Lancia no es ni la sombra de lo que un día fue, ni tampoco lo será en su nueva era eléctrica. No obstante, es algo que le pasa a todos los fabricantes y criticar a Lancia por ello sería, realmente, muy injusto. A día de hoy el pasado no importa un carajo y los objetivos son bien distintos. Aun así, los amantes de la marca podrán disfrutar de los coches que ha dejado en su periplo de más de 100 años, pues Lancia se fundó en 1906.
Hasta el año 2023, Lancia ha sobrevivido en su país de origen con un solo coche, el Ypsilon, que no es precisamente su mejor creación, ni por diseño, ni por conducción, ni por nada en general. Sin embargo, el Lancia Ypsilon sí que contó con versiones interesantes, aunque para ello tenemos que echar un vistazo a la primera generación del modelo, al resultado del proyecto 840, el cual llegó al mercado en 1996 para reemplazar al Lancia Y10.
Aquella primera generación del Y –Ypsilon es como se llama a la Y en griego– es un coche, en el fondo, bastante interesantes, aunque estéticamente no le guste a todo el mundo. Tiene el típico diseño italiano de formas atrevidas, pero en esta ocasión, al ser un Lancia también se buscó algo de elegancia y clase. Que lo consiguieran o no es cuestión de quién mira, pero desde luego, no podemos negar que el coche desprende personalidad. Mismos argumentos que nos encontramos en su habitáculo, donde también se aprecia como se buscó cierto estilo, al tiempo que se intentó ofrecer un poco la sensación de lujo y equipamiento.
Su diseño le otorgaba una personalidad indudable, pero no era del gusto de todo el mundo. El Elefantino Rosso apenas afectaba a su imagen, pero si lo hacía a su chasis, que ganaba en agilidad y deportividad
Nunca fue un coche deportivo y nunca contó con motores muy potentes, pero entre sus versiones, había una que resultaba la más interesante, tanto por prestaciones como por puesta a punto: el Lancia Ypsilon Elefantino Rosso. Traducido al español estamos ante el Lancia Y Elefantito Rojo –también se puede traducir como pequeño elefante rojo–. Esta versión destacó por su acabado exterior en color rojo, por sus llantas específicas de 15 pulgadas y por su terminación interior –tapicería de Alcantara, instrumentación con iluminación roja… –, pero sobre todo, por el chasis.
El Lancia Ypsilon Elefantino Rosso se convirtió en la versión más deportiva de la gama, o casi, porque recibió cambios en la suspensión, que vio acortado su recorrido, endurecido su tarado y acompañada de unas barras estabilizadoras más rígidas. La dirección también cambió su configuración y pasó a tener una respuesta más rápida y directa.
Bajo el capó estaba el bloque 1.2 FIRE, un cuatro cilindros con culata multiválvulas capaz de rendir 86 CV a 6.000 revoluciones y 113 Nm de par a 4.500 revoluciones. Por supuesto, era tracción delantera, pero el Ypsilon Elefantino Rosso montaba una caja de cambios con relaciones acortadas, que mejoraban las recuperaciones y la respuesta al motor, que también se veía beneficiada de un acelerador electrónico. Con 177 km/h de punta y un 0 a 100 km/h de 10,9 segundos no era el coche más rápido, pero gracias a sus 910 kilos, era un coche divertido de conducir.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS