El circuito de Melbourne era propicio para los coches rápidos, con grandes zonas de acelerador a fondo y curvas rápidas, con unas escapatorias clásicas de grava que se cobrarían caras las incursiones y una gran dificultad para adelantar. Arrancamos la clasificación en un circuito 10 °C por debajo de lo habitual, 15 °C en la pista, condiciones peculiares para este Albert Park que provocaba una mayor dificultad para calentar los neumáticos. Las nubes amenazaban con un 90% de probabilidad de lluvia, lo que se tradujo en una Q3 prematura finalmente.

Los entrenamientos libres demostraron los problemas que tenía Checo Pérez dejándole fuera en la Q1, bloqueando la rueda interior en la frenada y perdiendo cualquier posibilidad de cara al podio en la carrera. El resto de los eliminados en la Q1 fueron Bottas, Sargeant, Zhou y Piastri, haciendo evidente la debilidad de los Alfa Romeo en circuito rápido. La Q2 acabó de demostrar que se necesitaba aumentar significativamente la temperatura de los neumáticos, necesitando los pilotos una vuelta completa para ello aprovechando para cargar sus baterías.

La Q2 se solucionó con De Vries, Norris, Magnussen, Tsunoda y Ocon fuera de la Q1, con Albon salvando los muebles por 0,007 segundos. Para la Q3 se organizó cola al inicio por la amenaza de lluvia, buscando la mejor posición posible de cara a una carrera en la que sería difícil rebasar a los rivales en pista. Con el miedo a la lluvia en los últimos tres o cuatro últimos minutos de la Q3. La pole, como era previsible, fue para Max Verstappen, pero no nos llevemos a equívoco, en esta clasificación se ha demostrado que no están tan lejos como se dijo en carreras anteriores.

Mercedes resurgió de sus cenizas, colocando a sus pilotos segundo y tercero, demostrando Russell su mejor adaptación al concepto sin pontones de la marca. La bajada de marchas del Red Bull de Verstappen daba problemas, por lo que pudo ser la causa por la que Pérez acabó fuera en la Q1. Alonso se colocó cuarto al lado de Hamilton, quinto Sainz acompañado de Stroll, Leclerc ocuparía en la parrilla el séptimo lugar seguido de Albon, y Gasly y Hülkenberg cerrarían el noveno y décimo puesto respectivamente en esta Q1.

La carrera comenzó y, tras un par de curvas, Alonso se colocó tercero, Sainz cuarto y Leclerc se salió por un toque con Stroll tirando por tierra el fin de semana. Russell primero y Hamilton segundo por delante de Verstappen para la salida del safety car. Otro safety car en la séptima vuelta por la salida de Albon volvió a reagrupar la parrilla, y algunos pilotos aprovecharon para entrar a pit. La parada de los que aprovecharon el primer instante de la bandera amarilla fue un mal momento, hundiendo a Carlos Sainz hasta la decimoprimera posición, ya que la bandera roja posterior permitió el cambio de ruedas sin consecuencias para la posición.

Russell mostraba un significativo enfado, puesto que esto le colocó en séptima posición. La carrera se reiniciaba y en cuanto se pudo utilizar el DRS Verstappen le hizo un increíble exterior a Hamilton que le colocó en primera posición. Entre tanto, Sainz escalaba posiciones hasta alcanzar la séptima posición tras Stroll, adelantándole y demostrando que cuando las averías no aparecen tienen buen ritmo de carrera. En la vuelta 18 el motor de Russell ardió por algún problema en el turbo con la peor de las suertes para la promesa de Mercedes.

Sainz adelantaría a Gasly en el ecuador de la carrera en una maniobra brutal, demostrando la velocidad y el ritmo de los Ferrari. Paulatinamente, Alonso comenzó a apretar a Hamilton, huyendo del grupo formado por Sainz, Gasly y Stroll, poniendo en tela de juicio la estrategia de ruedas de los de Mercedes. El cambio de ritmo se materializó a 20 vueltas del final, pero se relajaron para volver a cambiar de ritmo de cara a las últimas 13 vueltas con vuelta rápida de Alonso.

Las ruedas delanteras de Verstappen volvían a bloquearse provocando una salida de pista. En la vuelta 54, Magnussen provocó la salida del safety car debido a un golpe con el muro, lo que provocó una pequeña carrera al sprint de una vuelta debido a la bandera roja por los trozos que dejó el incidente. En la relanzada de la carrera, Verstappen se colocó mal en el cajón, pero no se tomaron medidas acerca de esto, generando aún más dudas acerca de la posición en la que se pueden colocar los pilotos.

La relanzada finalmente se materializó en un caos de accidentes y una penalización desmedida de 5 segundos para Sainz por tocar a Alonso en la rueda trasera a la salida de la curva uno, que lo terminó colocando en la decimosegunda posición, tirando por tierra todos sus esfuerzos. De nuevo, la aplicación de la norma muestra diferencias de criterio según los casos, haciendo de ella algo flexible e injusta. El Gran Premio de Australia terminó con Verstappen 1º, Hamilton 2º, Alonso 3º y Sainz 12º de la forma más agridulce posible. Ahora solo queda esperar tres largas semanas para la carrera de Baku.