La expectación era máxima, de eso no cabe duda, y desde Alfa Romeo han sabido como caldear el ambiente mientras se completaba el desarrollo. Trabajo, por cierto, que se ha realizado muy alejado de las miradas indiscretas. ¿Alguien ha visto los típicos prototipos de desarrollo? Han mantenido a raya incluso las filtraciones, para que el impacto el día de la presentación fuera todavía mayor, lo que demuestra que las filtraciones, en realidad, pocas veces son tales y que las unidades de pruebas se dejan ver a propósito.

Cosas que ya se deberían saber, pero que en realidad ahora no importa porque el prometido superdeportivo de Alfa Romeo es real, y llega con sorpresa: será el primer coche eléctrico de la firma italiana. ¿Qué mejor manera de entrar en el segmento de los eléctricos que por la puerta grande? Pero no estará solo, pues también habrá una versión con propulsor V6 biturbo colocado en posición trasera central. No se puede negar que resulta una forma muy particular de recuperar, 50 años después, la fuoriserie. Lo más curioso, o al menos un detalle llamativo, es que no han comunicado cuantas unidades montarán propulsores eléctricos y cuantas harán lo propio con el motor de combustión. Se trata de una información que ya poseen, pues será una tirada limitada de 33 unidades y ya están vendidas –se vendieron en 2022, cuando se mostró los bocetos a los posibles clientes en el Gran Premio de Monza–. Solo se ha confirmado 10 unidades con motor V6 y dos con motores eléctricos.

El Alfa Romeo 33 Stradale, que es como se llama la criatura –¿se acabó la imaginación para nuevas denominaciones?–, es el superdeportivo que la firma italiana nos había prometido y todo se inspira para su creación, procede de una sola fuente: el Alfa Romeo 33 Stradale de 1967, el que, posiblemente, sea el Alfa más deseado de la historia y sí, también uno de los más bellos. Lo bueno es que no se han limitado a copiar, es una reinterpretación, como se suele decir, en clave moderna, con su propia personalidad, no en balde, también adelanta algunos rasgos de diseño que lucirán los futuros Alfa Romeo.

Sin embargo, la emoción y las ganas de conocer, por fin, un nuevo superdeportivo de Alfa Romeo, se ha visto eclipsada por una sensación agridulce. No es fácil de describir, pero cuanto más miro las fotos, menos Alfa me parece. Según afirman desde la marca, el proyecto “celebra” la historia de la marca y la dirige hacia el futuro, pero no acabo de ver realmente ese respeto a la historia. Es el coche menos Alfa de los últimos años.

Con el nuevo 33 Stradale queríamos crear algo que estuviera a la altura de nuestro pasado, que sirviera a la marca y que enorgulleciera a la afición de Alfistas. Un resultado así solo podía lograrse gracias a la experiencia, el trabajo y la pasión de nuestro equipo, con el apoyo de una dirección que tiene la clara ambición de contribuir a escribir los capítulos del futuro de la marca, respetando plenamente su historia única. Este es el primer coche fuoriserie de la marca desde 1969, y prometo que no será el único”, Jean-Philippe Imparato, CEO de Alfa Romeo

El epítome de la belleza necesaria

Hay algunos detalles del comunicado que son bastante curiosos. Por un lado, la dficinición que hacen en la propia marca del coche: el epítome de la belleza necesaria, y por otro lado, que según ellos, para hacer realidad un sueño, el ingrediente esencia es una buena dosis de coraje y algo de locura sana, que fue la receta empleada para la creación del nuevo Alfa 33 Stradale de 1967 y, obviamente, es la misma receta que han usado para este… ¿Cómo llamarlo? ¿Homenaje? También hay otras expresiones típicas de boletín oficial, como considerar este coche como una belleza escultural –con esas palabras exactas–, pero, ¿acaso se les puede criticar por ello? ¿Qué dirías tú de tu propio proyecto?

