Hyundai y Kia están retirando voluntariamente de las carreteras estadounidenses millares de vehículos. Los afectados son las berlinas Hyundai Sonata y Kia Optima, y los SUV’s Hyundai Santa Fe, Kia Sorento y Sportage. Los modelos comprendidos entre 2011 y 2018 pueden haber sido reparados incorrectamente, ya que han sido objeto de múltiples informes sobre incendios en sus vanos sin causa aparente. Sin embargo, la mayor parte del retiro es solo una actualización de software para alertar a los conductores que su motor podría fallar.

Hyundai y Kia se ejecutan como unidades de negocios separadas, pero comparten un padre corporativo y sus coches, lógicamente, tienen partes, diseño e ingeniería comunes. El Center for Auto Safety (CAS), un grupo de vigilancia de los consumidores, presentó una petición formal ante la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carreteras (NHTSA) en junio de 2018 para investigar las quejas de incendios. El propulsor afectado es el 2.4 de gasolina, equipado en todos los modelos mencionados anteriormente y sustituidos en 2017.

CAS encontró 120 quejas en la base de datos de la NHTSA en la que los consumidores informaron sobre incendios sin colisión, y la organización ha confirmado que al menos seis personas han resultado heridas en estos incidentes

Hyundai Sonata

Hyundai Santa Fe

De los cuatro millones de coches a retirar, alrededor de dos de ellos son para actualizar el software del motor. El resto evaluarán la instalación de los tubos de combustible de alta presión en la salida de la bomba de combustible, algo potencialmente peligroso, y serán sustituidos. Esta llamada a revisión cubre cerca de 100.000 vehículos por compañía, pero, si los tubos se instalaron de forma incorrecta con el reemplazo motriz de 2017, el combustible podría gotear en el vano y derivar en una fuga, aumentando el riesgo de incendio bajo el capó.

Con una línea del circuito de gasolina dañada, los distribuidores inspeccionarán la conexión entre la tubería de combustible y la salida de la bomba de gasolina. Si existe fuga, se reemplazará dicha tubería y se instalará correctamente una nueva, sin cargo alguno para los propietarios. Por parte de Hyundai, los afectados son el Sonata (2011-2014) y el Santa Fe (2013-2014). En Kia afecta al Optima (2010-2014), Sorento (2011-2014) y Sportage (2011-2013).

Bajo una “campaña de mejora del producto”, las compañías hermanas harán una actualización de la unidad de control del motor para ayudar a detectar daños y desgaste en los cojinetes de las bielas, un posible efecto detonante de las combustiones espontáneas en estos motores. Si la centralita detecta un desgaste excesivo de los cojinetes, el sistema avisará al conductor de dicha falla y el coche entrará en “Limp Home Mode”, básicamente una forma bonita de decir que funcionará bajo mínimos. Según declaraciones de Kia, “el vehículo puede continuar operando por un tiempo limitado en el modo Limp Home Mode, pero acelerará lentamente y reducirá la velocidad máxima. Además, la velocidad del motor se reducirá a aproximadamente 1.800 – 2.000 RPM”.

Kia Optima

Kia Sportage

Kia Sorento

“Los coches no deberían prenderse fuego, especialmente en ausencia de un choque, por lo que es sorprendente cuánto tiempo le ha llevado a Hyundai, Kia y gobierno responder a estos incendios” – William Wallace, analista de políticas para Consumer Reports

Para Hyundai implica enviar a taller cerca de dos millones de sus coches, incluidos todos los modelos Sonata fabricados entre 2011 y 2018, y Santa Fe entre 2013 y 2018, con motores producidos en los Estados Unidos. En el caso de Kia abarca casi 1,7 millones entre Optima fabricados entre 2011 y 2018, Sorento de 2012 a 2018 y Sportage 2011 y 2018; todos ellos con los propulsores de gasolina 2.4 GDI y 2.0 T-GDI. Kia ha confirmado que comenzó a informar a los clientes desde junio del año pasado y que el 20% de los afectados ya han sido actualizados.

Ante este escándalo, sendas marcas ofrecerán una ampliación de la garantía de estos motores. Hyundai la incrementará hasta los 10 años o 120.000 millas (193.000 km) para los propietarios de Sonata y Santa Fe afectados, pero solo para “reparaciones de motor necesarias ante daños excesivos en el cojinete de biela”. Kia anunció una cobertura de garantía del motor de por vida “solo para este problema”.