El Datsun 240Z es un clásico de los años 70 que aún levanta pasiones y miradas allá por donde va. Fue el primero en estrenar una saga que aún perdura hasta nuestros días, conmemorados a través del Nissan 370Z 50th Anniversary Edition. Es un coche que, además, con unos pocos ajustes, puede verse fantástico como este ejemplar. Sin embargo, lo más llamativo está bajo el capó, donde se esconde el motor de un Toyota Supra.

Y no, no es el seis cilindros en línea del nuevo Supra, sino el 2JZ-GTE. Este motor es famoso por su enorme capacidad para ser modificado, particularmente los Supra de cuarta generación (A80). De fábrica, es un bloque que en su especificación más potente entregaba hasta 320 CV. En este caso, por lo que se comenta desde CCW Wheels, fabricante de llantas, lo han apretado hasta los 600 CV. Eso es bastante potencia para un vehículo que, según la documentación de su creador, pesa menos de 1.050 kilos.

El resto del tren motriz consiste en una caja de cambios manual de cinco velocidades, concretamente una unidad Toyota R154 que envía la potencia a las ruedas traseras a través de un eje de transmisión personalizado y un diferencial de deslizamiento limitado. Este oscuro Datsun 240Z funciona bajo en un conjunto de suspensión de tipo coilover, mientras que unos discos de freno de gran tamaño detienen a esta poderosa máquina.

Existió una versión atmosférica del seis cilindros de 3 litros Toyota, denominada 2JZ-GE. Con una compresión más elevada era capaz de rendir 230 CV, casi la misma cifra que el Supra Turbo A70

Exteriormente, este Datsun 240Z recibe un frontal remozado con una gran parrilla. Desafortunadamente, las barras de metal brillante no pegan en exceso con el resto de la elegante estética del automóvil, muy JDM. Los espejos retrovisores montados en las aletas dan un toque vintage, y un alerón de generosas dimensiones en la zaga agrega un toque visual prominente. La estética general es agresiva, pero sin llevar las cosas demasiado lejos.

Los pasos de rueda ensanchados con los remaches a la vista cubren un juego de llantas forjadas CCW Classic 5 hechas a medida, de 16 pulgadas con la zona externa de aleación pulida e interna pintada en negro. Miden 266 milímetros de ancho en el frente y 279 mm en la parte trasera. Los neumáticos Toyo Proxes con logotipos amarillos brillantes se extienden sobre ellos, lo que agrega algo de color a un cuerpo en su mayoría negro.

Para nuestra desgracia, estas fotos no ofrecen una vista del interior. En la nota de prensa de CCW Wheels se afirma que hay asientos tapizados con arneses de competición y un volante Sparco. Para ser sincero, el resultado final es bastante impresionante, y tan solo cambiaría el frontal apostando por un diseño más integrado con el modelo original.

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