El diseño es la parte más intangible de cualquier cosa y las opiniones pueden ser tan diversas como personas hay en el mundo. El mejor ejemplo lo tenemos con BMW, cuya generación actual tiene tantos detractores como seguidores, sin embargo, en el mundo del automóvil puede ser suficiente para convertirse en un éxito o en rotundo fracaso. En este caso, con tan pocas unidades y su notable condición de coche de colección, vender todas las unidades antes incluso de poder ver el diseño final, es relativamente fácil. Eso también deja claro que pocos 33 Stradale saldrán del almacén donde estarán condenados a pasar el resto de su existencia. Básicamente, como cualquier otro producto tan extremadamente exclusivo.

Sin embargo, aunque el diseño sea cosa de gustos y es imposible escoger qué cosas te gustarán y cuáles no, me resulta harto complicado pasar por alto algunas cosas. Por ejemplo, ¿por qué le ponen pestañas a los faros? Desde mi punto de vista, tan válido como el de cualquier otra persona, es un detalle que afea el diseño de todo el frente. Cada vez que miro las fotos, esas pestañas destacan como luciérnagas por la noche, están tan presentes, que son incluso molestas. Y con el scudetto me ocurre algo parecido, me parece la interpretación más fea hasta la fecha. Así podría seguir un buen rato, sobre todo con la trasera, donde se recurre al típico dibujo en V para crear sensación de enfado y agresividad y que resulta impropio de Alfa Romeo.

Por más que lo miro, más convencido estoy de que se trata de un diseño muy actual, pero no por modernidad o por soluciones, sino porque está falto de carisma y un poco falto de personalidad. La última vez que la firma tuvo un superdeportivo, fue con el Alfa Romeo 8C Competizione, una masterclass de como hacer un coche de líneas sensuales y deportivas, sin necesidad de recurrir a soluciones “del montón”, como el mencionado dibujo en V de la trasera que se ha implementado en el nuevo 33 Stradale. De hecho, según declaraciones de la propia marca, la trasera expresa la esencia “brutal” del 33 Stradale. Brutal es la trasera del Lamborghini Diablo GT-R.

El proyecto 33 Stradale nace de la pasión y la dedicación de un pequeño equipo de diseñadores e ingenieros del Centro Stile de Alfa Romeo. El diseño se inspira en la obra de Franco Scaglione de 1967, con una mirada audaz a las lineas de los futuros modelos de Alfa Romeo. El resultado es posible gracias a la experiencia y a la mejor tradición de diseño italiano. Un verdadero manifiesto de la ‘belleza esencial’: un número limitado de líneas, sensuanles y al mismo tiempo poderosas capaces de suscitar deseo y emociones fuertes”, Alejandro Mesonero-Romanos, director de diseño de Alfa Romeo.

De todas formas, aunque el coche no acabe de convencerme estéticamente y todas las declaraciones desde la marca resulten exageradas –como siempre ocurre, todo sea dicho–, estoy contento de que Alfa vuelva a tener un coche de este tipo en el catálogo y lo mejor de todo, es que habrá más, el propio Imparato lo ha confirmado. Y eso es buena noticia para todos los Alfistas y para todos aficionados en general –y si además te lo puedes permitir, la cosa mejora ostensiblemente–. También hay que elogiar que se ha trabajado la aerodinámica para no tener que emplear sistemas activos o alerones, logrando una silueta limpia y uniforme, bien equilibrada. En el boletín que ha publicado la marca lo explican bastante bien y aseguran que todas las especificaciones aerodinámicas se han optimizado en función de objetivo final: las prestaciones.

Así, los faros, en su parte inferior, integran una toma de aire que dirige el flujo hacia el radiador. En los laterales hay una ranura aerodinámica cuya finalidad es mejorar el Cx, al tiempo que el brazo de soporte de los espejos laterales tiene una función de alerón, para dirigir el flujo de aire hacia las tomas laterales. Según explica, además, el aire envuelve el coche y sigue una trayectoria natural, sin verse obstaculizado por aristas e irregularidades, y permite logar un efecto suelo que aumenta la estabilidad a velocidad elevada. Todo ello desarrollado mediante CFD y pruebas en el túnel de viento, que permitieron alcanzar un CX de 0,375.

