Aston Martin, por más que lo intenta, siempre está con el agua al cuello. No importa el dinero que les llegue, no importa cuantas colaboraciones ponga en marcha ni con quien, sus cuentas nunca salen y eso, a veces, hace pensar que sus responsables están haciendo las cosas muy mal, o bien, sus objetivos son demasiado ambiciosos.
Cuando llegó el señor Stroll, parecía que las cosas iban a ir por otros derroteros, sobre todo al contar con la colaboración de Mercedes suministrando motores y tecnología, pero, sin embargo, pudieron lanzar el Aston Martin DBX por los pelos y el Valkyrie parece ser un lastre de tiempo y, obviamente, de dinero. A esto le debemos sumar que Mercedes redujo su participación en la empresa del 11,7 al 9,7%, un movimiento que demuestra que los alemanes no creen mucho en el potencial de Aston Martin.
La firma británica tiene, además, un camino complicado por delante. La electrificación se llevará una elevada suma de dinero y los británicos no tienen liquidez como para andar derrochando. Quizá, el nuevo inversor, convertido en el segundo accionista mayoritario, ayude a la compañía a salir de las deudas. Y ese accionista mayoritario es el Saudic Public Investment Fund (PIF), el fondo soberano saudí, que tiene ahora en su poder el 16,5% de las acciones de histórica firma británica. Solo el consorcio de Lawrence Stroll tiene mayor cantidad de acciones de Aston Martin.
PIF ha invertido en la compañía británica un total de 744 millones de dólares, una cantidad muy elevada que debería ayudar a pagar las deudas que acumula Aston Martin y entre cosas, poder seguir con el desarrollo de coches como el Aston Martin Valhalla. Por otro lado, al parecer, los accionistas de la marca rechazaron un acuerdo más grande, encabezado por Atlas Consortium, una empresa que incluye entre sus activos a la firma de automóviles china Geely o a Morgan. La oferta era de más de 1.500 millones de dólares.
El anuncio de hoy marca el último éxito en la evolución de Aston Martin, la restauración del negocio y el balance que heredamos, y la aceleración de nuestro potencial de crecimiento a largo plazo. Desde que asumí el cargo de presidente ejecutivo en 2020, hemos logrado un progreso significativo en nuestro viaje para convertirnos en la marca de rendimiento británica de ultra lujo más deseable del mundo”. – Lawrence Stroll. CEO de Aston Martin en declaraciones a Autocar
Aston Martin ha sobrevivido siete veces a la bancarrota desde 1913, año de su fundación, aunque nunca ha podido presumir de un fuerte ingreso de beneficios y, por tanto, siempre ha estado, en mayor o menor medida, en la cuerda floja. Stroll es un tipo de negocios con bastante éxito y debería saber como encauzar el futuro de la compañía, aunque haga cosas como comprar un equipo de Fórmula 1 para que su hijo pueda competir y que seguirá en activo a pesar de ser un agujero negro para el dinero (y de no lograr resultados que argumenten su continuidad)
Como cabría esperar, la compañía empleará la nueva inversión para el desarrollo de la tecnología eléctrica y para equilibrar las cuentas, es decir, pagar deudas. No debemos olvidar que los directivos de Aston Martin pusieron en 2030 la fecha límite para la electrificación de la marca, pero la deuda actual de 1.100 millones de dólares hacía complicado que hubiera un futuro para la marca.
El futuro eléctrico de Aston Martin está supeditado, como cabría esperar, a reducir esa deuda y a encontrar un socio que les ayude en el desarrollo de la tecnología. La marca, por sí sola, no tiene la capacidad económica para sacar el proyecto adelante. Y tienen que ser rápidos, ya que la fecha programada para su presentación es 2025, casi podríamos decir mañana mismo, si tenemos en cuenta los tiempos que se manejan en la industria..
Por el momento, se sabe que Britishvolt está involucrada en el desarrollo y suministrará las baterías, pero falta por saber de donde saldrá la plataforma sobre la que se asiente todo el conjunto. Por ahora, el socio que más suena es Mercedes, dado que ya tienen firmada una colaboración, no sería difícil ampliar el acuerdo y abarcar también la plataforma para coches eléctricos. Sin embargo, la entrada del fondo saudí al accionario de la compañía, hace que entre en juego la firma Lucid, pues el PIF también cuenta con una gran parte de la compañía norteamericana.
Sin embargo, hay más, porque Stroll, durante el anuncio de la nueva inversión por parte del fondo saudí, mencionó a Rimac como posible socio potencial. No se dieron más detalles, pero sería el tercer actor en protagonizar el desarrollo eléctrico de Aston Martin. Y debemos recordar que Rimac es, actualmente, una de las compañías especialistas en tecnología eléctrica más potentes de la actualidad, habiendo colaborado, por ejemplo, en el desarrollo del Porsche Taycan, del Pininfarina Battista, del Audi e-tron GT o de algunos modelos de Hyundai.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS