Lexus, hoy día, tras una apuesta que fue bastante arriesgada, está totalmente relacionada con la hibridación y con un funcionamiento general muy, muy refinado. Pero como muchos sabréis, no siempre fue así e incluso llegó a emplear motores diésel. Pero lo mejor vino por otro lado, ya que durante sus años de expansión, probó suerte en el segmento de los sedanes de altas prestaciones, dominado por el BMW M3 y el Mercedes C63 AMG justo detrás. Para lidiar con semejantes representantes, puso en circulación el genial Lexus IS F, un coche muchos recordarán por la colocación de los terminales de escape.
Esos terminales de escape, que causaron furor durante mucho tiempo y se convirtieron en la seña de identidad de los Lexus F –F, por el circuito de Fuji, que también adornó la trasera del Lexus GS F– y crearon escuela, porque muchos empezaron a imitar la posición de los escapes, incluso hoy día se puede ver algún fabricante que todavía usa esa posición de las colas del sistema de escape en sus coches –el Abarth 595 Competizione que probamos, los lleva en una posición similar, por ejemplo–.
Pero aquel Lexus IS F no era solo escapes, obviamente, resultó ser un coche muy rápido y muy interesante, ya que escondía un propulsor V8 capaz de girar a 7.000 revoluciones y emitir un aullido que se ganó una legión de seguidores. Lástima que solo se ofreció con cambio automático de ocho relaciones –ojo a esto, que el coche se lanzó al mercado en 2008–. Motor que, por cierto, estaba fabricado, al igual que el motor del Lexus LF-A, junto a Yamaha Racing. Esto se encargaron de las culatas, que se montaron sobre el bloque de aluminio procedente del motor del Lexus LS 600h. Al mismo tiempo, se cambió la admisión –variable por dos etapas– y se añadió inyección de aceite para la cabeza de los cilindros, entre otras cosas.
El V8 5.0 generaba 423 CV a 6.60 revoluciones y un par de 505 Nm a 5.200 revoluciones. El pesaba bastante para la época, nada menos que 1.730 kilos –hoy habría estado en la media–, pero la relación peso-potencia se quedaba en unos muy buenos 4,08 kilos por caballo. Suficientes para lanzar al Lexus IS F hasta los 100 km/h en 4,8 segundos, para completar el kilómetro con salida parada en 23,9 segundo y para alcanzar los 270 km/h.
Originalmente, el Lexus IS F no formaba parte de una estrategia a largo plazo, tampoco formaba parte de un objetivo corporativo. Es decir, no había sido creado por una necesidad. En realidad, nació de la pasión de dos ingenieros, Yaguchi-san y Sakamoto-san, auténticos amantes de los coches de altas prestaciones. Fueron ellos quienes desarrollaron el Lexus Is 300 y quienes se empeñaron en poner en circulación el IS F, que tuvieron que convencer a los directivos de que el proyecto merecía la pena.
El lanzamiento del Lexus IS F se llevó a cabo en marzo de 2008 y el precio de aquel entonces era de unos 84.000 euros. La marca tenía previsto vender 6.000 unidades aquel primer año de comercialización, de las cuales, 60 llegarían a España. Finalmente, se retiró del mercado en 2014 tras haber alcanzado las 11.000 unidades. Una cifra muy pequeña para un coche que se merecía mucho más.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS