. Acabó con casi 11.000 unidades. En lo que vamos de año, el primer semestre, Toyota ha vendido en España 7.221 unidades (Península y Baleares), por lo que es razonable que rasque las 15.000 unidades.

Es el Toyota más demandado en los concesionarios. Si se une el esfuerzo de Toyota Canarias, hablamos de 7.499 unidades de C-HR, según ANFAC. Tengamos en cuenta que la distribución de esta marca va a su bola en Canarias, es otro importador. Con los datos nacionales a la vista, el C-HR se vende un 23,8% mejor que en el primer semestre de 2017.

¿Son muchas 7.499 unidades? En el primer semestre se han matriculado 7.427 turismos a GLP, 2.017 eléctricos, 2.799 a gas natural (GNC) y 1.947 híbridos enchufables. Los híbridos, en total, han sido 37.888 unidades, un 40,42% más que en el primer semestre de 2017. De todos los híbridos matriculados, 7 de cada 10 son Toyota, o más de la mitad de todo el mercado de vehículos alternativos.

En otras palabras, prácticamente la quinta parte de los híbridos que se matriculan en España son Toyota C-HR

Uno de los factores que explica ese éxito -relativo, ojo- es que no tiene más que un competidor, el Kia Niro. El coreano híbrido en segmento crossover logró casi la mitad de ventas, 3.564 unidades en el primer trimestre de acuerdo a ANFAC. Ojo, que el Niro ha mejorado sus matriculaciones un 75,1% en la primera mitad de este año.

Si tenemos en cuenta otros superventas, el C-HR no está nada mal. En el primer semestre se han matriculado 6.747 Renault Kadjar, 3.736 Opel Grandland X, 9.139 SEAT Ateca, 11.243 Peugeot 3008, 15.949 Nissan Qashqai o 9.593 Hyundai Tucson. Ninguno de ellos tiene versiones híbridas. Los C-HR no híbridos solo se pueden encargar en Canarias, con motor 1.2 Turbo.

Y el C-HR tiene muchos aspectos en los que mejorar. Solo tiene una motorización de 122 CV, muy justita por encima del uso medio, el pequeño Aygo ofrece más conectividad, tiene pocos argumentos para competir con los C-SUV Premium si obviamos la hibridación, a nivel práctico es mejorable, etc. Este año se ha mejorado el equipamiento, aunque los “problemas base” siguen siendo los mismos.

Pero está claro que gusta porque es raro, diferente, y esto el propio fabricante ni se lo esperaba. Es más, hasta es una alternativa al Prius, ahora que el híbrido de referencia solo se vende con el equipamiento más abundante y el más caro. La diferencia de consumo es pequeña, a fin de cuentas, el C-HR es tan eficiente que no anda muy lejos de la economía del Prius de la generación anterior. Además, por la misma pasta, tiene mejor interior y más cachivaches, las cosas como son.

La competencia de Toyota no tiene margen para cambiar la situación rápidamente en un entorno de rápida hostilidad hacia el diésel. ¿Qué tienen para contraatacar? Motores gasolina turbo-apretados, futuras versiones híbridas enchufables que serán carísimas y algún modelo suelto a GLP o GNC. Vendrán eléctricos más tarde, pero en precio difícilmente competirán con el C-HR. Vamos, que nos hartaremos de verlos.

Fijaos en este dato, el Kia Niro híbrido enchufable (PHEV) arranca en 30.460 euros, más que el C-HR con el equipamiento más alto, Dynamic Plus, que no llega a 30.000 euros. Justo ahí arranca el Prius en tarifa. Y no, no sorprende a nadie que por cada Prius se vendan 10 Niro híbridos no enchufables (HEV), partiendo de la base de que el Niro arranca en 22.150 euros, aunque el equipamiento es obviamente más escaso.

¿Podría Toyota vender los Prius de especificación menor y bajar el precio de acceso? Sí, pero no les da la gana. ¿Qué pasa con el Auris? Hasta que llegue su sucesor en 2019, 5.971 unidades en Península y Baleares en un semestre están muy bien, considerando que ya no se puede pedir ni gasolina, ni diésel, solo híbrido. A su vez, el Auris híbrido tampoco tiene rivales, el añejo Lexus CT 200h no cuenta. Tanto el Volkswagen Golf como el Audi A3 tienen versión híbrida enchufable, pero ya nos vamos a casi 40.000 eurazos, el doble que un Auris híbrido en acabado Active.

Resumiendo, podremos coincidir en que el C-HR es un éxito comercial con los datos en la mano, incluso si se le compara con los superventas no híbridos de un tamaño similar. Luego ya podemos entrar en disquisiciones sobre si es un engendro o un diseño magistral, pero lo cortés no quitaría lo valiente.