Audi Sport nos acaba de presentar su nueva creación, el motor que dará vida a sus coches durante la próxima temporada del Dutsche Tourenwagen Mastersque. Tiene cuatro cilindros dispuestos en línea, 2,0 litros de cubicaje, turbo y genera más de 600 CV de potencia. Reemplazará a los ya extintos V8 de aspiración natural en detrimento de cumplir con los cambios reglamentarios del DTM.

Sí, este nuevo motor es más eficiente, y la firma de los cuatro aros nos propone un downsizing llevado al extremo. Pero eso no significa que los nuevos coches sean lentos; las nuevas unidades de potencia son más potentes que las anteriores. Al igual que otras competiciones, la banda sonora del DTM en los últimos años fue parte de su atractivo para el fan casual. Si bien los equipos ahora deben seguir un nuevo conjunto de regulaciones para esta temporada que se avecina, los nuevos propulsores también prometen.

Audi ha estado trabajando en su nuevo bloque durante dos años y medio, asegurando que puede soportar con garantías todas las carreras del campeonato. A diferencia de muchas otras competiciones, los equipos de DTM deben usar el mismo motor durante toda la temporada, incluidas todas las sesiones de prácticas y de calificación. En consecuencia, Audi ha gastado una cantidad ingente de dinero y tiempo para hacer que los cuatro cilindros fueran fiables, incluyendo cerca de 1.000 horas de pruebas de dinamización.

Con una elevada relación de compresión y un turbocompresor soplando a una presión absoluta de 3,5 bar, el nuevo y “pequeño” motor es capaz de entregar 618 CV

Como parte de los cambios normativos, no se permite que los coches consuman más de 95 kg de combustible por hora y hasta 100 kg cuando la función “push to pass” está habilitada. Esta función aporta un extra de 30 CV durante unos segundos para darlo todo en los adelantamiento. A pesar de la reducción del consumo de gasolina –convencional de 98 octanos–, los motores pueden producir un centenar más de caballos más que los V8 del año pasado. El nuevo motor de Audi es capaz de subir hasta las 9.500 RPM y dispone de un sistema anti-lag.

Este nuevo motor hace gala de la última tecnología de inyección directa TFSI de la marca. Un 2,0 litros que ha sido diseñado y construido desde cero y que nada tiene que ver con la familia EA888 que da vida a otros modelos del grupo como el Audi S3. En su concepción se han requerido aproximadamente 2.000 nuevos componentes. Y gracias a la estricta normativa de la competición, el propulsor muestra algunas características que serán potencialmente propensas a llegar en los próximos coches de Audi de producción.

Pero no solo es un motor potente y eficiente, ya que también hay un importante ahorro de peso en esta nueva mecánica. Los extintos ocho cilindros en uve pesaban 148 kg, pero los nuevos motores pesan solo 85 kg. El peso total del Audi RS5 DTM apenas llega a la tonelada, dando como resultado una relación peso/potencia de unos 1,6 kg/CV. Es posible que los nuevos motores de cuatro cilindros no tengan un sonido tan evocador, pero se estima una ganancia de hasta tres segundos frente a los coches de la temporada pasada.

La edición 2019 del DTM comienza el 4 de mayo en Hockenheimring. Sobre el papel, estos nuevos bloques pueden cubrir los más de 6.000 kilómetros del campeonato sin el menor problema.

Audi RS 5 DTM #27 (WRT Team Audi Sport), Jonathan Aberdein