Aquí se esconde un Maserati MC20

El proyecto del nuevo Alfa Romeo 33 Stradale ha logrado esquivar a los carparazzi durante su desarrollo, pero tiene un motivo: no todo está desarrollo por Alfa Romeo, pues lo que tenemos aquí es, en realidad, un Maserati MC20. Obviamente, la marca no dice nada con respecto a este hecho, tan solo afirman que el chasis es una estructura fabricada con aluminio con forma de H y un monocasco de fibra de carbono, al igual que ha declarado que el motor de combustión, un V6 biturbo, es una evolución del actual V6 2.9 biturbo, que rinde 620 CV. Motor que se acopla a un cambio automático de doble embrague con ocho relaciones. Todo ello, reconozcámoslo, demasiado similar al MC20.

Las dimensiones de ambos coches son igualmente muy similares. El 33 Stradale tiene una longitud de 4.637 milímetros, una anchura de 1.966 milímetros y una altura de 1.226 milímetros, mientras que la batalla es de 2.700 milímetros y las vías delantera y trasera alcanzan los 1.680 y 1.668 milímetros respectivamente. El MC20 mide 4.669 milímetros de largo, 1.965 milímetros de ancho y 1.221 milímetros de alto, con una batalla de 2.700 milímetros y vías de 1.681 y 1.649 milímetros delante y detrás. Incluso el Cx del MC20 es parece con un C 0,38, así como las suspensiones, que en ambos casos son por paralelogramo deformable.

Con respecto a la versión eléctrica, los datos publicados son limitados, pero también “huele” a Maserati. El Alfa Romeo 33 Stradale EV contará con tres motores eléctricos –como los Maserati Folgore– que rinden en conjunto 750 CV, le otorgan tracción integral y trabajan con una batería de la que solo sabemos que logrará una autonomía estimada de 450 kilómetros. En este punto, merece la pena recordar que el Maserati MC20 se diseñó, desde el primer momento, para contar con una variante eléctrica, la cual, se espera que aparezca en 2025 sobre el MC20 Cielo, es decir, sobre el descapotable.

No es la primera vez que Alfa Romeo recurre a terceros para desarrollar un modelo. El Alfa Romeo 8C Competizione anteriormente mencionado, era, básicamente, un Maserati GT –la evolución del Maserati 3200 GT– y el V6 2.9 biturbo es un desarrollo de Ferrari. Es decir, no hay nada nuevo bajo el sol y no es un problema que Alfa recurra a un coche como el MC20 para crear su propio superdeportivo. De hecho, el primer deportivo del tridente es uno de los modelos más avanzados y espectaculares que ha desarrollado Maserati.

Donde no se ha recurrido a nada disponible actualmente, es el habitáculo, que luce un diseño más propio de show car que de un coche “de calle”. Destaca por una sencillez que no se ve en un habitáculo desde hace años, y todavía es más llamativa la ausencia de pantallas, aunque hay una imagen donde aparece una pantalla que, posiblemente, sea retráctil u opcional, pues la firma no ha comentado nada al respecto.

La Bottega, la personalización llevada al extremo

El nuevo Alfa 33 Stradale será, como cabría esperar, superpersonalizable, pero para la ocasión, la marca ha llevado las cosas al extreño. Según cuenta la marca, inspirados en las boutiques renacentistas y en los carroceros de los años 60, un equipo de profesionales de Alfa Romeo ha trabajado con los clientes para diseñar cada unidad. Además, han creado lo que llaman 33 Committee, un grupo de trabajo presidido por Imparato y formado por responsables de los distintos departamentos –diseño, patrimonio,museo de Arese, producto, proyectos estratégicos, marketing, comunicación y competición–, que se encargan de aprobar las peticiones de los clientes para garantizar el respeto de la historia y lo icónico del automóvi. Al mismo tiempo, habrá un programa dedicado a los clientes con peticiones específicas.

Cada coche está diseñado para ser único, por lo que cada unidad se matricula según un procedimiento exclusivo y con un número de bastidor específico. Concretamente, la tres primeras letras identifican la marca –ZAR–, mientras que los últimos cinco dígitos fueron elegidos en conjunto con los 33 clientes y definen el vehículo como “33STR”. El resto de dígitos, ocho en total, pueden ser personalizados por los propietarios y actuar como “firma” del cliente.

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